Sin reyes ni sistema de jefes

En Raleigh, Carolina del Norte, aproximadamente 5000 trabajadores y estudiantes participaron en una protesta multirracial contra Trump, coincidiendo con las protestas nacionales. Había gente a ambos lados de la Carretera 1 de Raleigh. El sentimiento era antirracista y la gente tenía carteles que llamaban fascista a Trump. Los trabajadores saben lo que es el fascismo, y eso es bueno. También había banderas estadounidenses y mexicanas, lo cual fue un inconveniente. ¡La clase trabajadora internacional no le debe lealtad a los patrones estadounidenses ni mexicanos! A medida que el PLP crece y se hace más conocido, el nacionalismo puede eventualmente ser desafiado con mayor dureza. Por el lado positivo, se distribuyeron 20 folletos de DESAFÍO. El Partido tiene mucho trabajo por hacer. Debemos aprovechar las protestas para difundir nuestra línea comunista porque, en algún momento, protestar será ilegal a medida que el fascismo se consolide en Estados Unidos. ¡No se trata solo de Trump, sino de todo el maldito sistema, el capitalismo, que debe ser destruido!
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Los antirracistas denuncian los envíos con fines genocidas

Todos han visto esas enormes barcazas con contenedores, muchos de ellos con el nombre de Maersk, una de las navieras más grandes del mundo. Transportan una gran parte del armamento que Estados Unidos envía a Israel, incluyendo todas las alas de los cazas F-35 desde 2022. El 11 de junio, Voz Judía por la Paz y algunos miembros del Movimiento Juvenil Palestino ocuparon el vestíbulo de su oficina en Nueva York con una manifestación de unas 200 personas durante la hora del almuerzo. Había grandes pancartas condenando a Maersk, camisetas con el lema “Fin al asedio” y “Detengan el hambre en Gaza”, y cánticos constantes sobre el genocidio y los crímenes de Maersk. Aproximadamente la mitad de los participantes fueron arrestados, mientras que la otra mitad salió a la calle y coreó durante una hora más. Fue una acción militante y muy bien planificada. Lo que faltó fue un vínculo con las deportaciones, los ataques a las universidades y la ciencia, y los recortes racistas en Estados Unidos: una comprensión de que el capitalismo es el problema que causa todas estas manifestaciones de fascismo.
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Las trabajadoras conectan el régimen de Bukele con Amerikkka

El sábado 7 de junio, miembros del Partido Laboral Progresista asistieron a la proyección de una película sobre el régimen fascista de Bukele en El Salvador y sus efectos en las familias de la clase trabajadora. El evento se celebró en el Centro de Educación Laboral de Rutgers y fue patrocinado por organizaciones que luchan por la justicia para los inmigrantes, como Cosecha y Resistencia en Acción. Entre los asistentes se encontraban desde trabajadores apasionados y dispuestos a luchar colectivamente para acabar con el sistema imperialista capitalista hasta trabajadores que lloraban la detención de sus seres queridos por parte del ICE. Fue desgarrador ver a los trabajadores, tanto de El Salvador como de Estados Unidos, lamentarse por la violenta separación de sus familias y preguntarse en voz alta cómo estaban siendo tratados sus seres queridos detenidos. Al mismo tiempo, fuimos testigos del inspirador deseo de los trabajadores de ambos países de solidarizarse entre sí y luchar.

Un trabajador señaló brillantemente los límites de confiar en el sistema judicial estadounidense para la justicia de los inmigrantes, y pidió a los asistentes que buscaran el poder de la clase trabajadora internacional como la forma de resolver la crisis capitalista de la detención racista de inmigrantes; nuestro campo de batalla no es la sala de audiencias estadounidense, sino todos los lugares donde existe el capitalismo.
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El ADN no es el destino

Estimado DESAFÍO:

El número del 9 de mayo publicó un excelente artículo sobre el asesinato racista de dos estudiantes de secundaria en las calles de Brooklyn. Los informes de estudiantes organizándose y luchando contra las condiciones racistas en su barrio fueron realmente inspiradores. La realidad de la violencia, endémica del capitalismo, se vio reforzada con la afirmación: «El ADN mismo del capitalismo es la explotación y opresión violenta de la clase trabajadora…».

La idea de que el ADN, la molécula que transporta la información genética, es de alguna manera más esencial e influyente que los factores ambientales es una idea capitalista que busca culpar a los individuos (y a sus genes) de todos los males de nuestra sociedad. El mensaje subyacente es que intentar deshacerse del capitalismo es una pérdida de tiempo, porque todo esto es «natural» o «parte de nuestro ADN». Pero la biología no funciona así. Sí, el ADN es importante, pero no más que el entorno que experimenta un organismo. La explotación y la opresión violentas son, sin duda, endémicas del capitalismo; no pueden existir sin ellas. Podemos plantear este punto sin mencionar el ADN y su supuesta centralidad.
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Masacre al mediodía: el nacionalismo mata la revolución

Vi una película sobre un evento poco conocido en Estados Unidos. La película era Massacre At Noon . Hecha en la ex Yugoslavia en 1975, su drama trata sobre partisanos comunistas serbios que lucharon contra el ejército de ocupación nazi (Wehrmacht). En octubre de 1941, la SS alemana hizo ejecutar a más de 100 trabajadores serbios y guerrilleros comunistas en represalia por la muerte de soldados alemanes. Hay lecciones políticas que aprender de esta película. El mariscal Tito era el líder general de los partisanos comunistas, pero tenían un frente unido con grupos burgueses como las fuerzas realistas que representaban la monarquía (Chetiks). 

El Partido Laboral Progresista (PLP) aprendió de las luchas de la clase trabajadora, que en la lucha armada no se puede haber union temporal con los jefes. El nacionalismo significa hacer concesiones que terminan siendo anti-clase trabajadora. En la película, los comunistas en lugar de cantar la Internacional, cantan una canción nacionalista. Además, los chetniks terminaron vendiendo a los comunistas a los fascistas alemanes. Si bien los partisanos comunistas finalmente derrotaron a los nazis, la cuestión del nacionalismo no se resolvió por completo como contradicción política. Finalmente, el capitalismo de Estado yugoslavo dio paso a la desintegración de Yugoslavia, y el nacionalismo deliberado que condujo a la Guerra Serbocroata. El PLP rechaza todo nacionalismo, ya que frena la revolución comunista. La única solución es la revolución comunista y el internacionalismo obrero para un mundo sin naciones ni fronteras.
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