Editorial: ICE, LAPD, terrorismo de EEUU - Solo el comunismo puede derrotar al fascismo

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21 Junio 2025 98 visitas

El Partido Laboral Progresista aplaude la valentía de la clase trabajadora en el área de Los Ángeles, quienes defienden a nuestras hermanas y hermanos de clase de los perversos ataques del terrorista de estado Donald Trump y los matones enmascarados de Immigration and Customs Enforcement (ICE) [la migra]. En respuesta a la violencia del estado y la policía racista en Los Ángeles y otras ciudades, la resistencia de los trabajadores casi siempre pacifica, aunque hubo unos brotes violentos – hicieron que Trump ordenara una pausa de 5 días a las deportaciones en el campo, plantas empacadoras de carne, restaurantes, y hoteles.  Los patrones capitalistas le temen a las revueltas masivas de los trabajadores en todo el mundo. Después del asesinato de George Floyd, la lucha antirracista en Minneapolis los dejo perplejos y ahora la respuesta militante contra el genocidio en Gaza. Les preocupa que la próxima ola de protestas sea la flama de muchas más protestas por venir.

Los gobernantes estadounidenses tienen un dilema que no pueden resolver. Por un lado, necesitan la mano de obra de los inmigrantes, incluyendo los más de 8 millones de indocumentados, para mantener su frágil sistema a flote. Por el otro lado, necesitan utilizar el racismo para dividir y disciplinar a la clase trabajadora. Mientras Israel ataca la capacidad nuclear de Irán, y EE.UU. amenaza desatar una guerra extensa en el Medio Oriente, la inestabilidad global de intensifica. Teniendo que enfrentar una creciente China y su propio relativo declive, los patrones estadounidenses están en alerta roja para una tercera guerra mundial. Las redadas migratorias, estilo nazi, de Trump, como las deportaciones masivas de Joe Biden antes que él, reflejan el estado peligroso del imperialismo estadounidense. No importa cual político mentiroso sea elegido presidente en las próximas elecciones, Los patrones se verán forzados a mantener su arremetida hacia el fascismo, la última alternativa que tienen estos parásitos para proteger sus ganancias en épocas de crisis capitalista internacional.

Enfrentando esta escalada de terror estatal, las rebeliones antirracistas en LA muestran la necesidad de organizarnos dentro del Partido Laboral Progresista por el comunismo.  Una sociedad dirigida por y para la clase trabajadora. Se ha logrado más en unos cuantos días en las calles que en décadas de inútiles votaciones escogiendo a las marionetas de la clase dominante. Esta más claro que nunca que un sistema que prospera por la super explotación racista de migrantes (ver recuadro) y trabajadores negros, y la explotación de todos los trabajadores, debe ser aplastada para siempre. 

ICE y LAPD: dos caras del fascismo

A principios de junio el régimen de Trump lanzo una campaña de deportaciones masivas invadiendo ciudades llamadas “santuario” y el condado de LA. Empezó a poca escala, con agentes federales esperando en los juzgados del centro para secuestrar a trabajadores inmigrantes cuando sus casos eran descartados.  Entonces, el 6 de junio, ICE se tomó una fábrica textil y dos estacionamientos de Home Depot.  Pero, subestimaron el poder de la unidad de la clase trabajadora. Los barrios se organizaron rápidamente para defender a sus hermanos inmigrantes. 

Los vehículos de ICE y sus agentes Gestapo, fueron atacados.  

Comenzando una ola de manifestaciones, contra ICE, ya en su segunda semana. La falsa postura de los políticos liberales de LA fue desenmascarada cuando los departamentos de policía  militarizada de Los Ángeles atacaron para “mantener el orden”, con caballos, garrotes, y armas químicas, granadas aturdidoras, y balas “menos letales”. Después, Trump movilizo a la Guardia Nacional y los Marines. Cada noche el LAPD ha aumentado sus ataques violentos contra los manifestantes. 

Aunque ICE ha sido enviado a varias ciudades dirigidas por demócratas, entre ellas Chicago y Nueva York, Los Ángeles representa la primera arremetida de deportaciones y, según Trump, es solo el comienzo de estos ataques contra los inmigrantes.  Así que, debemos estar alerta de más redadas de ICE en cualquier ciudad. El racista Stephen Miller, jefe de personal de Trump, está presionando para que ICE deporte a 3,000 trabajadores por día. (LA Times 6/6), o más de un millón al año. Aunque estos números son pequeños comparados con el total anual de expulsiones, repatriaciones, y remociones durante la era de Biden. el terror fascista de Trump es una declaración de guerra de clases.  Los trabajadores tenemos que unirnos para rechazarla.

Luchemos contra el fascismo en las calles

Por ahora, el movimiento multirracial, multigeneracional en Los Ángeles casi no tiene lideres. Pero tiene un gran potencial. PLP está en las calles junto a estos luchadores militantes, agregando nuestra base y política comunista (ver historias en esta edición). Debemos tener bien claro que ni protestas ni reformas, aunque sean muy militantes, pueden “arreglar” la migración bajo el sistema de ganancias. El capitalismo utiliza el racismo, sexismo y nacionalismo para dividir y explotar a los trabajadores, para mantener los salarios bajos y promover el patriotismo y la guerra.

El sistema capitalista es inherentemente violento. Como nos muestra la historia, el fascismo puede ser derrotado solo con violencia por una clase trabajadora organizada por el comunismo.  Siempre que las protestas amenazan a la clase dominante con o sin violencia, siempre serán enfrentados con represión violenta. El terror fascista en LA es solo un ejemplo de lo que está por venir. 

No es solo Trump, es el capitalismo

Trump representa el ala aislacionista “America First” de la clase dominante estadounidense, los pequeños fascistas que promueven el racismo de alcantarilla, supremacía blanca, y un ejército predominantemente blanco. Pero, aunque son detestables, su competencia, los grandes fascistas del capital financiero, también tienen su propia historia detestable, usando a los inmigrantes como chivos expiatorios. La administración Obama construyo los campos de concentración fronterizos que hoy utiliza Trump. Biden aumento el financiamiento de ICE para desaparecer trabajadores inmigrantes. 

Los ataques a los inmigrantes es solo una parte de la arremetida de los gobernantes para construir el fascismo y preparar a la clase trabajadora para una guerra imperialista. Los patrones necesitan ganar las masas de trabajadores para que apoyen sus planes de guerra.  Necesitan que los trabajadores acepten su autoridad sin cuestionamientos y desarrollar el odio hacia el “otro”. En este momento el blanco de los gobernantes son los migrantes porque supuestamente roban los empleos. Pero, también son sus rivales en el extranjero quienes amenazan sus disque “libertades” los cuales son pisoteados por ellos mismos en las calles de Los Ángeles.

La lucha del gobernador de California Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles Karen Bass en contra del despliegue de la guardia nacional y los marines es toda una pantomima. Bass no tiene problemas aumentando el presupuesto de sus policías, ni enviarlos a mutilar manifestantes. 

Newsom le parece bien negarle servicios de salud a los inmigrantes. La realidad es que los patrones de California hacen mucho dinero explotando la mano de obra migrante en la costura, agricultura, alimentos, e industria hospitalaria.  El trabajo de Newsom y Bass es proteger esas ganancias, sin importar a cuantos tengan que golpear para hacerlo.   

La ira masiva necesita liderato comunista 

Estamos viendo mucha ira masiva espontanea entre los jóvenes y trabajadores del condado de LA contra ICE, Trump y la policía local –y, hasta cierto punto – contra el sistema capitalista. Decenas de miles de trabajadores han puesto en peligro sus cuerpos tratando de frenar los secuestros. Algunos están dispuestos pelear contra ICE con piedras y botellas.  Pero, por ahora, el vacío del liderato ha permitido que los liberales políticos racistas, sindicalistas, y falsos izquierdistas promuevan la política de identidad, nacionalismo, pacifismo, y la línea reformista del partido demócrata. No existe un análisis de clase sobre lo que los patrones hacen. 

Está por verse si el movimiento se mantiene. Así como los trabajadores negros, los trabajadores inmigrantes tienen una larga tradición de lucha contra el racismo y la super-explotación. Conforme el fascismo se intensifica, el desafío del PLP es incrustarnos más profundamente entre los trabajadores, soldados, y estudiantes que dirigen la lucha de clases, en el trabajo, las escuelas, universidades, y comunidades, y mover a las masas a las calles y otras batallas con el enemigo de clase.  Para derrocar a los patones y su sistema sangriento, las luchas locales pueden y deben dirigirnos hacia la violencia de masas de la revolución comunista.

Antecedentes

Ningún país capitalista tiene un historial más violento y vergonzoso que EE.UU. En los 1870, trabajadores chinos fueron traídos para completar el letal trabajo del ferrocarril transcontinental. Cuando su trabajo termino, fuero aterrorizados y deportados. De similar forma, trabajadores inmigrantes de Europa Oriental fueron cruciales para la industrialización del siglo 20, y de las super ganancias de los patrones de la costura. Cuando, en su mayoría mujeres judías, dirigieron marchas conta las condiciones brutales de los talleres de explotación, fueron atacadas por la policía y etiquetadas como “inferiores” por el movimiento racista eugenista. En los 1940, masas de japoneses fueron internados en campos de concentración, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses. Eso ayudo a que los patrones estadounidenses crearan una fiebre racista de guerra, por el sangriento conflicto que los imperialistas tenían con Japón.

El modelo más obvio de la actual campaña de Trump es “Operación Espalda Mojada”.  Las deportaciones masivas que se llevaron a cabo bajo la administración “moderada” de Eisenhower en 1954. La llegada de la agricultura corporativa en el sudeste de EE.UU. requería de un gran ejercito de migrantes super explotados para generar el máximo de ganancias. Basado en un acuerdo entre EE.UU. -México en 1942, grandes números de inmigrantes mexicanos fueron temporalmente categorizados como trabajadores del campo legales bajo el programa Bracero.  Pero, la insaciable sed de ganancias de los patrones agricultores, requerían más trabajadores, incluyendo los indocumentados. En respuesta a la lucha de clases contra las condiciones laborales invivibles, para trabajadores legales e indocumentados, los patrones militarizaron la frontera y su blanco fueron los inmigrantes mexicanos. En este horrible espirito de limpieza étnica, un millón de trabajadores, incluyendo muchos ciudadanos estadounidenses, fueron deportados. Cientos de miles fueron enviados en barcos que el comité del congreso después comparo a “barcos de esclavos del siglo 18”  (http://newrepublic.com/article/132988/operation-wetback-revisited).