Los Ángeles, CA - 20 de enero—El criminal KKKop Martin Ron fue declarado culpable hoy por un jurado civil del condado de Los Ángeles de “negligencia” que causó la muerte de César Rodríguez, un latino de 23 años. César fue acusado de no pagar su tarifa de tránsito y un inspector de tarifas racista lo sacó del tren METRO, quien luego lo entregó al policía de la ciudad de Long Beach, Ron. César fue arrestado por error y Ron luego realizó una búsqueda de cuerpo completo de César “fuera de balance” dentro de 2-3 pies del borde de la plataforma del metro. César cayó y, con Ron encima de él y sus piernas extendidas colgando por el borde, un tren que se aproximaba lo aplastó y lo mató.

A través de nuestra intensa participación en el movimiento contra la violencia policial racista en el sur de California, los miembros del Partido Laboral Progresista han conocido familia tras familia, cuyos seres queridos les fueron arrebatados por estos animales que visten uniformes, sirven a la clase capitalista y protegen sus ganancias.

Estos asesinatos continuos (el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD, por sus siglas en inglés) robó la vida de al menos tres trabajadores más en las primeras dos semanas de 2023) solo han fortalecido nuestra creencia de que ninguna reforma o demanda puede detener la hemorragia de sangre de nuestra clase. por los policías Solo el derrocamiento violento de los capitalistas y su gobierno y el establecimiento del gobierno comunista de la clase trabajadora pueden poner fin a esta masacre. Gradualmente, más miembros de la familia están llegando a estar de acuerdo con nuestra política.

Una parte integral de la infraestructura capitalista aquí, METRO es el mayor propietario de tierras en el condado de Los Ángeles (https://www.act-la.org/). Su presupuesto para 2022-2023 es de $ 8.8 mil millones, con un aumento del 12.5 por ciento en el gasto para “seguridad pública”, es decir, policías, inspectores de tarifas, etc. (LA Metro 25/5/22). Tiene un contrato plurianual de $786 millones con LAPD, LASD (departamento del alguacil) y la policía de Long Beach. Su Junta Directiva está dominada por políticos del Partido Demócrata, incluida la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, cuatro supervisores actuales o anteriores del condado de Los Ángeles y el alcalde de Inglewood, James Butts. METRO, un supuesto modelo de servicio público, impone el racismo sistémico. “A pesar de que representan solo el 18 por ciento de los pasajeros, los pasajeros negros han recibido el 50 por ciento de las citaciones y arrestos por parte de los KKKops contratados por METRO” (act-la.org/metro-as-a-sanctuary).

El terror policial racista y las mentiras despiertan la ira de la clase trabajadora
 Al igual que muchas otras familias en el área de Los Ángeles, la familia de César, incluida su madre y sus tres hermanas, ha llevado a cabo una campaña heroica para dar a conocer el asesinato de su hijo y su hermano y luchar por la justicia. Esta organización aseguró que, durante la selección del jurado y todos los días del juicio de dos semanas, los miembros del jurado vieran a un grupo multirracial de simpatizantes sentados en la sala del tribunal, incluidas otras familias víctimas, miembros del PLP y organizadores locales. Día tras día, los familiares agradecieron a los miembros del PLP por nuestro compromiso inquebrantable con las luchas de todas las familias.

Muchos partidarios de la familia de César entienden que el capitalismo está en la raíz del terror y asesinato policial racista. Ron nunca fue acusado de ningún delito durante la administración del exjefe de policía de Long Beach, Robert Luna, quien recientemente fue elegido alguacil del condado de Los Ángeles. De hecho, fue ascendido a sargento. Como dijo una de las hermanas de Cesar al Telegraph Newspaper “Ninguna cantidad de dinero va a traer de vuelta a Cesar… Esto no es justicia para nosotros. Sería para (Ron) estar en la cárcel”. Por definición, el sistema judicial capitalista no puede detener la carnicería cosechada por una fuerza policial que la clase dominante necesita para mantenerse en el poder.

Con una excepción, todos los testigos de Ron eran policías o aspirantes a policías “inspectores de tarifas”.

Su racismo era palpable, sus mentiras viciosas. En respuesta a una pregunta del abogado de la familia, el inspector que sacó a César del tren dijo que parecía “no normal” y “sucio”.

Varios testigos policiales afirmaron que César intentó escapar y al hacerlo se lanzó hacia el tren que se aproximaba. ¡Otro testigo de la defensa en realidad contó la ridícula historia de que César trató de correr a través de las vías frente al tren y Ron trató de agarrarlo y salvarlo!

Los tribunales sirven a los intereses de los patrones, no a los nuestros.