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Editorial - ¡El capitalismo se desmorona, los trabajadores deben levantarse!
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- 25 Abril 2025 6 visitas
Conforme la crisis global del capitalismo hace que los patrones imperialistas se muevan hacia el fascismo y la guerra mundial, el 1º de Mayo nos recuerda el poder que los trabajadores tenemos bajo la bandera roja de solidaridad comunista. En este día festivo de la clase trabajadora internacional, mientras el Partido Laboral Progresista moviliza en los cinco continentes, el viejo orden mundial dirigido por EE.UU. colapsa. La lucha por el comunismo es más urgente que nunca. La revolución comunista es la única solución a la explotación capitalista, a la pobreza, el hambre y las enfermedades innecesarias – a todos los males de este brutal sistema putrefacto.
A pesar de la confusión y el estado de terror que nuestra clase enfrenta hoy, la esencia revolucionaria del 1º de mayo es el faro que alumbra el futuro de la clase trabajadora, sin racismo, sexismo, sin las fronteras nacionales de los patrones. Un mundo egalitario solo puede ser creado por las masas de trabajadores dirigidas por el PLP. Mientras los imperialistas se preparan para su próximo baño de sangre global, preparémonos para la guerra de clases comunista que acabara su gobierno para siempre.
Las guerras comerciales llevan a guerras con balas
En su intento por recuperar la supremacía industrial estadounidense, el Racista-en-Jefe ha escalado la guerra comercial con China, imponiendo rígidos aranceles a las importaciones estadounidenses. Estos impuestos podrían desencadenar una recesión o depresión más profunda, y devastar la vida de millones en el mundo. También podrían desencadenar más inflación, acabando con el estándar de vida de la clase trabajadora que aun sufre por la pandemia.
Los trabajadores que sufrirán más han vivido bajo la bota del imperialismo y el “libre comercio” de los patrones liberales por décadas. Trabajadoras de la costura en el sudeste de Asia quienes trabajan duro para las corporaciones estadounidenses por unos dólares al día, enfrentarán mucha más explotación y desempleo conforme la economía interconectada global se hunde en el caos (CNBC, 8/4).
Las acciones irresponsables de Trump, desde los aranceles hasta la desregulación, los despidos de trabajadores federales, están dirigidos al servicio del grupo de capitalistas domésticos dentro de una clase dominante estadounidense profundamente dividida. También es un intento desesperado del imperialismo estadounidense – alguna vez el máximo jefe – después de años de perder en los enfrentamientos con China. Los capitalistas chinos toman represalias con sus propios aranceles y aprovechan su casi monopolio de minerales raros, que son cruciales para los vehículos eléctricos, aviones de combate, y drones militares (Christian Science Monitor, 18/4). A pesar de la pretensión de negociaciones, y desescalada, la lógica de crecer-o morir el capitalismo demanda una guerra a tiros, inevitable consecuencia.
Patrones unidos en sus ataques racistas
La catástrofe mundial migrante es el producto de un sistema en enfermo, que no puede existir sin nacionalismo, racismo y la extrema desigualdad. Desde Siria al Congo a Sudan y Venezuela, la lucha interna de los capitalistas hace que la vida de los trabajadores sea insoportable, que los trabajadores se vean forzados a huir para sobrevivir. Pero sus “refugios” están en Europa y EE.UU., lugares de creciente fascismo, donde los patrones usan el terror anti-inmigrante para sobajar a sus rivales e intimidar a la clase trabajadora. Bajo el capitalismo, no existe un lugar seguro para vivir o esconderse.
Mientras los patrones estadounidenses, republicanos o demócratas por igual – ponen la medida del racismo para usar a los migrantes como chivos expiatorios, una patología global. Ya sea Trump o su amiga Narendra Modi, vitoreando el linchamiento de trabajadores musulmanes en India, o la despiadada limpieza étnica de Israel en Gaza y Cisjordania, los patrones están enfrentando su última crisis con más represión. Ya no pueden utilizar el mito de la “ley y el orden” o sus falsas libertades constitucionales. Se están quitando los guantes suaves de la democracia liberal y mostrando su puiño de acero.
Algunos están demandando a la administración de Trump por su brutal trato a trabajadores inmigrantes. Después de ser testigos de la deportación de Mahmoud Khalil, por el crimen de protestar el genocidio o Kilmar Abrego García con cargos inventados, esperan que los tribunales patronales salgan a protegerlos. Esa es una ilusión peligrosa.
La única forma de combatir el fascismo es construir un movimiento masivo por el comunismo. Nosotros sabemos por experiencia que los tribunales y los patrones liberales no frenaran el fascismo. Tarde o temprano, ellos lo aceptaran tratando de preservar su decadente sistema. En 1994, Bill Clinton firmo la ley criminal que destruyo a una generación de trabajadores negros con encarcelaciones masivas. En 2011, Barack Obama firmo la ley National Defense Authorization Act, “ley que permitía la detención militar sin cargos o juicio, la primera vez en la historia de EE.UU.” (ACLU.org). En 2024 Joe Biden rompió el récord de Trump de deportaciones (bbc.com,20/12/24). Confiar en los patrones “menos malos” – incluyendo los falsos izquierdistas como Gustavo Petro de Colombia o Claudia Sheinbaum de México – es una trampa mortal.
Debemos confiar en la fuerza más poderosa del pasado, presente y futuro: La clase trabajadora internacional.
Los liberales son el principal peligro
Los políticos liberales que sirven al capital financiero, principal ala de la clase dominante estadounidense, trataran de usar los viles ataques de Trump para convencer a los trabajadores de votar por los demócratas en las elecciones de medio periodo del 2026. Estos apasionados defensores de la “libre expresión” son los mismos monigotes que ayudaron a aplastar los campamentos universitarios la primavera pasada, mientras que el asesino Biden financiaba el genocidio israelí en Gaza. Pero no todos se creen las mentiras. Los plantones recientes anti Trump de Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez han sido interrumpidas por trabajadores que apoyan a nuestros hermanos y hermanas de clase en Palestina-y quienes entienden que estos falsos reformistas son fieles al imperialismo estadounidense.
Ambas facciones de gobernantes estadounidenses acordaron apoyar a los carniceros sionistas y usan el racismo para explotar y dividir a los trabajadores. En lo que no están de acuerdo es en como renovar su tambaleante imperio. Fortress America, representada por Trump es el ala que esta más enfocada en las ganancias domésticas y el control del hemisferio oeste – Por eso la amenaza de apoderarse de Groenlandia y el Canal de Panamá. Ellos no quieren pagar más impuestos para el USAID imperialista o la alianza militar de la OTAN – o la guerra en Ucrania.
El capital financiero, dirigido por los grandes bancos estadounidenses y las compañías petroleras multinacionales, necesitan mantener el control del petróleo en Medio Oriente, y sostener la OTAN para una posible guerra terrestre contra China. El campo de perros rabiosos de Trump es perverso y peligroso, sin duda. Pero los patrones liberales son los más expertos en asesinar en masa a nuestra clase. Lo han demostrado a través de las décadas de despiadadas masacres, desde Vietnam a Irak a Somalia. También son mucho más hábiles en engañar a honestos antirracistas, la gente que necesitamos en nuestro movimiento.
Millones de trabajadores, desde EE.UU. a México, Europa y las islas Marianas – se unen a las manifestaciones anti-Trump. La resistencia al creciente fascismo es esencial. Pero si lleva a los trabajadores a las garras de los patrones liberales, será un severo retroceso para la liberación de nuestra clase. En vez de ir a las urnas, los trabajadores tenemos que construir al PLP.
¡Necesitamos el comunista PLP!
La meta de nuestro movimiento es destruir el sistema de ganancias, desde la raíz hasta la copa. El PLP internacional está organizando por un mundo comunista, donde la gente trabajadora colectivamente dirija la sociedad, basada en la necesidad, donde el racismo y sexismo no existan. Nuestra principal arma contra los patrones es la unidad multirracial de la clase trabajadora.
Únete a nuestro partido, creando conciencia de clase y llevando las ideas antirracistas a tu lugar de trabajo, escuela, y en las calles. Aprende con nosotros sobre las grandes revoluciones comunistas del pasado – y ayudados a escribir el próximo capítulo de la historia de la clase trabajadora.
¡Muerte a los Patrones! ¡Poder a la clase trabajadora! Marcha con nosotros el 1º de Mayo y juntos construiremos el futuro comunista que nuestra clase merece.
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Nunca olvidemos el 8 de mayo: Victoria comunista sobre la escoria nazi
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- 25 Abril 2025 5 visitas
Hace ochenta años, este 8 de mayo (9 de mayo en la Unión Soviética), el ejército de matones degenerado que libró la Segunda Guerra Mundial para el gobierno nazi alemán se vio obligado a rendirse incondicionalmente ante la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña. La guerra en Europa había terminado. La guerra en Asia terminaría en un año. El intento fascista de dominar el mundo fue aplastado.
Como de costumbre, cuando se celebran aniversarios importantes para la clase trabajadora, nos vemos sometidos a un aluvión de mentiras destinadas a revolucionar la historia. ¿Por qué? Porque la verdad es peligrosa.
Porque fueron los comunistas los responsables de la victoria sobre el fascismo.
Porque esta victoria fue el mayor logro del movimiento comunista internacional después de la Revolución Rusa. Conquistó a la abrumadora mayoría de los trabajadores del mundo para la causa comunista.
Porque la victoria se basó en la inspiración de las masas populares por la visión de un futuro comunista. Para los trabajadores de la Unión Soviética, esto significó defender la revolución. Para otros pueblos ocupados, significó la promesa de la revolución. El comunismo fue la única visión que desencadenó la resistencia antifascista. Donde faltó el ideal revolucionario, no hubo resistencia.
Esa es la verdadera historia
La clase dominante está ansiosa por que deshonremos a nuestros heroicos y mártires camaradas y que perdonemos a sus torturadores y asesinos, porque la clase dominante ha heredado el legado de los asesinos.
LO QUE DEBEMOS RECORDAR
Pero ¿qué debemos recordar? Nunca debemos olvidar nuestro odio a la clase capitalista que produjo el fascismo, que lo mimó, que lo abrazó y que se lucró con él. Por lo tanto, debemos recordar cómo surgió el fascismo, qué defendía, cómo conquistó una base popular y los horrores que infligió.
Pero esto es sólo una parte y no la principal.
Los agresores fascistas eran una alianza de escoria. Estaban liderados por la Alemania nazi e incluían a los gobernantes de Italia, Japón, Hungría, Finlandia, la Francia de Vichy y Rumanía, además de España y Portugal. Iniciaron la guerra en 1939 para tomar el control del capitalismo mundial y esclavizar a todos los que pudieran conquistar.
Lo que le ocurra a un ruso o a un checo no me interesa en absoluto. Lo que las naciones puedan ofrecer en cuanto a sangre noble de nuestra especie, lo tomaremos, si es necesario secuestrando a sus hijos y criándolos aquí con nosotros. Que las naciones vivan en prosperidad o se mueran de hambre solo me interesa en la medida en que las necesitemos como esclavas para nuestra Kultur; de lo contrario, me da igual. Que 10.000 mujeres rusas caigan exhaustas cavando una zanja antitanque solo me interesa en la medida en que la zanja antitanque para Alemania esté terminada. — Heinrich Himmler, discurso en Posen, 4 de octubre de 1943.
El fascismo dictó la guerra agresiva que libraron estos monstruos y la terrible paz que trajeron. «Erradicad a todos los que se oponen a nosotros», ordenó Adolfo Hitler, su líder. La suya fue una guerra de atrocidades y terror inimaginable; su paz, un infierno para los conquistados.
Los imperialistas a quienes los nazis buscaban reemplazar estaban divididos. Una facción era profascista. Otra quería un pacto de vida o muerte con los fascistas. Una tercera, demasiado aferrada a sus imperios como para ceder, finalmente decidió luchar contra los alemanes.
Durante un tiempo, los apaciguadores triunfaron. Pero los fascistas les arruinaron la situación. No se dejaban apaciguar. No era posible llegar a acuerdos. Al final, cuando todo lo demás había fracasado, Gran Bretaña y Estados Unidos se vieron obligados a luchar contra Hitler para preservar sus imperios y mercados globales. Pero no podían enfrentarse a los fascistas sin la ayuda soviética.
SÓLO LOS COMUNISTAS PODRÍAN DERROTAR A LOS NAZIS
Cada vez que los británicos se enfrentaban al grueso de las tropas alemanas, estos las derrotaban. Solo después de que los soviéticos las aniquilaran, los británicos pudieron hacer frente a lo que quedaba del ejército nazi. En Asia, los británicos perdieron todas las campañas que libraron.
El historial militar estadounidense tampoco fue mejor. En su ataque a Pearl Harbor, los japoneses hundieron toda la flota de combate estadounidense. Después, el ejército japonés expulsó al ejército estadounidense de todas sus bases.
Ni Estados Unidos ni Gran Bretaña desempeñaron un papel significativo en la guerra europea hasta el final, la fase de limpieza. La famosa campaña estadounidense de islas en el Pacífico Sur tampoco tuvo gran relevancia para ganar la guerra asiática contra Japón. Esa guerra se resolvió estratégicamente gracias a la resistencia china organizada por el Partido Comunista Chino y a la ofensiva soviética contra Japón tras el Día de la Victoria en Europa. Los jefes estadounidenses lanzaron la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki no para derrotar a Japón —ya estaba derrotado—, sino para advertir a los soviéticos de que no intentaran compartir la ocupación de Japón.
Inmediatamente después del Día de la Victoria en Europa, Winston Churchill planeó la “Operación Impensable” para rearmar al ejército nazi y atacar la Unión Soviética. El plan fue abandonado porque la clase obrera europea jamás lo habría aceptado. Stalin y la URSS eran sus héroes.
EL ANTIFASCISMO NO ES SUFICIENTE
Esto nos lleva al segundo, y más importante, punto que debemos recordar. ¿Por qué lucharon nuestros camaradas —y las masas de aquellos aterrorizados, esclavizados y masacrados que se alzaron y aplastaron a la “raza dominante”—? ¿De dónde surgió su valentía? ¿De dónde puede surgir la nuestra hoy?
El fascismo de Hitler era tan sistemáticamente perverso que el antifascismo parecía un bien absoluto en sí mismo. Pero no era así. Ni entonces ni ahora. El antifascismo por sí solo no conducía al futuro, sino al pasado, el pasado que permitió el ascenso de los nazis.
Como prueba, basta con observar la historia de posguerra de Grecia. El ejército partisano del país fue derrotado en una guerra civil por una intervención británico-estadounidense aliada con la reacción griega. Como resultado, la clase obrera griega sufrió años de agonía, que culminaron en una dictadura militar fascista.
Los nazis alemanes no fueron la única variante del fascismo. De hecho, el fascismo de Hitler fue tan atroz que le dio mala fama. Hubo fascismo antes de los nazis, hubo fascismo tras la derrota de la coalición de Hitler, y hay fascismo hoy. La política exterior estadounidense se basa en el patrocinio del fascismo en Asia, África y Latinoamérica.
La historia demuestra que no se puede derrotar al fascismo con el antifascismo. Tampoco se puede evitar su resurgimiento con el antifascismo, porque el fascismo es inherente al capitalismo. El fascismo también puede surgir del socialismo, ya que este contiene muchas de las herramientas capitalistas de explotación, como el dinero, los salarios y las diferencias salariales. Por eso nuestro partido lucha por el comunismo y la abolición inmediata de los salarios y el dinero.
La confirmación más trágica de la debilidad del antifascismo es la experiencia del propio movimiento comunista.
Antes de la guerra, los líderes comunistas soviéticos idearon una tras otra estrategia diplomática para aliarse con estados capitalistas no fascistas y así contener el fascismo. Pero estas clases dominantes capitalistas temían más la revolución comunista que el fascismo, y rechazaron las propuestas soviéticas. Ansiosos por complacer a los gobernantes capitalistas no fascistas, incluso mientras estos apaciguaban a los fascistas, los líderes soviéticos presionaron al movimiento comunista internacional para que abandonara la organización revolucionaria y se organizara contra el fascismo. Pero fue inútil. Seguían sin llegar a acuerdos.
Finalmente, ante una Alemania en marcha, y sin aliados (y, por supuesto, sin revoluciones) que debilitaran al bando enemigo, los líderes soviéticos se vieron obligados a pactar su propio pacto con los nazis y firmaron un pacto de no agresión. Esto confundió y desmoralizó a muchos militantes comunistas de todo el mundo. No proporcionó ninguna seguridad duradera a los soviéticos, ya que los nazis invadieron en cuanto se sintieron preparados.
LOS SOVIETS GANARON DEFENDIENDO SU REVOLUCIÓN
Al final, fue el enemigo de clase quien obligó a los comunistas a volver a la revolución. Los nazis invadieron con el lema «Fin del bolchevismo». Luego, infligieron tal régimen de terror y asesinato que obligaron a cualquier superviviente a identificar la vida misma con el bolchevismo.
¿Cómo pudieron resistir los soviéticos? Solo movilizando a los miembros del Partido y a las masas obreras para defender la revolución. Cuando las tropas del Ejército Rojo entraron en batalla, lo hicieron con el nombre de Stalin en sus labios como grito de guerra. Para las masas, Stalin simbolizaba la revolución comunista, la lucha por la igualdad.
Quisiera brindar por la salud de las personas de escaso estatus o título. Por las personas consideradas “engranajes” del gran mecanismo estatal, pero sin las cuales todos nosotros —mariscales y comandantes de frentes y ejércitos, para decirlo sin rodeos— no valemos nada. —Brindis de Iósif Stalin a las masas, 25 de julio de 1945.
El pueblo soviético enseñó al mundo a resistir la opresión simplemente defendiendo su revolución. Y he aquí que cuatro meses de esta guerra revolucionaria obligaron a Gran Bretaña y Estados Unidos a aliarse con los soviéticos, algo que ocho años de diplomacia no habían logrado.
SÓLO EL COMUNISMO PUEDE ARMAR A LA CLASE TRABAJADORA
En la Europa ocupada, ocurrió lo mismo. Los comunistas organizaron los ejércitos partisanos con la promesa de una revolución tras la victoria.
No había otra manera de movilizar al pueblo. Los riesgos y el miedo eran demasiado grandes sin el ideal comunista.
Aunque el lema declarado de los partisanos era el “patriotismo antifascista”, ellos también entraron en batalla gritando el nombre de Stalin. Pero ¿cuál era la realidad? ¿Era Stalin griego, albanés, yugoslavo o italiano? La realidad era la unidad internacional de los trabajadores en el movimiento comunista mundial.
La revolución movilizó a nuestros camaradas. La revolución fue aquello por lo que las masas se sacrificaron y murieron voluntariamente. La revolución les dio su coraje. Eso es lo que debemos recordar. Esa es la verdadera historia.
Tras su gran victoria, los comunistas olvidaron cómo habían ganado. Recordaron el «patriotismo antifascista». Ese fue el triunfo de la falsa conciencia.
Tras la victoria, los comunistas organizaron coaliciones antifascistas con las fuerzas capitalistas que se les unieron y tomaron el poder donde pudieron. Sabían que no era una revolución. Lo llamaron «liberación». Se liberaron de los nazis. Pero no se liberaron del capitalismo. No hubo revoluciones en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
En la Unión Soviética, el modelo de relaciones de producción capitalistas de preguerra se mantuvo inalterado. Dado que los comunistas en el poder nunca organizaron una revolución comunista ni transformaron las relaciones de producción, la clase obrera no tenía forma de ejercer el poder.
Inevitablemente, surgió una nueva forma de fascismo. Cuando un estado socialista se desvía de la lucha por el poder obrero y la igualdad, eventualmente se desintegra en un estado fascista. Tanto la URSS como China han hecho precisamente eso.
Estas son las verdaderas lecciones de la verdadera historia de la Segunda Guerra Mundial. Si queremos ser leales al legado de nuestros camaradas, a los valientes trabajadores que lucharon por nosotros, nunca debemos olvidarnos de luchar por la revolución comunista.
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Aplastar las deportaciones racistas, ¡las trabajadoras no tienen nación!
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- 25 Abril 2025 4 visitas
Roslindale, MA, 15 de marzo de 2025 — Los camaradas del Partido Laboral Progresista tomaron la iniciativa en la organización de una manifestación local contra el racista Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Unos 65 trabajadores y jóvenes llegaron y llenaron el Parque Adam, en la plaza central de Roslindale, con carteles que decían: “Aplasten las deportaciones racistas” y “Fuera ICE”. Para prepararnos para la manifestación, repartimos folletos y distribuimos DESAFIO desde peluquerías, lavanderías, bodegas y restaurantes que bordean la calle principal de Roslindale. Con el presidente Donald Trump usando a ICE como su bola de demolición fascista contra los trabajadores de color, en tiempos de disminución de la estabilidad de Estados Unidos en todo el mundo y aumento de las potencias imperiales en China y Rusia, todos los trabajadores deben unirse para aplastar el capitalismo de una vez por todas con la revolución comunista.
Derrotando el racismo
Organizar la manifestación ayudó a energizar a nuestra base, a los amigos del Partido y a los miembros del grupo de estudio para que actúen y luchen. Una compañera aprovechó esta oportunidad para reunir todas sus relaciones desarrolladas con los vecinos a lo largo de los años para motivar y centrar los esfuerzos en un objetivo compartido de poner fin a las deportaciones.
La manifestación fue popular entre la gente que pasaba a pie y en coches. Recibimos muchos bocinazos y vítores: algunas personas se detuvieron para unirse a nosotros y otras compartieron su información de contacto con los miembros del grupo para mantenerse en contacto con nosotros.
Un camarada dio un discurso por el megáfono en el que compartió nuestro análisis de lo que está pasando y de cómo los liberales y demócratas no nos van a salvar, como creen algunos trabajadores de Roslindale: “Estos ataques fascistas están ocurriendo por una razón. Están ocurriendo porque nuestra sociedad, y de hecho todo nuestro mundo, se maneja de acuerdo con las ganancias en lugar de lo que es mejor para las personas. Y ese sistema de ganancias, el capitalismo, se está cayendo a pedazos ante nuestros propios ojos. Y los capitalistas saben que el sistema está fallando y están tratando de asustarnos, haciendo que unos estemos contra los otros y controlandonos para poder exprimir hasta el último centavo de ganancia de su sistema moribundo. Inflación. La crisis de la vivienda. Cambio climático. Pandemias mundiales. Guerra. Los capitalistas que gobiernan este país no pueden solucionar estos problemas”.
Esto llevó a que muchas personas locales en el vecindario escucharan sobre el comunismo y aprendieran algunas de nuestras líneas políticas sobre la causa raíz de las deportaciones, el capitalismo en crisis y el fascismo, por primera vez.
Avance de la lucha
Después de la manifestación, algunas personas preguntaron: “¿Qué sigue?” y expresaron sentirse energizadas por la manifestación. Les contamos a los asistentes sobre nuestro plan de hacer la marcha del PRIMERO DE MAYO este año en Roslindale y los invitamos a unirse a nosotros. Algunos trabajadores se pusieron en contacto con los miembros del partido en los días siguientes para informarles sobre los avistamientos de ICE en el vecindario. Algunos comenzaron a organizar un grupo de nosotros para que nos reuniéramos y discutiéramos la estrategia de cómo enfrentar a ICE cuando estuvieran aquí. El club JP/Roslindale y el partido de Nueva Inglaterra en general tienen la intención de mantener este trabajo a largo plazo. Estamos haciendo una lluvia de ideas para una reunión de seguimiento de la manifestación, incluyendo la posibilidad de hacer un salón para aquellos que son nuevos en lo que significa el comunismo. Continuaremos visitando negocios locales para repartir desafíos e invitar a los trabajadores a nuestros eventos. Planeamos establecer un horario regular para poner a la mesa y vender desafíos en la plaza. Continuaremos difundiendo la necesidad de eliminar el capitalismo ahora más que nunca y la necesidad de la revolución comunista.
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Genocidio en Gaza: el terror sionista alimentado por el imperialismo estadounidense
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- 25 Abril 2025 5 visitas
Los monstruos sionistas de Israel, totalmente apoyados por Estados Unidos, ahora intentan la aniquilación definitiva de todos los gazatíes. Desde el fin del alto el fuego hace seis semanas, casi 1700 gazatíes más, en su mayoría mujeres y niños, han muerto a causa de bombas estadounidenses, se han destruido más hospitales y se les ha negado el acceso a alimentos, agua y medicinas. Quienes no mueren a causa de los bombardeos mueren de heridas sin tratar, sed, desnutrición y enfermedades sin remedio.
Mientras los gobernantes del mundo no hacen nada, cientos de miles de trabajadores en todo el mundo protestan contra este genocidio. En Estados Unidos, camaradas y amigos del Partido Laborista Progresista (PLP) se están organizando con muchos de diversas maneras. Algunos pertenecemos a Voz Judía por la Paz y a otros grupos judíos antisionistas. La semana pasada, cientos de personas celebraron un Séder de Pésaj por la liberación en la calle, frente a la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en el centro de Nueva York.
Algunos de nosotros pertenecemos a HealthCareWorkers4Palestine en varias ciudades, quienes se manifiestan y actúan con frecuencia para proteger a quienes son objeto de persecución por protestar contra el sionismo. Muchos compañeros trabajadores de la salud participan activamente en la Asociación Americana de Salud Pública, donde hacemos campaña junto con el Caucus Palestino para obligar a la organización a rechazar oficialmente el genocidio. Muchos estudiantes, maestros y profesores se organizan para defender a quienes enfrentan la amenaza de perder su trabajo o ser deportados por defender a los palestinos.
Nuestras luchas son las mismas
Las debilidades del movimiento pro-Palestina son varias. Sigue existiendo una separación entre el movimiento que defiende a Gaza y el que defiende a los trabajadores inmigrantes, los despedidos y los recortes en los servicios públicos en Estados Unidos. Esto es culpa tanto de los sindicatos y los hackers del Partido Demócrata como de cualquier otro, pero todas las grandes protestas, desde las marchas “Manos Fuera” del 5 de abril hasta las manifestaciones planeadas para el 1 de mayo en Nueva York, han mantenido estos temas completamente separados. Es imperativo que reconozcamos que el capitalismo, que rápidamente se transforma en fascismo en Estados Unidos, así como en Medio Oriente y Europa, es el culpable de todos estos desastres. Unidos, y con tácticas más audaces como huelgas y paros, nuestro movimiento sería mucho más fuerte.
Gran parte del movimiento palestino también padece nacionalismo. La retórica aboga por la autodeterminación, cuando prácticamente todas las luchas de liberación nacional del siglo pasado simplemente han conducido a la continua explotación capitalista, solo que con opresores de la misma etnia que los trabajadores. Lo que los trabajadores palestinos necesitan es una sociedad comunista en la que sus intereses estén unidos a los de todos los trabajadores, incluidos los israelíes, en una sociedad que lideren por sí mismos y en beneficio propio.
Otros conflictos que están matando a miles de civiles, como en Sudán y la República Democrática del Congo, están recibiendo mucha menos oposición. Esto puede deberse a que Estados Unidos tiene una participación menos abierta y a que menos residentes estadounidenses tienen vínculos con estos países que con Israel y Palestina, pero sin duda el racismo antinegro también es un factor importante. Pero en ambas zonas de África, los capitalistas estadounidenses están interesados en obtener más riqueza mineral para sí mismos, al igual que apoyan a Israel para mantener su control sobre el petróleo y el gas del Medio Oriente.
Como comunistas del PLP, nuestro papel es oponernos y denunciar el nacionalismo, el racismo y la codicia capitalista, y construir una lucha obrera internacional multirracial para derrocar al capitalismo y al imperialismo en todo el mundo. ¡NO A LA GUERRA, SINO A LA GUERRA DE CLASES!
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NYC - Vacaciones de primavera para la Revolución: Una semana de lucha y solidaridad
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- 25 Abril 2025 5 visitas
Lo que sigue es un recuento día a día de cómo decenas de estudiantes y trabajadores pasaron la semana—algunos durante nuestras vacaciones de primavera—dedicando su tiempo al trabajo revolucionario. En preparación para la poderosa celebración del Primero de Mayo del Partido Laboral Progresista (PLP) el 3 de mayo, nos reunimos para aprender, construir y organizarnos codo a codo.
Día Uno: ¡Creación de Pancartas!
Comenzamos nuestro proyecto celebrando el arte comunista. Compañeras, compañeros y amistades de todas las edades se reunieron para pintar dos pancartas para nuestra próxima marcha del Primero de Mayo. Después de compartir pizza, conversamos sobre la historia y el significado de esta fecha: el Día Internacional de los Trabajadores. Aunque no logramos terminar ambas pancartas, vivimos en carne propia la alegría y el poder de la colectividad: personas trabajando no por ganancia, sino por un propósito común. Sin jefes encima, nuestro trabajo fue alegre, creativo y libre—una muestra del mundo comunista por el que estamos luchando.
Día Dos: Proyección de Documental – Blood Cobalt
Un grupo multirracial y multigeneracional de 25 a 30 militantes y amistades del PLP se reunió para ver Blood Cobalt, un impactante documental sobre la explotación imperialista en el Congo. La película desenmascara la llamada “revolución verde” como codicia capitalista alimentada por violencia racista, con jefes chinos y congoleños enriqueciéndose a costa del sufrimiento masivo. El documental dio lugar a profundas discusiones sobre el carácter internacional de nuestra lucha y la urgente necesidad de solidaridad de clase más allá de las fronteras.
Día Tres: Juegos Políticos
El martes tuvimos una tarde de juegos con contenido político, guiada por dos educadores jóvenes que diseñaron actividades para fortalecer vínculos y conocernos mejor. Utilizando formatos conocidos como Connections del NYTimes y Family Feud, los juegos nos presentaron la historia y línea política del PLP. Un error fue no reconocer públicamente a un estudiante y a un educador que fueron clave en la defensa exitosa de un maestro perseguido por organizar contra el genocidio. Ese acto se inscribe en la larga tradición comunista de enfrentar los ataques fascistas—algo que celebraremos con fuerza este Primero de Mayo.
Día Cuatro: Grupo de Estudio sobre Internacionalismo
Realizamos un grupo de estudio enfocado en los peligros del nacionalismo y la importancia del internacionalismo. El nacionalismo divide a la clase trabajadora y empuja a los trabajadores a identificarse con sus opresores en lugar de entre sí. Una camarada compartió aprendizajes desde una lucha internacional, recordándonos que nuestras batallas están profundamente conectadas en todo el mundo. La verdadera solidaridad significa ver cada lucha—desde Gaza hasta el Bronx—como nuestra.
Día Cinco: Reunión del Club Universitario
Quince estudiantes y educadores se reunieron para reflexionar sobre cómo construir una base política más amplia, y conectar las luchas actuales en los campus con la historia militante del CUNY. Vimos fragmentos del documental The Five Demands, sobre la ocupación del City College en 1969 liderada por estudiantes negros y puertorriqueños luchando por el acceso a la educación. Esta historia inspiró debates sobre cómo aumentar nuestra militancia hoy, como lo hicimos recientemente al interrumpir una reunión del senado universitario para exigir el acceso a un comedor digno. Aunque falta mucho para ocupar el campus, esa es la visión con la que salimos de la reunión.
También discutimos la importancia de contar con apoyo comunitario. A diferencia de 1969, el reciente campamento por Gaza en City College careció de este elemento clave, lo que permitió que los perros de ataque del NYPD enviados por los jefes liberales lo destruyeran fácilmente.
Cerramos la reunión con una invitación a marchar este Primero de Mayo: para ver un pedazo del comunismo en acción y pensar en la necesidad de una revolución comunista que no solo ponga fin a la austeridad racista en nuestras universidades, sino que construya un mundo donde la educación verdadera de la clase trabajadora sea lo principal.
Día Seis: Marcha en el Alto Manhattan
El sábado marchamos 33 cuadras por Washington Heights en protesta contra las deportaciones fascistas de inmigrantes. Nuestras consignas—“¡Los obreros unidos jamás serán vencidos!” y “¡Luchamos contra el racismo!”—hicieron eco entre los trabajadores del barrio, varios de los cuales se unieron a la marcha en ese mismo momento. También repartimos más de 400 DESAFÍOS y 1,000 volantes. Esto demostró que, a pesar de la propaganda racista y capitalista, la clase trabajadora puede unirse y luchar. Esta marcha nos energizó para el Primero de Mayo y reafirmó el poder que tenemos cuando tomamos las calles unides.
¡Acompáñanos el 3 de mayo en Flatbush Avenue en Brooklyn para celebrar el Primero de Mayo—el Día Internacional de los Trabajadores! Cada persona que marcha es otro clavo en el ataúd de los jefes. ¡Tomemos las calles y demostremos el poder de la clase trabajadora!