- Information
- Imprimir
Editorial: Cae el régimen de Assad y se avecina una guerra mayor
- Information
- 13 Diciembre 2024 31 visitas
Después de 54 años de terror estatal y una guerra civil de 12 años, el régimen del maleante al-Assad de Siria, colapso después de solo 11 días de sitio. Mientras las fuerzas de oposición lideradas por el islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y apoyado por Turquía, tomaban la ciudad capital; Damascos, la situación en el Medio Oriente se convirtió en algo aún más precario. Después, Israel destruye la infraestructura militar desde el aire y presuntamente mueve sus fuerzas terrestres a 15 millas de Damascos (cnn.com, 11/12), EE.UU. apresuro tropas adicionales al país (Newsweek, 11/12). Con decenas de miles de trabajadores atrapados en medio de dos grupos capitalistas y su brutal arremetida por más ganancias, y la posibilidad de que esta ultima convulsión pueda desencadenar una guerra regional – hasta quizás una guerra mundial – es un verdadero peligro.
Siria, asentado entre Irán e Israel, por décadas, ha sido una crítica encrucijada en la región, con las más ricas reservas de petróleo y gas en el mundo, ha sido central en la constante lucha entre los grandes poderes imperialistas. Después de un cuarto de siglo de colonización francesa y una serie de golpes, el régimen de dos generaciones de Assad, toma el poder en 1970. Pronto se alió con la Unión Soviética – la cual ya había retrocedido al capitalismo – y se posiciono contraria al poder estadounidense en la región. Hafez al-Assad (padre) y Bashar al-Assad (hijo) reprimieron brutalmente cualquier oposición, bombardeando y asfixiando con gas a trabajadores y sus hijos. En 2012, una guerra civil a gran escala ocurrió, una multitud de facciones anti-Assad, apoyadas por EE.UU., Turquía, y Al Qaeda, donde se origino HTS. Rusia e Irán ayudaron a Assad y pudieron mantener el odiado régimen a flote.
Pero en los últimos años, todo ha cambiado. Después de una cadena de incursiones militares fallidas, desde Vietnam a Afganistán e Iraq, y con el surgimiento de la clase dominante china, EE.UU. ha decaído como poder mundial. Rusia está enfocada en su guerra en Ucrania, mientras que Irán ha sido debilitada por las sanciones estadounidenses, su continua guerra con Israel y la catastrófica reducción de Hezbolá, la milicia aliada a Irán que se encuentra en Líbano. Viendo el vacío de poder en Siria, HTS decide derrocar a Assad – con la ayuda de Turquía, la cual desea deshacerse de tres millones de refugiados sirios (AP, 9/12), debilitar la oposición kurda apoyada por EE.UU. en la frontera turca, y convertirse en un jugador más grande en el Medio Oriente.
El viejo orden mundial liberal dominado por EE.UU. está muriendo. Una reconfiguración fundamental se ha puesto en marcha. Conforme la competencia de los patrones imperialistas se intensifica, la guerra es inevitable. La historia nos muestra que es la única forma para resolver sus desacuerdos; es la naturaleza del sistema de ganancias. Pero los trabajadores no tienen vela en este entierro, ni alianza en este brutal pleito entre capitalistas. Los patrones están listos y dispuestos a sacrificar las vidas de millones de trabajadores para mantener su poder. ¡Nosotros tenemos que voltear las armas! Solo una revolución masiva de la clase trabajadora y una sociedad comunista puede acabar con este círculo letal.
Estos rebeldes no son revolucionarios
Dependiendo de su agenda, la prensa patronal ha llamado a estos grupos que derrocaron a Assad; “rebeldes” o “terroristas”. En realidad, son pequeños capitalistas que han construido una base masiva a través de proveer un poco de seguridad con una banda de fundamentalistas religiosos – y, más significativo, aplastando cualquier oposición (BBC, 10/12). ¡Debemos recordar que no todos los rebeldes son revolucionarios!
La oposición anti-Assad ha controlado un tercio de Siria por lo menos los últimos diez años. Como Hamas en Gaza y Hezbolá en Líbano, ellos han oprimido y explotado a los trabajadores de esas áreas para su propio lucro. El Partido Laboral Progresista hace un llamado a la clase trabajadora internacional para que no se dejen engañar por estos malandrines, quienes – junto con el régimen de Assad – son responsables de la masacre de más de medio millón de gente en un país de 23 millones (aljazeera.com, 2/12/23).
La estrepitosa caída de Assad en Siria sorprendió a los imperialistas. Parece que nadie anticipaba lo fácil que el ejército sirio se doblegaría y Assad caería. Ahora todos los patrones, pequeños y grandes, están como gallinas sin cabeza tratando de agarrar lo que puedan y proteger sus intereses. En los dos días después del colapso del régimen, Israel lanzo 250 ataques aéreos en Siria para aterrorizar a la población y destruir lo que quedara del ejército sirio antes que HTS lo pudiera usar. Ambos ejércitos, turco e israelí, han entrado en Siria y extendido su control directo sobre partes del país (Guardian, 10/12). Aunque por el momento, Irán se ha retirado, Rusia ha declarado que mantendrá sus bases navales y aéreas en Siria y las defenderá contra cualquier ataque (New York Times, 10/12)
Nuevamente, Siria es el lugar donde los poderes capitalistas se convergen para su pleito por el control. No parece ser que los últimos acontecimientos marquen el fin de la guerra ahí, y es más probable que sea un precursor de una batalla mas grande. Como el mundo vio que la caída del Talibán en Afganistán en 2001 y la caída de Saddam Hussein en Irak en 2003, lo que parece estar ocurriendo a primera vista no es lo que será al final. Aunque no podemos predecir como o cuando o en donde los pleitos patronales escalaran a un conflicto global, tenemos la certeza que: Una clase trabajadora internacional unida con liderato comunista no podrá ser derrotada.
La división entre patrones estadounidense agrega al caos
El desorden dentro de la clase dominante estadounidense aumenta el nivel del caos a la crisis en Siria. Una gran diferencia entre el presidente electo Donald Trump y los grandes capitalistas financieros representados por el partido demócrata, es sobre el papel del ejercito estadounidense. Tratando de bajar su carga de impuestos, los patrones domésticos que apoyan a Trump, por mucho tiempo, han tratado que otros países envíen fuerzas terrestres costosas al Medio Oriente, mientras que EE.UU. usa la amenaza de bombas y armas nucleares para proteger sus intereses. En contraste, los capitalistas financieros – las compañías petroleras multinacionales y los bancos que las financian – reconocen que el imperialismo estadounidense depende del control militar sobre el flujo del petróleo y gas a sus competidores.
Trump lanzo una ola de shock al ala principal, al declarar que EE.UU. no tiene ningún interés en involucrarse en Siria y dejara que las facciones se peleen entre si (NYT,8/12). Parce olvidar que 900 soldados estadounidenses están estacionados en el país para proteger los posos petroleros bajo control Kurdo.
Una oportunidad comunista
Vivimos en un periodo de inminente guerra mundial y creciente fascismo, por lo cual los capitalistas tendrán que forzar a la clase trabajadora al campo de batalla. También vivimos en un periodo de tremenda oportunidad para nuestra clase. Históricamente, los trabajadores han convertido la guerra mundial en guerra de clases. Nosotros podemos construir un mundo mejor si la clase trabajadora se toma el futuro organizando por una revolución comunista.
Ninguna de las facciones en Siria sirve a los intereses de la clase trabajadora. Todos representan poderes regionales imperialistas en competencia. Los trabajadores en Siria y mas allá merecen un mundo donde todos somos dueños, compartimos, y dirigimos la sociedad; un mundo comunista. Un mundo sin fronteras y sin inmigrantes huyendo del terror patronal. En pocas palabras, los trabajadores merecemos el comunismo. Hacemos un llamado a todos los trabajadores a que se escojan entre sí para mantenernos a salvo en estos tiempos peligrosos – a escoger un futuro comunista.
- Information
- Imprimir
2024: contra el genocidio y el capitalismo, VENCEREMOS
- Information
- 13 Diciembre 2024 32 visitas
Vladimir Lenin dijo una vez: “Hay décadas en las que no sucede nada y hay semanas en las que suceden décadas”. A medida que el año 2024 se acerca a su fin, podemos decir con seguridad que vivimos en una época en la que suceden décadas.
La raza humana y el mundo han vivido bajo el capitalismo, donde los patrones controlan todos los recursos y los utilizan para obtener ganancias en lugar de la humanidad, durante unos 300 años. La historia nos muestra que el capitalismo inevitablemente tiene períodos de caos absoluto causados por el insaciable deseo de ganancias de los patrones. En el último siglo, esto ha significado múltiples guerras mundiales. El período de dominación de los Estados Unidos está llegando a su fin y China y sus aliados parecen cada vez más dispuestos a desafiar el puesto de líder en otra masacre global. Independientemente de qué grupo de patrones gane en un conflicto de este tipo, los trabajadores morirán por millones (¡o incluso por miles de millones!) y terminarán en el mismo estado de explotación que antes.
Esto es a menos que nosotros, la clase trabajadora, tengamos un partido comunista combativo con miles de millones de trabajadores capaces de desviar las armas de guerra de los trabajadores y acercarlas a nuestros gobernantes capitalistas, y poner el control del mundo en manos de la clase trabajadora de una vez por todas.
2024 ha sido un año de construcción del Partido Laboral Progresista para que sea ese partido. Los partidarios del PL han liderado y apoyado a los trabajadores en la lucha contra los ataques a nuestra clase, el deterioro de las condiciones de vida y el ascenso del fascismo. Y lo hemos hecho poniendo la política comunista en primer lugar, elevando la conciencia de clase y aumentando la membresía del partido, al mismo tiempo que ampliamos nuestra base.
Rivalidad interimperialista
Este año, cada día la alianza entre Estados Unidos, la OTAN y sus representantes se ha visto más enredada con sus rivales China y Rusia, y cada vez resulta más claro que Estados Unidos no tiene el control.
En 2024, el perro de ataque de Estados Unidos, Israel, ha sido testigo del incesante genocidio de los trabajadores de Gaza. La clase dirigente de Israel está furiosa por el nacionalismo, el racismo y las visiones del saqueo imperial. Estados Unidos necesita a Israel para proyectar su propio poder en el Medio Oriente, pero parece haber perdido el control sobre su aliado, quien cada vez se aísla más mientras amenaza con arrastrar a países como Irán y Líbano a un conflicto para el cual Estados Unidos no está preparado. Esto mientras Siria vuelve a estar en guerra civil y Estados Unidos ni siquiera parece tener nada en juego, como ha admitido el títere capitalista electo Donald Trump.
En Europa, la guerra entre Rusia y Ucrania continúa, y el rival de Estados Unidos, Rusia, va ganando terreno lentamente (BBC, 6 de diciembre). Los pequeños fascistas centrados en el país, como Trump, ni siquiera quieren seguir armando a Ucrania, pero los grandes fascistas, todavía encabezados por Joe Biden, no quieren perder su influencia internacional y aprobaron que Ucrania utilice misiles suministrados por Estados Unidos contra Rusia. La clase dirigente de Estados Unidos ni siquiera está unida, ya que pierde terreno en varios continentes.
Los conflictos armados se extienden por toda África. Haití ha quedado prácticamente en manos de las bandas. Los trabajadores de Sudamérica tienen que lidiar con bandas de narcotraficantes asesinas y con estados fascistas que compiten con ellas por el poder. Los gobernantes de todo el mundo luchan para decidir qué bando elegir en la guerra del mundo en desarrollo.
Un año construyendo el Partido
A medida que la situación mundial se deteriora, el Partido Laboral Progresista cree que ningún grupo de jefes, ni los jefes estadounidenses, ni los jefes chinos, ni los jefes israelíes o Hamás, ni los republicanos o los demócratas, son una solución para la clase trabajadora. ¡Todos los días debemos trabajar con los trabajadores en las calles, en nuestros trabajos y en las organizaciones de masas para construir la lucha de la clase trabajadora y construir este partido! 2024 ha sido un año para hacer precisamente eso.
El PLP se puso del lado de los trabajadores y estudiantes de todo Estados Unidos y protestó contra el genocidio en Gaza. Los miembros del PL encabezaron marchas, repartieron miles de Desafíos y organizaron seminarios y cursos de formación. Contraatacamos cuando despidieron a profesores que enseñaban a los estudiantes sobre el genocidio. Cuando los trabajadores y estudiantes organizaron campamentos en universidades de todo el país, los miembros del PL estaban allí y nos propusimos luchar junto a los trabajadores, pero también demostrarles que los trabajadores no pueden permitir que los ganen hacia el nacionalismo de ningún tipo cuando se acerca la guerra mundial.
Los organizadores del Partido y sus amigos ayudaron a liderar y estuvieron presentes en la ola de huelgas que se produjo en todo Estados Unidos y el mundo. Si bien hemos participado constantemente en luchas laborales como las de los trabajadores del transporte público en DC, los organizadores de nuestro Partido y sus amigos deben esforzarse por involucrarse más en estas luchas e impulsar una comprensión comunista de la lucha laboral, en lugar de simplemente pedir mejores salarios o beneficios para unos pocos trabajadores.
Hemos luchado contra el racismo contagioso de los patrones. Desde apoyar a los estudiantes del Kingsborough Community College (KCC) que se organizan contra el racismo antiárabe, hasta manifestarse en Springfield contra la propaganda racista antihaitianismo, hasta apoyar a los inquilinos que luchan contra los propietarios racistas en Lennox, California, el Partido ha priorizado constantemente la lucha contra el racismo. Ya sea conmemorando los 555 días de lucha por la justicia para Tyrone West o manteniendo viva la memoria de Alex Flores, Shantel Davis y muchos otros, nuestra dedicación sigue siendo firme en la prolongada lucha por construir una sociedad sin clases, antirracista y antisexista bajo la bandera comunista del PLP.
Dos momentos destacados de este año fueron, por supuesto, cuando estuvimos al lado de los partidarios del PL, amigos del partido y trabajadores en el Primero de Mayo, y cuando el Partido fue a Chicago para sumarse a las protestas contra el DNC. Si bien estas manifestaciones y grandes reuniones de amigos y camaradas ayudan a revitalizarnos, también debemos recordarnos a lo largo del año que siempre debemos presionar para que más trabajadores acudan al Primero de Mayo para demostrarles que es posible ganar a los trabajadores para el comunismo. Siempre debemos mostrarles a los trabajadores que votar por cualquier político es votar por nuestros opresores.
Un paso hacia el fascismo
El fascismo es el uso no disimulado del poder estatal por parte del estado capitalista y sus aliados para atacar a los trabajadores y sus movimientos. Los patrones usan el fascismo cuando su sistema “democrático” no les da lo que quieren. Si bien la elección de Donald Trump probablemente marcará el comienzo de nuevas políticas fascistas, como el uso del ejército para detener y deportar a millones de trabajadores inmigrantes, el fascismo está en aumento independientemente de quién sea elegido. Con la rivalidad interimperialista en aumento, los patrones estadounidenses saben que China y sus aliados tienen una clara ventaja, ya que tienen una clase trabajadora más disciplinada y obediente y una clase dominante unida. Los patrones estadounidenses seguirán intensificando las políticas fascistas mientras su falsa democracia no logre preservar su imperio.
En 2024, vimos a los patrones utilizar a la policía para derribar los campamentos de trabajadores que protestaban contra el genocidio, establecer silenciosamente “ciudades policiales” en todo el país, asesinar a trabajadores como Murod Kurdi, Jean Carlos Martínez Rivero, Win Rozario, Sonya Massey y Samuel Sharpe, y amenazar con recortar la financiación (¡tomada de los bolsillos de los trabajadores!) a la atención médica y la educación. Es importante recordar que estas son condiciones a las que los trabajadores de todo el mundo, y muchos en los Estados Unidos, ya están expuestos a diario porque el fascismo está arraigado en el capitalismo. El fascismo solo aumentará a medida que se acerque la Tercera Guerra Mundial, se agrave la catástrofe climática y surjan otras crisis creadas por el capitalismo.
2025: ¿Año de la Serpiente?
Debemos dedicarnos más que nunca a construir el Partido y adaptarnos a las nuevas condiciones fascistas en el nuevo año. Si vamos a salir victoriosos cuando los patrones intenten enviar a cientos de millones de trabajadores a la muerte durante una nueva guerra mundial y desastres climáticos, debemos exponer a las serpientes capitalistas por lo que son y movilizar a los trabajadores para que luchen por su clase. ¡Por 2025, un año de la clase trabajadora! ¡Únete al PLP!
- Information
- Imprimir
Ante los ataques, ¡nos vemos impulsados a organizarnos!
- Information
- 13 Diciembre 2024 29 visitas
El transporte público es el elemento vital de todas las grandes ciudades del mundo y millones de personas dependen de él. También es un importante empleador de trabajadores negros, que representan aproximadamente el 40 por ciento de la industria del transporte público en Estados Unidos y el 47 por ciento aquí en la ciudad de Nueva York (Gothamist, 28/2/23).
Los jefes de transporte racistas no pueden arreglar el metro
La tarifa del transporte público de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) de Nueva York ha aumentado a 2,90 dólares, como una forma de que los jefes del transporte público saquen más dinero de los trabajadores. Esto no sólo es un ataque racista a los trabajadores mediante el acoso y la discriminación de los trabajadores negros y latinos, sino que también es un método para dividir a los trabajadores del transporte público y a los pasajeros. Este método ha llevado a que la ira contra este sistema capitalista se dirija a los trabajadores del transporte público. Cuando el capitalismo está en crisis, la clase dominante no tiene una respuesta real al desempleo racista, la falta de vivienda, la salud mental y las dolencias de adicción a las drogas que crea su sistema. En respuesta a la falta de seguridad de los jefes después de que un conductor fuera brutalmente acuchillado en el cuello, los operadores de trenes y los conductores contraatacaron negándose a operar sus trenes en febrero, lo que provocó interrupciones masivas del servicio en varias líneas de metro durante un día (New York Times, 29/2).
Sindicato engaña a los trabajadores
Los patrones utilizaron su poder estatal para desplegar 1.000 policías estatales y la Guardia Nacional para patrullar el metro en respuesta a estos ataques antisociales (Politico, 7/3). El sindicato de trabajadores del transporte (TWU) Local 100 vio esto como una victoria y solicitó más policías para patrullar los andenes de las estaciones. Esto solo ha llevado a más ataques contra nuestra clase. En septiembre, los policías de tránsito dispararon a cuatro personas en una estación de metro de Brooklyn porque un trabajador negro no pagó $2.90. Uno de los transeúntes baleados ahora tiene daño cerebral permanente. Esto demuestra dos cosas: cuando los trabajadores quieren seguridad, los patrones solo usarán esa seguridad para proteger su gobierno y los policías racistas que dicen estar aquí para proteger están preparados para matar a los trabajadores para proteger ese gobierno.
El sindicato de transporte tiene una larga historia de llevar a los trabajadores a manos de los patrones, lo que es el camino hacia una mayor pobreza. Nuestro contrato actual nos ha dejado con aumentos del 3 por ciento que no se mantienen al ritmo de la inflación y una nueva forma de deducir dinero de los trabajadores si están enfermos y quieren trabajar horas extra, pero lo peor de todo es que han cambiado nuestro seguro médico una vez que nos jubilamos. Medicare Advantage es lo que los jefes han instituido para reemplazar el Medicare tradicional. Medicare Advantage deja a los trabajadores jubilados pagando más por su seguro médico con tarifas ocultas. Los trabajadores ahora también son mayoría bajo el Nivel 6 que limita lo que podemos ganar para nuestras pensiones. Además de todo esto, a muchos de nosotros en diferentes departamentos nos han reducido las horas extra, y ha habido un aumento de trabajadores subcontratados no sindicalizados que realizan los trabajos que antes eran nuestros.
Compromiso directo con los trabajadores
Recientemente me he unido a una candidata de la oposición sindical que se presenta a la presidencia del sindicato contra la dirigencia actual. Estoy tratando de ver cómo puedo usar esto como una forma de organizar a los trabajadores para contraatacar y, con suerte, luchar por una revolución comunista.
El hecho de haberme presentado contra la dirigencia sindical de la TWU me ha recordado lecciones que he aprendido de luchas pasadas: 1. No se puede confiar en nadie que se presente a la presidencia del sindicato. Si decides contraatacar, no puedes dejar nada que el sindicato o los jefes puedan usar en tu contra. 2. Trabajar con los aspirantes a dirigentes sindicales hace que los trabajadores cuestionen tus motivos, pero la campaña ha ofrecido una oportunidad para organizar a los trabajadores.
He estado yendo a diferentes lugares para reunir nombres y números de trabajadores dispuestos a luchar iniciando reuniones de trabajadores. He conseguido cerca de 40 contactos hasta ahora, con un entusiasmo que va desde una actitud de “me importa una mierda” hasta “gracias por traer la esperanza”. Muchos trabajadores son muy cínicos y no confían en mí, al menos no hasta que les dé una razón para hacerlo. Les he dicho que estas reuniones se basarán en el antirracismo y el antisexismo con el propósito de preparar la huelga. Le he dicho a la candidata por la que estoy haciendo campaña que durante nuestra campaña debemos luchar por los trabajadores ahora y no esperar hasta más tarde. Ella dijo: “No podemos hacer nada hasta que lleguemos al poder”. Habla como una verdadera jefa conspiradora. Así que me propuse decirles a los trabajadores que no importa quién gane estas elecciones; si no estamos organizados, entonces ya hemos perdido. Los resultados de las elecciones se darán a conocer a finales de mes. Las reuniones de los trabajadores comenzarán en enero. Los mantendré informados. ¡Poder para la clase trabajadora!
- Information
- Imprimir
Aplastar las deportaciones racistas: ¡los trabajadores no tienen naciones!
- Information
- 13 Diciembre 2024 30 visitas
Nueva York, 1 de diciembre – Trump fue elegido en gran parte con la promesa de llevar a cabo deportaciones masivas de trabajadores migrantes y sus familias, refugiados que buscaban cierta seguridad frente a los terroristas, las guerras civiles, los desastres climáticos, los cárteles de la droga y más. Básicamente, buscando una posición más alta frente a los peligros de las rivalidades imperialistas. Si bien Obama y Biden han llevado a cabo sus propias deportaciones masivas, y Biden y Harris cerraron la frontera y les dijeron a los refugiados: “No vengan aquí”, la campaña de Trump “Estados Unidos primero” de racismo y xenofobia abierta ganó los votos de más de 75 millones de personas, un gran paso de ganso en el camino hacia el fascismo sacado directamente del manual de Hitler.
Esto nos afecta directamente a todos, desde los profesores y estudiantes de secundaria, hasta los estudiantes y profesores universitarios, y los trabajadores de casi todos los empleos. Todo colectivo del PLP debe prepararse para enfrentar las deportaciones masivas y el uso del ejército con solidaridad internacional, audacia y valentía frente al terror fascista. Así es como se templa el acero.
Trump nombró a Tom Homan como “zar de la frontera” y a Stephen Miller como su subdirector de gabinete. Estos dos fueron los arquitectos de la política anterior de Trump de separación de familias, que implicaba separar a los niños de sus familias en la frontera. Esta vez, prometen cancelar el estatus de protección temporal para millones de inmigrantes de Haití y Afganistán, y utilizar a la Guardia Nacional para llevar a cabo arrestos masivos de inmigrantes, confinándolos en campamentos militares como parte de una “histórica operación de deportación”. Aunque una vez propuso poner fin al programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que protege a los jóvenes traídos a los Estados Unidos, Trump -que es a la vez un pequeño fascista (ver glosario en la página 6) y un gran hipócrita- afirma que está dispuesto a trabajar con los demócratas para preservar la ley, incluso mientras amenaza con anular la ciudadanía por derecho de nacimiento. Esto significaría que los hijos de inmigrantes o trabajadores migrantes nacidos en los Estados Unidos ya no recibirían automáticamente la ciudadanía (AP News, 9/12).
Recientemente, mi sindicato, el Sindicato Nacional de Escritores (NWU, por sus siglas en inglés), creó un comité para responder a estas amenazas, basándonos en lo que pudimos hacer durante el primer mandato de Trump. En ese momento, a los periodistas que cubrían la crisis fronteriza en México les confiscaron y copiaron sus dispositivos antes de que se les permitiera regresar a los EE. UU. NWU organizó un Comité Internacional y envió a sus miembros directamente a la lucha. En ese momento estábamos en la Región 9A de la UAW, y esto se convirtió en un problema entre sus 45.000 miembros. La dirección de la UAW intentó adelantarse a esto y decidió subsidiar los viajes de cualquier miembro que quisiera ir a la frontera para ayudar en la crisis.
Trabajamos en estrecha colaboración con New Sanctuary City (Nueva Ciudad de Santuario) y participamos en la escolta de los trabajadores a sus audiencias de asilo, ayudamos a completar las solicitudes de asilo y participamos en manifestaciones masivas para cerrar los centros de detención de inmigrantes y detener las deportaciones. Cuando Trump amenazó con atacar a las ciudades santuario, NWU convocó una reunión de representantes de diez sindicatos, incluidos RWDSU, LiUNA, 32BJ, PSC, NYSNA, 1199 y otros para desarrollar una respuesta laboral rápida a cualquier redada masiva en la ciudad de Nueva York. Vamos a tratar de renovar y expandir este trabajo a Los Ángeles, Tucson y Springfield, Ohio, planteando el tema en otros sindicatos locales y en los Consejos Laborales Centrales.
Algunos colectivos del Partido ya están inmersos en organizaciones de masas que realizan este tipo de trabajo. Todos podemos aprender de ellos. Cada colectivo del Partido debe desarrollar un plan para responder a la crisis que se avecina. Los trabajadores no van a darse por vencidos y hacerse los muertos ante Trump, le espera una pelea. Cuanto más nos involucremos en esta lucha, liderando con nuestra política revolucionaria, podemos construir el PLP y convertirnos en una fuerza mayor en la lucha de clases. ¡Todos a bordo!
- Information
- Imprimir
El Partido celebra la Revolución Bolchevique
- Information
- 13 Diciembre 2024 31 visitas
CHICAGO, 16 de noviembre - “Construiré la revolución luchando contra el racismo”. “Construiré la revolución luchando para que los sindicatos sean dirigidos por comunistas”. Estas fueron algunas de las promesas que compartieron los trabajadores durante la conclusión de nuestra celebración anual de la Revolución Bolchevique esta tarde en un pabellón local. Este evento celebró la primera vez en la historia en que los trabajadores, con liderazgo comunista, tomaron el poder estatal de la clase capitalista en el año 1917. Su impacto monumental se extendió por todas partes, ya que otros trabajadores de todo el mundo se sintieron inspirados a levantarse y luchar. Todavía estamos viendo la inspiración y el poder de la Revolución Bolchevique hoy y continuamos su lucha revolucionaria a través del Partido Laboral Progresista (PLP) comunista internacional.
Lecciones revolucionarias, pasadas y presentes
Fue un programa inspirador que comenzó con un compañero que leyó el poema clásico “Buenos días, revolución” del artista comunista Langston Hughes. A continuación, se realizó una representación en la que el líder bolchevique Vladimir Lenin fue transportado a la actualidad para ofrecer consejos a los jóvenes sobre el trabajo diario y la disciplina necesarios para construir el movimiento de masas por la revolución.
Escuchamos sobre la lucha de clases histórica inspirada en la Revolución bolchevique, incluso cuando los soldados se negaron a seguir luchando por los imperialistas alemanes, así como sobre un levantamiento de los trabajadores en Egipto que les permitió obtener la independencia del dominio colonial británico. Hubo debates entusiastas en las mesas sobre la acción colectiva inspiradora en la que habían participado los trabajadores. Los jóvenes trabajadores que pasaban por el pabellón después de un evento cercano incluso se detuvieron a ver el programa, ¡y les gustó lo que oyeron!
Los compañeros que han estado enfrentando censura en la Asociación Estadounidense de Salud Pública por hablar sobre el genocidio en Gaza hicieron un informe sobre su valiente acción durante la conferencia de este año (ver DESAFÍO, 27/11). Liderados por compañeros del PLP, los trabajadores de todo el país se organizaron para protestar fuera de la convención y marchar por el salón de la convención. Otros trabajadores que estaban en el salón se sintieron inspirados a unirse a la marcha. Los trabajadores están listos para unirse a un movimiento que luchará. Estos compañeros mostraron a nuestros compañeros trabajadores que seguir las reglas de los patrones nunca logrará nada significativo y la importancia de unirse con otros trabajadores.
En un momento en que los ataques a los trabajadores desde todos los frentes y a la clase dominante nos acercan cada vez más a una guerra imperialista, las lecciones de la Revolución bolchevique y saber lo que los trabajadores pueden lograr tomando el poder estatal son más importantes que nunca. En su discurso inaugural, un veterano del PL ofreció sabiduría e inspiración:
“Quiero centrarme en la belleza de la revolución. Muchas veces pensamos en la muerte, la destrucción, la miseria o el dolor y sí, eso es parte de ello, pero es por lo que lo hacemos. ¿Por qué tendríamos que pasar por algo así? La revolución bolchevique nos lo mostró. Las secuelas de esa revolución nos mostraron un atisbo de lo que podría ser el mundo si la clase trabajadora estuviera en el poder bajo los principios y el liderazgo comunistas.
“A las mujeres se les concedió el derecho al divorcio. El racismo fue abolido en la Unión Soviética. Crearon nuevas formas de arte para promover una cultura a favor de la clase obrera. Los bolcheviques se centraron en unificar a los trabajadores. Tenemos que comprometernos a reconstruir el único movimiento que puede liberar a nuestra clase, un movimiento comunista, un movimiento liderado por el Partido Laboral Progresista que liberará a nuestra clase del terror, del genocidio, del racismo, del sexismo del capitalismo global. Los capitalistas están llevando nuestro mundo al infierno y no hay un mal menor. Eso significa que tenemos que comprometernos a ser la alternativa. Tenemos que unirnos al Partido Laboral Progresista si aún no lo somos y, si lo eres, tenemos que volver a comprometernos a construir un ejército para tomar el poder estatal una vez más, para que nuestra clase pueda experimentar una vez más la belleza de la revolución comunista.”
La cultura comunista inspira a las masas
Terminamos nuestra celebración cantando el himno comunista “La Internacional”, que hizo que la multitud multirracial de trabajadores y jóvenes se pusiera de pie. Mientras los jefes racistas quieren difundir el miedo y la división entre la clase obrera internacional, nosotros los comunistas queremos difundir una cultura revolucionaria que motive a las masas a unirnos, ponerse de pie y luchar. ¡Únase a nosotros!