CHICAGO, 9 de marzo – “Cuando las personas trans están bajo ataque, ¿qué hacemos? ¡Arriba, Y Luchamos!” Una muchedumbre multirracial de docenas de estudiantes y trabajadores se reunió y marchó por el campus de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) para protestar por la decisión de la administración de permitir que la escoria fascista Candace Owens y Charlie Kirk difundan su marca de racismo y sexismo. Miembros del Partido Laboral Progresista (PLP) y nuestros amigos se unieron a la acción para apoyar la lucha y difundir la revolución comunista como la única alternativa al fascismo, la respuesta del capitalismo a una crisis en su sistema.

Owens y Kirk son organizadores de derecha y presentadores de programas de entrevistas. Viajan por los EE. UU. promoviendo el sexismo abierto, principalmente contra las trabajadoras trans. Sirven a los capitalistas estadounidenses nacionales que están representados principalmente por el Partido Republicano. Pero estos son los Pequeños Fascistas (ver Glosario, página 6).

Aunque la amenaza que presentan estos fascistas abiertos es muy real para nuestra clase, el PLP sostiene que no representan el principal peligro para los trabajadores, sino los jefes liberales del capital financiero dentro del campo del presidente Joe Biden. Estos son los Grandes Fascistas, los capitalistas financieros que quieren mantener su imperio mundial. Quieren una clase obrera unida, con el cerebro lavado por el patriotismo y dispuesta a luchar y morir en una guerra mundial para defender las ganancias de estos capitalistas. Entonces, mientras confrontamos directamente a estos racistas de alcantarilla, debemos luchar aún más fuerte contra los grandes jefes fascistas liberales y multiculturales que buscan desarmar a nuestra clase a través de políticas de identidad superficiales mientras construyen el camino hacia la unidad de todas las clases y la guerra imperialista.

En esencia, el fascismo no se trata solo de “gente malvada”, sino de las estrategias desesperadas empleadas por todos los patrones capitalistas para salvar su sistema de ganancias en crisis. Necesitamos construir nuestro Partido internacional para derrocar el sistema capitalista que finalmente da lugar al fascismo y la guerra, sin importar la apariencia o las promesas de los patrones en la cima.Lucha contra los fascistas de las alcantarillas de frente

Los estudiantes y trabajadores antifascistas y antisexistas primero se reunieron en el patio antes de marchar una corta distancia a través del campus hasta el lugar del foro. Los del PLP y nuestros amigos llegamos equipados con pancartas, un volante sobre el fascismo creciente y copias de DESAFIO para agudizar la militancia de la protesta.

Al principio, los líderes de la marcha y sus alguaciles dirigieron a los manifestantes a un sitio abierto al otro lado de la calle del foro. Pero después de un rato, suficientes participantes empujaron para estar más cerca de donde estaban entrando los fascistas de las alcantarillas. Una vez allí, pudimos enfrentarnos más directamente a los fascistas abiertos.

Los organizadores de diferentes grupos de estudiantes dirigieron cánticos y pronunciaron discursos que compartían su “decepción” de que la universidad hubiera permitido el foro. Con todo, un tono ingenuo dominó la política del evento, como si alguna vez pudiéramos confiar en los jefes universitarios (o cualquier jefe) para estar realmente del lado de los estudiantes o trabajadores.

Afortunadamente, un estudiante negro más militante tomó el megáfono y pidió una confrontación más abierta con los asesinos fascistas. Recordó experiencias recientes en las que fue arrestado mientras protestaba contra la Orden Fraternal de Policía (FOP) racista en áreas más remotas del estado. Siguieron otros oradores, destacando las conexiones con marzo de 2016, cuando una multitud multirracial de cientos de manifestantes pudieron cerrar un mitin de Donald Trump (ver DESAFÍO, 25/3/16).

Con autocrítica, nuestro contingente de militantes y amigos del PLP podría haber sido más audaz al liderar este evento. A pesar de que los manifestantes cruzaron la calle para estar más cerca, todavía había unas buenas cincuenta yardas que nos separaban de la entrada por donde entraban los pro-fascistas. La clase obrera no puede estar satisfecha con tomar la “superioridad moral” contra los soldados de infantería fascistas de la clase capitalista: ¡necesitamos organizarnos para atacarlos de frente! Como tal, debemos ser mucho menos tímidos para agudizar la lucha en estos entornos.

Los jefes capitalistas grandes y pequeños atacan a los trabajadores
El reciente aumento del discurso de odio fascista no es nada nuevo bajo el capitalismo. A medida que el sistema de ganancias atraviesa crisis tras crisis en camino a la guerra mundial, podemos esperar ver más escoria como Candace Owens y Charlie Kirk usando plataformas para convertir a sectores de la clase trabajadora en chivos expiatorios de los fracasos del capitalismo.

En la actualidad, los trabajadores LGBTQ+ son un objetivo principal para el ala de los Pequeños Fascistas (Ver Glosario, página 6) de orientación nacional de la clase dominante estadounidense a la que pertenecen Kirk y Owens. Estos Pequeños Fascistas atribuyen prácticamente todo lo malo de la sociedad capitalista a los trabajadores LGBTQ+, difamándolos maliciosamente. Al hacerlo, son directamente responsables de las tasas obscenas de violencia cometida contra los trabajadores y jóvenes LGBTQ+, en particular los trabajadores negros y latinos que son transgénero. Necesitamos luchar codo a codo como una clase unida contra los intentos de los patrones de dividirnos y atacarnos.

Sin embargo, ponerse del lado de los jefes liberales “menos malvados” en esta batalla es el beso de la muerte. Los grandes jefes fascistas aún dominantes, como los que están a cargo de Chicago y la UIC, hablan de boquilla sobre la “diversidad” y otros conceptos altruistas mientras siguen abriendo la puerta a los racistas de alcantarilla en su propio patio trasero. Nos mienten en la cara y nos apuñalan por la espalda, mientras promueven un capitalismo multirracial “más amigable”.

Al evitar una ideología fascista más abierta, pueden empaquetar una versión más insidiosa del nacionalismo procapitalista que es necesario para ganar a nuestra clase, incluidos muchos trabajadores LGBTQ+, a futuros baños de sangre contra rivales imperialistas como China y Rusia. No hay un “mal menor”: ¡todo el sistema tiene que desaparecer!

La revolución comunista es la única solución.
Para lograr una revolución comunista para deshacernos del capitalismo, necesitamos el PLP internacional de masas y nuestro propio Ejército Rojo. Los fascistas, grandes y pequeños, ya tienen una amplia ventaja para organizarse y armarse. ¡Pero no son rival para una clase obrera unida armada con política y liderazgo comunistas! ¡Únase al PLP y contraataque hoy!