Cambridge, MA, 28 de abril—El Partido Laboral Progresista marchó el Primero de Mayo aquí en la ciudad de Cambridge, donde Sayed Faisal, un joven de Bangladesh, fue asesinado por la policía el 4 de enero. Sayed estaba teniendo un episodio de enfermedad mental y su vecino llamó a la policía para pedir ayuda. En lugar de ayudar, le dispararon cinco veces en el pecho. Luego, distorsionando los hechos, el Departamento de Policía de Cambridge afirmó que él era una amenaza para la comunidad porque llevaba un cuchillo, aunque estaba claro que estaba usando el cuchillo para hacerse daño. Además, la ciudad ha puesto al policía asesino en licencia administrativa pagada y se niega a revelar su nombre. Eso, más la excesivamente larga investigación criminal, apesta a encubrimiento. Este es otro ejemplo letal de cómo los policías de gatillo fácil manejan a los trabajadores o estudiantes con problemas de salud mental. Los policías disparan primero, culpan a la víctima y reciben toda la protección del gobierno de la ciudad; mientras tanto, otro miembro de la clase trabajadora es asesinado, y su familia y comunidad quedan traumatizadas.

Nos reunimos en una plaza cercana, donde estudiantes universitarios y trabajadores recibieron calurosamente nuestros discursos militantes, volantes y DESAFÍOS. Algunas personas se unieron a nosotros mientras marchábamos, más de 30 personas, hacia el Ayuntamiento de Cambridge. Allí formamos un piquete y escuchamos discursos más militantes de nuestros camaradas y amigos condenando a los políticos liberales de Cambridge por el papel que juegan en pacificar y desarmar a la clase trabajadora. Lanzan un escudo protector alrededor de la policía y todo el sistema de injusticia fascista mientras difunden ilusiones de que el capitalismo puede ser reformado.

El asesinato policial racista es un ejemplo de cómo el capitalismo destruye la vida de los trabajadores aquí y en todo el mundo. A medida que los capitalistas estadounidenses entregan tanques a Ucrania y se preparan para una guerra más amplia para defender su imperio de ganancias en declive, recortan los servicios de salud mental y vivienda en el hogar. Es por eso que la clase dominante necesitará más fascismo y terror policial en casa para sofocar la ira de la clase trabajadora.

Nuestros cánticos de “Policías racistas, no se pueden esconder, los acusamos de genocidio” resonaron entre los trabajadores y estudiantes en la calle. Mantuvimos nuestras banderas rojas en alto y nuestra pancarta pedía aplastar el capitalismo, el racismo y las fronteras con la revolución comunista. Para lograr una sociedad justa y saludable, necesitamos destruir el capitalismo y construir el mundo comunista igualitario que representa el Primero de Mayo. Debido a que realizamos nuestro evento localmente, en lugar de unirnos a la marcha más grande en Brooklyn, organizamos con mayor vigor y ahora tenemos más potencial de crecimiento que el que hemos tenido en los últimos años. ¡Nuestro futuro es brillante si luchamos por él! ¡Únete a nosotros!