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Editorial: ICE de Biden = gestapo ¡Los trabajadores no tienen fronteras!

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25 Mayo 2023 223 visitas

Aunque la administración de Joe Biden termino con la ley 42, una ley de salud pública que fue utilizada para frenar el pedido de asilo de los migrantes a EE.UU., el abuso criminal de los trabajadores migrantes en la frontera con México continua sin freno. Biden, racista liberal sigue los pasos letales del abiertamente racista Donald Trump y el deportador-en-jefe Barack Obama. La crisis del capitalismo que desplaza a trabajadores de sus hogares, empeora. Quien quiera que sea electo como próximo títere de la Casa Blanca no cambiara esta dura realidad. Solo el comunismo – una nueva sociedad dirigida por y para la clase trabajadora - puede acabar con esta miseria masiva.

Rompiendo su promesa de campaña, en vez de crear una frontera humana, el mentiroso de Biden ha acelerado las deportaciones, prohibiendo el tránsito. Su nueva política requiere pruebas de que los migrantes han tratado de adquirir asilo, sin éxito, de cualquier país por donde pasaron en su ruta hacia EE.UU. – en la mayoría de los casos, México, donde los patrones se rehúsan a proveer condiciones seguras o un sendero razonable hacia la residencia legal. Cualquier migrante que “rompa” esta fraudulenta regla puede ser deportado y no podrá entrar a EE.UU. por cinco años. Estos trabajadores son forzados a vivir vidas completamente inestables y sufren degradación todos los días, todo por el crimen de tratar de sobrevivir.

Las jaulas que Obama construyo siguen llenas de trabajadores migrantes y sus familias, son más de cuatro mil personas las que se registran en los centros de detención de migración (Washington Post, 19/5). Trabajadores indocumentados son divididos para la deportación inmediata o enviados a refugios masivos con condiciones inhumanas. Duermen en el piso de las estaciones de policía, en Chicago, no hay camas, o en los “centros de descanso” sin duchas en Nueva York (Chicago Sun Times, 1/5). Aterrorizados, los migrantes son coaccionados a tomar empleos con salarios bajos o a aceptar posibles caminos hacia la ciudadanía que les obliga lealtad a los patrones, muchas veces, enlistándose en el ejército.

Conforme el sistema de ganancias patronal se derrumba a nuestro alrededor, lo más pesado de sus fallas recae sobre la clase trabajadora. La crisis migratoria es parte de la más extensa crisis del capitalismo global. La agudización de la rivalidad inter-imperialista y la guerra en Ucrania han hecho esta situación más desesperante para la clase trabajadora.

Nosotras, las comunistas del Partido Laboral Progresista, afirmamos que los trabajadores no tienen fronteras. Debemos luchar contra el racismo, nacionalismo, y los brutales ataques patronales contra los trabajadores migrantes. En unidad con la clase trabajadora internacional, debemos construir un movimiento comunista internacional para aplastar las fronteras patronales con la revolución comunista.

Los trabajadores son desarraigados por el capitalismo
Trabajadores migrantes han sido desarraigados por la miseria generada por el capitalismo – por el desempleo y hambre, por pandillas criminales en contubernio con los patrones, por la violencia perpetuada por este brutal sistema. En países como Guatemala, El Salvador, Venezuela, y Honduras, los trabajadores han estado luchando bajo extrema pobreza. En los últimos tres años, perdieron sus empleos debido a la pandemia de COVID y las condiciones de vida fueron corroídas por la inflación, las cuales bajaron de malas a horribles. Lo cual también ha ocurrido a la clase trabajadora en EE.UU. En la ciudad de Nueva York, el centro de riqueza más grande del mundo, la mitad de la población no tiene un salario adecuado para poder atender sus necesidades básicas (Citizens Committee for Children of New York).

Para distraer a los trabajadores de esta realidad que nos ofrece el sistema de ganancias, los patrones criminalizan la pobreza y el desplazamiento. Sus objetivos son la gente sin hogar o aquellos que se ven forzados a hacer el peligroso viaje de miles de millas para encontrar trabajo. Esta es la gente que el capitalismo considera desechable. Los gobernantes racistas han enviado un mensaje, y la mayoría de estos elementos racistas de la clase trabajadora siguen su ejemplo. Jordan Neally fue asesinado en un tren de Nueva York por demandar alimentos. Para proteger los márgenes de ganancias de los promotores inmobiliarios, se rehúsa proveer refugio a gente sin hogar en ciudades gobernadas por los liberales, donde cientos de miles de apartamentos están vacíos (City Limits, 17/11/22). Es más, existen 28 hogares por cada persona sin hogar en EE.UU. (United Way, 28/3).

La economía patronal depende de mano de obra indocumentada
El capitalismo ignora las fronteras todos los días. Ellos se pasean libremente por todo el mundo para pelear sus guerras y explotar trabajadores y materias primas. Conforme la demanda de sus economías cambia, san las fronteras para restringir o expandir el número de trabajadores migrantes que pueden entrar a sus países. Mientras tanto, los trabajadores son presas de estas líneas divisoras arbitrarias, y los utilizan como mano de obra barata y carne de cañón en sus guerras patronales.

Aun cuando los patrones atacan a trabajadores migrantes alrededor del mundo, cínicamente utilizan mano de obra indocumentada para generar ganancias. Sectores completos de la economía estadounidense se desmoronarían sin trabajadores indocumentados: “La gran mayoría (96.7%) de trabajadores indocumentados mexicanos trabajan y contribuyen a la economía, y son vitales para importantes industrias estadounidenses entre las cuales están la agricultura (11.5% de la fuerza laboral), la construcción (6.7%) y el turismo y hotelería (3.4%)” (New American Economy Report 8/3/2021).

Un sello distintivo del capitalismo en crisis es el creciente fascismo, ya que los patrones tratan de usar a ciertos trabajadores como chivos expiatorios de los fracasos de su sistema. Trump y sus multimillonarios patrocinadores construyen un movimiento atacando a trabajadores migrantes. Ahora Biden y su banda de demócratas liberales y sus propios patrocinadores multimillonarios no pueden, patéticamente, aliviar la crisis, y están siendo más trumpistas que Trump en sus ataques racistas y anti-inmigrantes. Los patrones no pueden admitir que el capitalismo no puede llenar las necesidades de los trabajadores. Conforme el mundo gira hacia la guerra mundial, ellos serán más despiadados y organizados en sus ataques.

Una clase trabajadora internacional
Los patrones capitalistas han esculpido al mundo a través de la guerra y el genocidio. Construyeron el nacionalismo para enlistar a la clase trabajadora para defender las líneas que nos acorralan y dividen. Cada frontera nacional ha sido dibujada con la sangre de los trabajadores. Manteniendo a los trabajadores luchando entre sí, la clase gobernante nos ata a su gobierno ladrón y asesino. El momento ha llegado de borrar las fronteras patronales y unir a la clase trabajadora internacional. Ha llegado el momento de acabar con el racismo, sexismo, y nacionalismo – de aplastar el capitalismo mismo.

En el PLP sabemos que los trabajadores migrantes son un elemento critico en esta lucha. Debido a sus experiencias, ellos tienen un profundo conocimiento de los horrores del capitalismo. Poseen una capacidad ilimitada para convertir su poder colectivo en una fuerza para la revolución. Debemos unirnos con trabajadores migrantes donde quiera que estemos.

Trabajadores en donde quiera, en todos lados de las fronteras, sufren de la explotación, incompetencia y brutalidad del capitalismo. El comunismo significa aplastar todas las naciones. Significa servir a un mundo, un Partido, una clase trabajadora internacional.