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Colombia: Divisiones de la clase dominante sobre el imperialismo Estados Unidos-Israel

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21 Enero 2024 173 visitas

En Colombia, el gobierno de Gustavo Petro tras la escalada del conflicto en la Franja de Gaza el pasado octubre, ha asumido una postura distinta a la mayoría de los gobiernos al negarse a condenar los ataques de Hamás, cuestionado paralelamente la incursión del ejército de Israel, mencionando además el rol de los mercenarios sionistas en la conformación del paramilitarismo en Colombia y la subsecuente ola de violencia que lleva décadas en el campo y la ciudad.

Petro ha dejado claro que propugna por un acuerdo de paz que reconozca a los dos estados. También ha dicho que rechaza que “las extremas derechas de los dos países lleven a sus sociedades a un conflicto donde todos serán derrotados” y que el gobierno colombiano respalda a la Autoridad Nacional Palestina, que está en contra de Hamás.

Este posicionamiento le ha costado a Petro la crítica de parte del sionismo y de los sectores más conservadores de la burguesía colombiana, aliada tradicional de Israel. Ante esto Gilinski, banquero de origen judío y oligarca explotador de la clase obrera en Colombia, se ha declarado consternado por las declaraciones del presidente quien comparó recientemente la intervención militar de Israel con el Holocausto, siendo la disyuntiva de respaldar a los patrones de Israel o Palestina un tema álgido que ha zanjado una brecha al interior de la burguesía nacional.

En los días recientes, esta disputa ideológica entre Petro y los defensores del estado de Israel en Colombia se ha profundizado, ante las declaraciones del presidente en donde condena los ataques del ejército de Israel a trabajadores de medios, que han dejado hasta el momento alrededor de 109 periodistas muertos y con el saludo del gobierno de Colombia a la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia, en La Haya, por la violación de disposiciones de la Convención de 1948 Contra el genocidio, por parte de ese país

Sin embargo, estas posturas liberales que ha adoptado el gobierno colombiano con respecto a uno de los conflictos más sangrientos de los últimos tiempos, en el cual se han asesinado más de 24.000 personas, en su gran mayoría obreros, no se ha traducido en medidas realmente efectivas de apoyo a la resistencia palestina, reduciéndose su papel al envío de ayuda humanitaria, al llamado a consultas a la embajadora de Colombia en Israel, al respaldo a la denuncia de Argelia a Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional y a la demanda presentada por Sudáfrica.

Así pues, resulta evidente que el apoyo de Petro se orienta hacia el gobierno palestino y no hacia la resistencia abanderada por los obreros de la franja de Gaza. De igual manera, cabe señalar que el gobierno colombiano mantiene todas las relaciones comerciales y especialmente las militares con Israel, país con el que cual se han adelantado negocios en el terreno militar en el último año, dejando el “enojo” del presidente reducido al discurso.

Petro defiende y comparte la política imperialista de los dos estados, y al servicio de esta estrategia pone su política de una conferencia de Paz para Palestina. Por su negativa a condenar a Hamás y a respaldar el genocidio ejecutado por Israel, le exigen que rompa relaciones con Israel y asuma un apoyo efectivo a Palestina; empero, ha demostrado la inconsecuencia y los límites de su política al sostener su oposición al estado de Israel solo tangencialmente, defendiendo el reconocimiento del estado palestino, dirigido por burgueses asesinos que usan el nacionalismo como una forma de control de las masas.

Aunque las protestas en oposición al sionismo que se han dado en Colombia desde hace tres meses no alcanzan la masividad de otros países como: EE. UU., Inglaterra, Francia, Nueva Zelanda y Turquía, entre otros, se ha constituido un Comité de Solidaridad con la causa palestina compuesto por activistas árabes, organizaciones políticas independientes y defensoras de derechos humanos, colectivos estudiantiles y sindicales, entre otros, los cuales han hecho un llamado a la movilización masiva en las calles , apoyando a la resistencia del pueblo palestino y dando a conocer la situación real en la franja de Gaza, la cual ha sido ocultada por los medios de comunicación internacionales y nacionales al servicio de la burguesía sionista.

Si bien muchas de estas acciones caen en el revisionismo, pues se limitan a la defensa de la constitución del estado palestino en pro de una palestina libre, pueden ser un paso inicial hacia la movilización internacional solidaria de los trabajadores en contra de las guerras patronales. No obstante, debemos tener claro que a la revolución no se llega con marchas, pues solo el comunismo logrará erradicar la violencia de estado contra la clase obrera, siendo necesario impulsar la educación comunista para lograr canalizar el potencial de las masas que se movilizan.

Desde el PLP hemos participado en reuniones, protestas y mítines adelantados por estas organizaciones, compartiendo la línea de nuestro partido y dando a conocer al Desafío. Análogamente hemos exaltado la necesidad de la solidaridad internacional, superando las ideas nacionalistas y apostando a la unión de la clase obrera, pues la condición de opresión de los trabajadores del mundo no se solucionará construyendo nuevos estados burgueses ya que solo el comunismo y su bandera roja destruirán nuestras cadenas y las fauces de la guerra.

De acuerdo con esto, nos hemos encargado de hacer una crítica acérrima al gobierno de Petro y a su blanda posición sobre este conflicto, mostrando que su simpatía recae sobre la clase alta palestina, nacionalista y opresora y no en los trabajadores víctimas de las políticas guerreristas.
Sin duda alguna, la expansión del conflicto ha llevado a que los patrones a nivel mundial escojan un bando que beneficie a sus intereses, siendo importante concientizar a los obreros sobre los peligros del nacionalismo, el fascismo liberal y la defensa de causas y guerras burguesas.

¡Por la liberación de los trabajadores y jóvenes palestinos, internacionalismo proletario!