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NEGRO Y ROJO, HISTORIA NO CONTADA, PARTE IV: LA REBELIÓN DE SANGRE ROJA DE HARLEM

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29 Marzo 2024 161 visitas

La Rebelión de Harlem de 1964 sacudió a los patrones estadounidenses. Cuando esta lucha contra el racismo, continuación de la lucha contra Jim Crow en el Sur, se extendía hacia las ciudades del Norte, también resonaba alrededor del mundo. Nuevamente el movimiento comunista ayudo a liderar e influenciar más profundamente la lucha contra el racismo en EE.UU. 

La rebelión estalla después del asesinato, a sangre fría, de un joven negro por la policía. Ocurrió en el momento en que la clase trabajadora en todo el mundo se levantaba liderada por el movimiento comunista que estaba centrado alrededor del Partido Comunista Chino. El novato Movimiento Laboral Progresista que nació del levantamiento de la clase trabajadora china, también fue moldeado por la Rebelión de Harlem.

En Julio de 1964, James Powell, de 15 años, jugaba con sus amigos en la calle frente a su escuela, en un barrio blanco de Yorkville, cuando un guardia del edificio les grita una sarta de epítetos racistas y los moja con una manguera. Al correr los chicos hacia el guardia para parar la rociada, el policía Thomas Gilligan, quien miraba desde el otro lado de la acera, arremete contra el grupo disparándole a James Powell frente a varios testigos. Inmediatamente, unos 300 estudiantes negros se plantaron alrededor del lugar del asesinato y se enfrentaron a la policía demandando el arresto de Gilligan e inspirando la rebelión. 

“Comenzó afuera de la estación de policía en Harlem, el 16 de julio, unos días después que Thomas Gilligan, un policía blanco que estaba libre ese día, le disparo y asesinó a James Powell un estudiante Afroamericano de 15 años. Le siguió dos días de protestas pacificas, el tercer día una multitud rodeo la estación de policía, pidiendo el arresto de Guilligan, y fueron recibidos por el Departamento de Policía de Nueva York a garrotazos. Los manifestantes les llovieron con botellas de vidrio, y tapas de botes de basura que los residentes lanzaban desde las azoteas. La balacera comenzó después que la policía empujara a miles de manifestantes hacia la equina de la 125 y Lenox Avenue” ” (New York’s ‘ Night Of Birmingham Horror’ Sparked A Summer Of Riots, WNYC 18/07/14). 

La rebelión comenzó semanas después que EE.UU. pasara la ley de Derechos Civiles de 1964; la respuesta de Lyndon Johnson al creciente movimiento de Derechos Civiles en el Sur. Ese movimiento y el movimiento mundial dirigido por el Partido Comunista Chino (PCC) politizaban a la clase trabajadora. La clase trabajadora china había sido victimizada por la brutalidad del imperialismo británico, japonés y estadounidense. La historia del imperialismo no se puede separar de las teorías racistas de la clase dominante británica. La victoria de la clase trabajadora en China inspiro, a los trabajadores del mundo, a rebelarse contra el imperialismo y agudizar la lucha contra el racismo. En Vietnam, la clase trabajadora estaba en proceso de derrotar al poder imperialista más grande que jamás se había visto, la maquinaria de guerra de los patrones estadounidenses. En EE.UU. aun cuando estaba derrotando la segregación legal y el racismo en el Sur, los trabajadores negros en el Norte se enfrentaban al racismo incrustado en el capitalismo liberal. 

“La arrolladora mayoría de neoyorkinos negros vieron su calidad de vida decaer, sea por la segregación escolar, segregación de vivienda, el desempleo, sueldos… [En el] periodo entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y la rebelión de 1964…Esto era el racismo norteño, muy diferente al racismo sureño, pues el norteño era mas encubierto”. Dice el emérito profesor de historia Joseph Boskin, de la Universidad de Boston. 

Boskin, quien entrevisto a la gente en Harlem después de la [rebelión], dice que las expectativas no cumplidas de los negros estadounidenses del norte comenzaban a empujarlos hacia las rutas mas militantes de cambio, a pesar de la narrativa nacional de que había progreso en las leyes del país” ( (New York’s ‘Night Of Birmingham Horror’ Sparked A Summer Of Riots, WNYC 18/07/14).

El Movimiento Laboral Progresista, precursor al PLP, creció de la rebelión y jugo un papel de liderazgo. El MLP creo una pancarta, ‘Se Busca Por Asesino – Gillian, el Policía’, que se convirtió en la bandera de la lucha de miles de personas en las calles. El MLP organizo marchas y plantones aún después que los patrones de la ciudad de NY trataran de prohibir toda actividad política. 

La clase dominante de Nueva York, quienes se consideraban patrones “decentes” en comparación a los capitalistas del Jim Crow sureño, fue sorprendida por la ira de los trabajadores negros de Harlem, quienes sufrían de una extrema desigualdad. 
“los ingresos de una familia promedio en Harlem era de $3,995 en comparación a…$6,100[en la ciudad de NY], el desempleo en Harlem era 300% mas alto que el resto de la ciudad, la calidad deficiente de la vivienda era de 48% mientras que el resto de NYC era de 15%, la mortalidad infantil era de 45.3 por 1000 nacimientos, mientras el 26.3 para el resto de la ciudad…La revista Life se lamentaba que “la única fuerza que tuvo las agallas de dar dirección política a la rebelión espontanea fue el LP.” (Progressive Labor, Vol. 10, No. 1, Agosto-Septiembre, 1975)

La Rebelión de Harlem mostro al racismo como parte del capitalismo, aun dentro del centro estadounidense más liberal: NYC. Pocas semanas después de Harlem, hubo rebeliones en Rochester, Jersey City, Chicago, y Philadelphia, y en los siguientes años, hubo grandes rebeliones en Watts (1965), Newark (1967) y Detroit (1967). Martin Luther King fue asesinado en 1968, hubo rebeliones por todo el país, trabajadores y estudiantes alrededor del mundo, en particular en Francia y Chicago, sacudieron al capitalismo. 

La clase dominante trato de ignorar las rebeliones llamándolas disturbios y desestimando la contribución y valentía de decenas de miles de trabajadores negros que tomaron parte en el movimiento. Pero aún ahora, 50 años después, la verdad sobre la Rebelión de Harlem no se ha podido borrar. 

“Parte del problema es que en el Norte, muchas de las leyes eran abiertamente discriminadoras…Hizo que fuera mas difícil justifica y argumentar que la desobediencia civil no violenta estaba justificada.” 
Así que, la creciente frustración encontró una salida en las calles, según Billy Mitchell, historiador del Teatro Apolo de Harlem.
“No solo era gente salvaje, tu sabes, y simplemente alocándose. Ellos sabían lo que hacían”…
Mirando hacia atrás, Mitchell dice que no aprueba completamente la respuesta violenta. Pero que era necesaria. 
“A veces tienes que hacer algo extraordinario o raro para que la gente lo note”, agrego. 
(In the Heat of the Summer: The Harlem Riot of 1964 and the Road to America’s Prison Crisis).

La clase dominante estadounidense respondió a las manifestaciones los movimientos anti-imperialistas masivos con terror y migajas políticas. La policía y soldados asesinaron a manifestantes de derechos civiles y a estudiantes luchando contra el racismo y la guerra en Orangeburg, SC, Jackson State, MS y Kent State, OH> 

Combinado con los ataques brutales, la clase dominante creo una serie de reformas en ciudades con más trabajadores negros. Lyndon Johnson lanzo la Guerra Contra la Pobreza, canalizando millones de dólares para crear programas comunitarios. El partido demócrata y los capitalistas norteños gastaron millones para elegir alcaldes negros por todo el país.

El FBI revivió su programa Cointelpro. Una operación encubierta que apuntaba al PLP y otros grupos para tratar de destruir el movimiento anti-imperialista. Líderes del PLP fueron arrestados y algunos fueron encarcelados, otros acosados y despedidos. A través de estas luchas y en los años desde entonces, hemos tratado de mantener la lucha contra el racismo y construir una organización integrada. 
Los trabajadores negros que han sufrido lo peor del racismo y han dirigido la lucha contra el mismo deben estar en el liderato de cualquier lucha de la clase trabajadora y el movimiento por el comunismo. No habrá progreso para la clase trabajadora sin el liderato de los trabajadores negros y una lucha masiva contra el racismo.