Miles de trabajadores, estudiantes y jóvenes marcharon por el centro de la ciudad para conmemorar el Primero de Mayo. Esta marcha se organizó varios días antes del verdadero Primero de Mayo, fijado en sábado (día de descanso local) para permitir que acudiera el mayor número posible de personas de todo el país. Trabajadores y jóvenes árabes y judíos marcharon juntos, desafiando la propaganda nacionalista del gobierno.

Ese mismo día, la policía hizo una redada en las oficinas (oficiales) del Partido Comunista en Nazaret, confiscando pancartas e intentando intimidar a los miembros del Partido para impedir o debilitar la marcha. Las tácticas de intimidación de la policía no funcionaron, y la marcha salió con banderas rojas y pancartas rojas llamando a una lucha unida contra el régimen y su ideología fascista.

Frente a la creciente represión de los últimos meses, el Partido Comunista (oficial) se ve obligado a alejarse de sus antiguas posiciones revisionistas, y las consignas fueron mucho más combativas que el año anterior.