El Partido Laboral Progresista aspira a convertirse en un partido revolucionario de masas, con decenas de miles de miembros que lideren a millones de trabajadores en una revolución socialista violenta. Sin embargo, hoy nuestro partido es muy pequeño. ¡Esto es una contradicción! Como somos un partido leninista, es importante recordar cómo los bolcheviques enfrentaron esta misma contradicción.
A principios del siglo XX, los trabajadores de Rusia sufrieron una disciplina laboral severa, condiciones inseguras y una gran pobreza. Entre 1890 y 1910, la población de San Petersburgo y Moscú casi se duplicó, lo que provocó hacinamiento y pobreza para una nueva clase de trabajadores industriales rusos. La guerra de Crimea y los conflictos posteriores provocaron escasez de alimentos en todo el vasto imperio. Una hambruna mató a 400.000 trabajadores (History.com)
En enero de 1905, una protesta de trabajadores fue respondida con disparos, matando a cientos de personas. Esta “Masacre del Domingo Sangriento” desató una revuelta y huelgas en todo el país. Se formaron los primeros “soviets” (en ruso, “consejos”) de trabajadores. En respuesta, el gobierno del zar prometió reformas, incluyendo delegados de los trabajadores en una “duma” o parlamento. Si bien muchas de estas reformas pronto serían retiradas, la clase obrera aprendió una valiosa lección. El Partido Bolchevique, dirigido por Vladimir Lenin, demostró tener razón. Las reformas fueron limitadas y temporales; era necesario derrocar todo el sistema podrido.
En el período previo a la revolución bolchevique de octubre de 1917, hubo tres períodos de auge de la lucha de clases: en 1905, de 1912 a 1914 y, a principios de 1917. En cada uno de ellos, se convirtieron en un partido de masas de decenas de miles de trabajadores y canalizaron el auge hacia una situación revolucionaria. Cada auge fue seguido (excepto el último) por un período de represión, una pausa en la lucha de clases y un repliegue político.
A pesar de las detenciones, la infiltración policial y la retirada masiva de su partido, los bolcheviques mantuvieron su labor revolucionaria ilegal durante estos períodos de retirada. Como resultado, estaban preparados para el siguiente período de ascenso. Para ver cómo lo hicieron, examinaremos estos períodos uno por uno. El presente artículo se centra en los años en torno a 1905.
Fundado en 1898, el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR) comenzó siendo un pequeño grupo de intelectuales y unos pocos trabajadores en San Petersburgo (más tarde Leningrado, hoy de nuevo San Petersburgo). La mayoría de sus dirigentes querían abrirlo a todo aquel que “se considerara miembro”. Para atraer al mayor número posible de militantes y radicales, sostenían, necesitaban un partido poco organizado que se centrara en las reformas inmediatas y restara importancia al llamado a la revolución.
El modelo del POSDR era el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), el mayor de todos los partidos de la Segunda Internacional, fundada en 1889. El SPD se basaba en sindicatos legales y contaba con muchos miembros de la pequeña burguesía.
Reformismo y traición de clase
A pesar de sus raíces en el marxismo revolucionario, el SPD trabajó a favor de reformas legales. Abandonaron el objetivo de la revolución y propusieron que el capitalismo podía ser eliminado mediante el voto o podía evolucionar gradualmente hacia el socialismo, que se consideraba un paso intermedio hacia el comunismo. La Segunda Internacional mantuvo un importante debate sobre esta cuestión. La bancarrota política del SPD se retrata en la novela de Jack London de 1907, El talón de hierro .
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, los partidos “socialistas” como el SPD abandonaron el internacionalismo y apoyaron a sus clases dirigentes, enviando a sus miembros a matar a sus hermanos de clase. En 1918, los dirigentes del SPD trabajaron con el ejército alemán para matar a los líderes revolucionarios Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, que habían abandonado el SPD y habían formado la Liga Espartaco.
Lenin y un partido de revolucionarios profesionales
Lenin insistió en un enfoque completamente diferente:
Afirmo 1) que ningún movimiento revolucionario puede perdurar sin una organización estable de líderes que mantenga la continuidad; 2) que cuanto más amplias sean las masas que se incorporan espontáneamente a la lucha… más urgente será la necesidad de tal organización, y más sólida debe ser esta organización… 3) que tal organización debe estar compuesta principalmente de personas dedicadas profesionalmente a la actividad revolucionaria… (¿Qué hacer?, 1903)
Lenin creía que “abrir las compuertas” de la militancia en el partido reforzaría el oportunismo y el reformismo. Sostuvo que la militancia debe estar dirigida por la teoría revolucionaria y abogó por el centralismo democrático, la subordinación de todos los miembros del partido a la línea revolucionaria general y por órganos de dirección del partido compuestos por revolucionarios dedicados y experimentados.
Lenin insistió en que la actividad revolucionaria era esencialmente ilegal, independientemente de lo que dijeran las leyes, y que por lo tanto era esencial desarrollar el trabajo clandestino y secreto. Los bolcheviques concentraron sus esfuerzos en organizar a la clase obrera. El joven Iósif Stalin pasó años organizando a los trabajadores en el Cáucaso y publicando materiales bolcheviques ilegales, por lo que fue exiliado varias veces a Siberia.
En 1903, el POSDR se dividió en dos facciones, la bolchevique y la menchevique. A pesar de su nombre (bolchevique significa “mayoría”), el grupo de Lenin era mucho más pequeño. En enero de 1905, había como máximo 500 bolcheviques en San Petersburgo, el centro de la industria pesada de Rusia , contra 1.500 mencheviques. Los bolcheviques eran al menos igualmente inferiores en número en la zona industrial del Cáucaso.
La “Revolución de 1905”
En 1905, en varias ciudades importantes, los trabajadores crearon “Consejos ( soviets en ruso) de Diputados Obreros”. En San Petersburgo, donde la clase obrera era la más numerosa y estaba más concentrada, los mencheviques controlaban los soviets y cooperaban con la burguesía liberal. En Moscú, sin embargo, los soviets dirigidos por los bolcheviques pasaron a la ofensiva y encabezaron una insurrección armada en diciembre de 1905 que se extendió rápidamente a otras ciudades antes de ser aplastada. Durante el mismo año, el POSDR alistó a “decenas de miles de trabajadores, estudiantes, intelectuales y otros” (Rigby) mientras la lucha de clases se expandía.
En 1906, los mencheviques, deseosos de trabajar en la falsa Duma (parlamento) del zar, querían abolir todo el trabajo revolucionario ilegal del partido. Lenin, en cambio, insistió en que este trabajo era más vital que nunca en un período de retroceso general. En junio de 1907 se produjo la “reacción de Stolypin” y el fin del liberalismo. La mayoría de los intelectuales abandonaron el partido; muchos trabajadores también lo hicieron o fueron arrestados. Los bolcheviques se quedaron con “sólo unos pocos miles de miembros” (aunque muchos eran ahora trabajadores de fábricas), de los cuales sólo unos 150 eran cuadros experimentados. Pero su disciplina y su lucha contra todo oportunismo significaron que se preservó el núcleo de futuros levantamientos.
La experiencia de 1905 demostró que un partido pequeño pero estrictamente disciplinado, con una línea política correcta, podía convertir un recrudecimiento de la lucha de clases en una situación revolucionaria, reclutando a miles de trabajadores y dirigiendo a decenas de miles en la lucha armada contra el capitalismo. También demostró que el oportunismo puede construir un partido más grande en el corto plazo, pero al final significa la derrota de los trabajadores, incluso en circunstancias favorables. La verdad de esta lección volvería a quedar en evidencia durante los momentos culminantes de la lucha de clases en 1912-14 y en 1917.
(Fuentes: Rigby, TH La membresía en el PCUS ; McNeal, La novia de la revolución ; Lenin, ¿Qué hacer? y otros escritos; Historia del PCUS(b), Curso breve ).