Refugiados, indígenas, o legalizados, nadie está a salvo de la crisis del capitalismo. En la primera semana después que el racista Donald Trump tuviera su segunda inauguración como presidente de EE.UU., más de 4,500 personas han sido arrestadas (Washington Times, 28/1). Durante el bombardeo de ataques racistas y sexistas – cancelando programas de diversidad – Trump presento más de veinte ordenes ejecutivas para deportaciones masivas. Pero, mientras Trump nos muestra su lado hitleriano, es la crisis mundial y la decadencia de la democracia liberal capitalista la que pavimenta el camino hacia un fascismo abierto.

Los próximos cuatro años pondrán más al descubierto lo podrido del imperialismo estadounidense, se intensificará el fascismo en EE.UU. y Europa, y moverá el mundo más hacia una masacre…Pero, en vez de hundirnos en la desesperación, el miedo o el cinismo, la clase trabajadora internacional ¡debe luchar! Inspirémonos en los estudiantes de San José, que salieron a protestar contra las deportaciones o en los trabajadores de Los Angles que organizan dentro de sus lugares de trabajo.  Únete al Partido Laboral Progresista y construye un movimiento multirracial, internacional para aplastar todas las fronteras y crear una sociedad comunista. 

Reinado de terror fascista

Mientras la democracia liberal se derrumba, los demócratas y republicanos desatan una horrible ola de terror racista contra la juventud y trabajadores migrantes.  Sin perder el tiempo en extender el legado de deportaciones masivas de Obama-Biden, Trump promete “lanzar la operación más grande de deportaciones” de la historia estadounidense.  Solo dos días después de su inauguración, 46 demócratas de la cámara se unieron a los republicanos para pasar la Ley Riley, la cual permite que policías racistas arresten y deporten - “sin proceso legal”- a cualquier inmigrante indocumentado acusado de robar o cualquier otro crimen menor. Pero, los criminales más violentos y peligrosos -la clase capitalista gobernante – sigue ahí, para masacrar a nuestra clase en sus guerras sin fin (ver recuadro).

Siguiendo los pasos de Joe Biden, la migra (Immigration and Customs Enforcement (ICE) de Trump, los nuevos patrulleros de esclavos, están muy ocupados desapareciendo a nuestros hermanos y hermanas de clase. Es importante recalcar que el 40% de quienes han sido deportados son trabajadores con documentación para trabajo legal y residencia (NY Times, 24/1). También está en peligro la parte de la enmienda 14 de 1868 que daba la ciudadanía los hijos de padres esclavos.  Como siempre, los ataques a trabajadores negros es el plano utilizado por los gobernantes para aterrorizar al resto de nuestra clase. 

Trump también bloqueo la aplicación CBP One mobile, que trabajadores migrantes usaban para programar sus citas con agentes de la patrulla fronteriza.  Lugares que antes serian refugios para migrantes, como escuelas, hospitales e iglesias ahora no tienen protección contra las redadas de ICE.  Y donde Biden envió a 2,500 soldados para militarizar la frontera con México, Trump acaba de agregar 1,500 más (BBC,27/1).

Los liberales la crearon, Trump la extendió

El creciente fascismo bajo Trump aumenta sobre las bases creadas durante décadas, por gobernantes liberales. Thomas Homan, el “Zar de la frontera” quien Trump escogió como su hombre en la frontera comenzó aterrorizando migrantes bajo el deportador – en- jefe Barack Obama, cuya administración construyo las escuálidas y frías jaulas que después fueron utilizadas por Trump en su primer periodo. Homan fue el arquitecto de la política “cero tolerancia” de separación de familias que traumatizo a miles de niños. Ahora Trump quito el financiamiento a organizaciones que trataban de reunir a esos niños con sus padres. ¡La crueldad patronal no tiene límites!

Para finales del año pasado, Biden había aumentado la brutalidad de ICE y acabado con el asilo, los cruces en la frontera bajaron a niveles del primer periodo de Trump. Biden termino deportando cuatro millones de trabajadores y sus hijos, más del doble que Trump (NYT 22/1).  Durante las elecciones de otoño pasado, en una cínica apuesta por mantener el poder, Kamala Harris y los demócratas fueron igual de racistas que los republicanos en su campaña sobre “seguridad fronteriza”.

El fascismo necesita chivos expiatorios

Igual que los capitalistas domésticos que apoyan a Trump, el ala principal de la clase dominante estadounidense – el capital financiero – usa a migrantes como chivos expiatorios por las fallas del capitalismo, un sello distintivo del creciente fascismo.  El fascismo emerge conforme el capitalismo decae, obliga a los patrones a gobernar a través de una dictadura mas obvia. Usa un racismo mas despiadado y violento, nacionalismo y sexismo para controlar a la clase trabajadora y a su propia clase patronal.   

El capital financiero, los patrones liberales imperialistas que dirigen el partido demócrata, trataron de usar la política de identidad para mitiga la conciencia de clase y contrarrestar la influencia comunista. Pero Trump los supero, y ahora todos cacarean la frase del presidente “Hacer América Blanca Otra Vez” y usando a los migrantes como chivos expiatorios por los fracasos del capitalismo. Mientras que racistas de alcantarilla como Trump usan el terror abiertamente, los patrones liberales son el mayor peligro porque pacifican a los trabajadores y debilitan su lucha.  Estos gobernantes del ala principal necesitan que los trabajadores anti-Trump se aferren al mito de que los liberales son “el mal menor”. Pero nosotros vemos a estos racistas, sexistas, guerreristas como lo que son---simplemente diabólicos.

Las familias refugiadas son los canarios en las minas capitalistas; los ataques patronales a estos trabajadores vulnerables y sus hijos, auguran los que le espera al resto de la clase trabajadora.  Conforme EE.UU. se mueve rápidamente hacia un fascismo abierto, las herramientas utilizadas para rastrear a migrantes hoy – incluyendo los $8 mil millones de tecnología para ICE que biden le dejo a Trump (NY Times, 24/1) – serán utilizados contra comunistas, antirracistas y anti sexistas, mañana. Primero vienen por los migrantes, después por todos quienes resistan. Pero, ¡la clase trabajadora siempre luchara! Los trabajadores ya estamos organizando para defenderse de los ¡últimos ataques de Trump!

No fronteras, no patrones

Las leyes capitalistas protegen al capitalismo, no a los trabajadores.  Los patrones moldean el mundo para controlar su mano de obra y recursos mientras nos mantienen divididos. Pero somos un mundo y una sola clase.  Los trabajadores no tenemos vela en los limites nacionales racistas de los patrones.  Tenemos que unirnos bajo una bandera, ¡la bandera roja de la revolución comunista!

Organicemos colectivos en las escuelas, barrios, y lugares de trabajo para parar estas deportaciones racistas.  Los políticos están pavimentando el camino hacia el fascismo, ¡no para salvarnos! Solo una clase trabajadora unida puede luchar para mantenernos a salvo.  Juntos construiremos un tren clandestino para proteger a los trabajadores migrantes.  Juntos construiremos un mundo que nos proteja a todos. Únete al Partido Laboral Progresista y lucha por el mundo que merecemos. Aplastemos las deportaciones racistas –  ¡Los trabajadores no tenemos nación!

El capitalismo nunca cesara el fuego

Después de 15 meses de falsa condena, la clase dominante estadounidense ha convencido al Nazi Netanyahu y seudo lideres de Hamas a aceptar un “cese al fuego”.

Pero bajo el capitalismo, nos existe el cese al fuego. Los patrones nunca dejan de competir unos con otros o aterrorizar y asesinar a nuestra clase. En los días antes del acuerdo, las fuerzas de defensa israelitas asesinaron al menos 200 trabajadores y niños en Gaza, e hirieron a mas e 264. Ahora el régimen sionista racistas ha vuelto su ira hacia Cisjordania, donde las redadas fascistas han asesinado por lo menos 10 y herido a 40 más. Desde el acuerdo, han arrestado a más Palestinos que los que han dejado libres (Aljazeera, 24/1). Trump y Biden ya dieron carta libre a los próximos ataques israelitas en Gaza.

Hasta la fecha, por lo menos 46,000 personas han sido masacradas en Gaza con bombas financiadas por EE.UU. Mas d4 2.3 millones han sido desplazados BBC, 16/1). Aquellos que regresan a casa encuentran 40 millones de toneladas de escombros tóxicos y 245,000 casas, escuelas y hospitales destruidos. Bajo los términos del bloqueo israelí, tomara unos 350 años reconstruir a gaza (AP News,22/10/24).

Nuestra clase merece algo mejor. Los valientes trabajadores y estudiantes de Palestina y el mundo seguirán luchando hasta el día en que acabemos con el sistema capitalista de una buena vez.