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Ataques antiinmigrantes en el Reino Unido: LOS TRABAJADORES NO TIENEN NACIÓN

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28 Marzo 2025 29 visitas

Las luchas de los inmigrantes en el Reino Unido están profundamente conectadas con las contradicciones más amplias del capitalismo: la opresión, la desigualdad y la superexplotación racista. El Partido Laboral Progresista afirma que estos problemas no son desgracias aleatorias, sino que las políticas migratorias y las fronteras están diseñadas para servir a los intereses de las clases dominantes nacional-imperialistas, cada vez más fascistas, desde Estados Unidos hasta Europa, y de sus socios menores en las clases dominantes de todo el mundo. El capitalismo prospera gracias a la mano de obra barata, las divisiones dentro de la clase trabajadora y la búsqueda de chivos expiatorios en los inmigrantes para desviar la atención de sus fracasos y controlar la mano de obra y los recursos.

Explotación económica y lucha de clases

El capitalismo somete constantemente a los inmigrantes a condiciones económicas de explotación. Las personas altamente cualificadas y con formación suelen verse relegadas a empleos precarios y mal remunerados. Los empleadores se aprovechan de su vulnerabilidad sometiéndolos a malas condiciones laborales y una mínima seguridad laboral. Los contratos de cero horas, el robo de salarios y los entornos laborales peligrosos afectan desproporcionadamente a los trabajadores migrantes, perpetuando un sistema que prioriza las ganancias sobre las personas.

El Partido Laboral Progresista lucha por el fin de las políticas migratorias antiobreras, por una mayor protección laboral, por la sindicalización y por la erradicación de las condiciones laborales explotadoras. La lucha de los inmigrantes es inherentemente una lucha de clases: tanto los trabajadores migrantes como los nativos deben unirse contra su enemigo común: la explotación capitalista. Sin embargo, nuestro objetivo a largo plazo es derribar todas las fronteras y luchar por un mundo comunista dirigido por y para la clase trabajadora internacional.

Retórica antiinmigrante y tácticas de divide y vencerás

Los capitalistas alimentan el sentimiento antiinmigrante para dividir a la clase trabajadora. Al culpar a los inmigrantes de los bajos salarios, la escasez de vivienda y la sobrecarga de los servicios públicos, desvían la atención de los verdaderos culpables: la avaricia corporativa, la privatización y las políticas de austeridad. La clase dominante se beneficia al enfrentar a los trabajadores entre sí en lugar de contra el sistema explotador que los oprime a todos.

El Partido Laboral Progresista se opone activamente a esta búsqueda de chivos expiatorios y defiende la solidaridad internacional de los trabajadores. Los desafíos que enfrenta la clase trabajadora en Gran Bretaña no se pueden resolver cerrando fronteras ni deportando inmigrantes, sino destruyendo el sistema capitalista que genera la desigualdad.

Controles fronterizos y el sistema de inmigración

El sistema de inmigración del Reino Unido está diseñado para servir a los intereses capitalistas, admitiendo selectivamente a trabajadores cuando es necesario, mientras que criminaliza y deporta a otros. Políticas como el “entorno hostil” empujan a los migrantes a situaciones precarias, exponiéndolos a amenazas de deportación y restringiendo su acceso a servicios esenciales como la atención médica y la educación.

Argumentamos que las fronteras funcionan como herramientas de la clase dominante para controlar la mano de obra e imponer la alienación. El Partido Laboral Progresista exige la abolición del capitalismo explotador y sus leyes de inmigración racistas, y lucha por un mundo donde todos los trabajadores, independientemente de su origen, tengan plenos derechos, incluida la ciudadanía. Esto solo se puede lograr en un mundo comunista donde todos los trabajadores del mundo ocupen el poder.

Vivienda y servicios sociales

Los inmigrantes se enfrentan a una discriminación generalizada en materia de vivienda, hacinamiento y falta de hogar. La falta de vivienda asequible no es consecuencia de la inmigración, sino de un sistema capitalista que prioriza las ganancias sobre las necesidades de las personas. La especulación inmobiliaria, la privatización de la vivienda pública y las medidas de austeridad del gobierno han alimentado una crisis de vivienda que afecta tanto a inmigrantes como a ciudadanos nativos.

Los comunistas exigen inversión estatal en vivienda social y control de alquileres, a la vez que luchan por el fin de la explotación de los propietarios. La lucha por una vivienda justa es parte esencial de la lucha más amplia contra la opresión capitalista. Bajo el comunismo, la vivienda no se alquilará ni se venderá con fines de lucro. Habrá vivienda gratuita, segura y de calidad para todos.

Racismo y represión estatal

El racismo sirve como herramienta de represión capitalista, reforzando la explotación económica y la exclusión social. La brutalidad policial, la vigilancia y la aplicación discriminatoria de las leyes migratorias se utilizan para intimidar y oprimir a las comunidades inmigrantes. Los centros de detención, las deportaciones y las restricciones a los solicitantes de asilo forman parte de la estrategia general del estado para criminalizar a los migrantes.

El Partido Laboral Progresista lucha por la destrucción de las instituciones estatales racistas y los centros de detención. Solo mediante una revolución comunista internacional, bajo la bandera del Partido Laboral Progresista, se podrá erradicar el racismo sistémico y la opresión capitalista.

¡Viva la clase obrera internacional y el Partido Laboral Progresista!