Nueva York City, Dic. 17—“Rebeldes haitianos son atacados: ¿Qué hacer?  ¡Luchar!” “¡Clinton, Preval, no pueden esconderse: se les acusa de genocidio!”   Cincuenta manifestantes cantaban estas consignas que resonaban en el consulado de Haití en Manhattan, mientras muchos trabajadores pasaban camino a sus hogares en la helada noche.  Oradores y volantes explicaban porque trabajadores haitianos tenían derecho a rebelarse en las calles frente a las tropas armadas de las NU, mientras sus condiciones se hacen cada vez más intolerables.
Haití tiene 1.3 millones sin hogar, 70% de desempleo, más de un millón de niños no van a la escuela y una epidemia de cholera que podrá afectar a 650.000 gentes (6% de la población) para el 2011.  La ayuda ofrecida después del terremoto no ha llegado a la gente y los planes de reconstrucción se hacen para obtener ganancias no para la gente.  Comparado a esto las elecciones arregladas pierden importancia. 
Nosotros alabamos a los rebeldes de Haití por mostrarles el camino a trabajadores en todos lados mientras que rebeliones similares irrumpen en toda Europa.  Como nos dijo un trabajador negro con quien hablamos sobre el racismo contra inmigrantes latinos: “¡Todo el mundo espera un cambio revolucionario!”  El plantón fue coordinado con el sindicato activista y estudiantes amigos de Haití.  Ellos incluyeron una foto y un comunicado de nuestro plantón en su conferencia de prensa en una manifestación contra la ocupación militar por MINUSTAH (sigla en ingles de Misión para Estabilizar a Haití) y por una educación pública gratis para todos. 
Nosotros repartimos el DESAFIO del 15 de Dic. Del 2010 con un artículo sobre esta campaña haitiana pro escuelas públicas y contra el plan de la Comisión de Reconstrucción de crear escuelas “chárter” a la usanza de Nueva Orleans después de Katrina.  El artículo señalaba que aun las escuelas públicas bajo el capitalismo nunca podrán llenar las necesidades de los hijos de los trabajadores. 
En esa misma edición un estudiante haitiano escribió explicando como el cholera en Haití fue probablemente introducida al país por las tropas de MINUSTAH.  Condenaba la estructura completa de las ONGes (Organizaciones no gubernamentales como la Cruz Roja o Doctores sin Fronteras) en Haití como “humanitarismo empresarial” resguardado por las fuerzas armadas imperialistas. 
Estos pequeños comienzos uniendo fuerzas de trabajadores entre Haití y EU crea la esperanza que la solidaridad internacional del viejo movimiento comunista puede ser reconstruida, con una base política más fuerte.  La única esperanza en lugares como Haití es la revitalización del comunismo liderado por el PLP.  Lo mismo es cierto en el corazón del imperialismo: EU.  El cual no sucederá sin el otro.  Trabajadores rebeldes de todos los países se necesitan unos a otros para luchar contra un sistema global.
 “¡Obreros, unidos, jamás serán vencidos!” “Les ouvriers, unis, ne seront jamais conquis!” “The workers, united, will never be defeated!”