Los trabajadores de la limpieza de un se anotaron una importante victoria reformista en la lucha de clases.   Recuperaron parte del contrato sindical (SEIU) el cual había sido temporalmente robado por los patrones racistas.  Su derecho a recibir días de enfermedad pagados.  Por más de un mes los trabajadores que habían usado sus días de enfermedad habían sido amonestados y se les había negado el sueldo por los días en que estuvieron enfermos.  Los administradores le dijeron a los trabajadores “solo pueden programar con dos semanas de anticipación para poder usar sus días de enfermedad.”   
Eso es una tontería y otra forma de tratar de evitar pagar por días de enfermedad.  En estos momentos tan difíciles, algunos trabajadores se presentan a trabajar enfermos por temor perder parte de su sueldo.  Esta era una clara violación al contrato colectivo por el cual los trabajadores de la limpieza en el aeropuerto habían luchado y hasta amenazado con hacer huelga en enero del 2010. 
Los tres turnos firmaron peticiones que el representante sindical envió al liderato.   Muchos de estos trabajadores que firmaron la petición son lectores regulares del DESAFIO.  Algunos del segundo turno tenían miedo de firmar, pero el representante sindical y otros trabajadores les dijeron que “no honrar el contrato sindical es un ataque racista a todos, y ¡debemos de luchar en contra de ello!”  Se luchó con algunos que aún no se decidían, pero al final hicieron lo correcto. 
El liderato del sindicato le pidió al representante sindical que se reunirá con ellos para encontrarse con los grandes jefes de la compañía en su oficina en la ciudad.  La delegación sindical le dijo a los patrones: “Nosotros no autorizamos ningún cambio al presente contrato.”  La delegación estaba sorprendida, al parecer el manager decidió crear dicha política porque estaba enojado con los trabajadores por haberse quejado de su trato racista contra trabajadores negros y latinos con el sindicato, y que se hiciera algo al respecto.  Ahora todos los trabajadores recibirán los salarios no pagados y se corregirán los escritos.
Lo que podemos aprender de esto es que como vivimos bajo el capitalismo los patrones tienen el poder y pueden jugar con la vida de los trabajadores cuanto les plazca.  También que los patrones nos pueden quitar o cambiar una reforma ganada aun con una larga lucha porque ellos tienen el poder, no los trabajadores.  Aun si esta política no autorizada es corregida por otro patrón más grande, ellos aún son los patrones y nosotros estamos a su disposición.  Es por eso que necesitamos una revolución comunista y una sociedad que ponga al frente las necesidades de la clase trabajadora internacional.  “¡Para cada quien según su necesidad!”  ¡Desde Paris hasta el Cairo, una revolución comunista!