Las más ingeniosas guías occidentales de mercadotecnia de alto nivel hacen todo lo posible por  erosionar la historia de la revolución dirigida por los comunistas en China.
El edificio de dos pisos, donde se fundó el Partido Comunista de China (PCCh) actualmente se encuentra totalmente fuera de lugar. Está rodeado de tiendas y restaurantes caros que atienden al turismo internacional. Este sitio histórico posee un poder aquietado, ahora convertido en pequeña isla de la historia de los trabajadores en medio de un mar de cultura occidentalizada China, junto a fotos gigantes de modelos sexy vistiendo la última moda de París y Nueva York.
Por la mañana fui a la calle Xingye, había un flujo constante de visitantes, entre ellos 20 jóvenes con el uniforme de la Fuerza Aérea China. También observé  pequeños grupos de hombres y mujeres de edad avanzada con desagrado en sus rostros y las manos callosas. Un grupo de jóvenes adultos se paró frente al emblema de la hoz y el martillo repitiendo una especie de juramento con la mano sobre su corazón.
 El vibrante capitalismo chino está en todas las partes que visité en este enorme país. Sin embargo, persisten los hechos históricos. La opción de convertirse en la potencia capitalista dominante en Asia, y pronto en el mundo, sólo está disponible para la actual clase dirigente china, porque los comunistas de la época de Mao sucumbieron al sistema explotador que viene desde hace 2000 años. Anteriores a la Revolución el 95% de los chinos eran pobres, ignorantes y sin poder. En los años posteriores a la revolución socialista de 1949 los trabajadores construyeron un nuevo país con escuelas, hospitales, fábricas y granjas que existían para servir al pueblo. Durante los primeros 25 años de la República Popular se registró el mayor avance en la alfabetización y en la esperanza de vida en un país extensamente empobrecido.
¿Cómo fue posible que los “capitalistas rojos” de la PCCh fabulosamente ricos – quienes todavía se hacen llamar comunistas –pudieron restaurar el sistema de mercado capitalista en la década de 1980? Simplemente se aprovecharon de los cimientos de la infraestructura económica y el poder humano (una generación de trabajadores desarrollada con el acceso a los servicios de alimentación, salud y educación) para iniciar su acumulación de capital. Ellos usaron y siguen usando, el prestigio del PCCh para mantener su dominio. El prestigio del Partido Comunista viene de la dirección revolucionaria que puso fin a la explotación semi-feudal y la expulsión de las fuerzas de ocupación de Japón y las potencias occidentales imperiales en 1949.  
Se aprovecharon de su posición en el C.C y se convirtieron en directores generales de empresas. En el proceso millones de chinos mejoraron su nivel de posesiones materiales asociado con la rápida industrialización, pero cientos de millones de trabajadores están siendo brutalmente explotados en condiciones infrahumanas y no tienen voz en la nueva China. “Servir al pueblo”, el lema de la década de 1950 y 1960, está muerto. “Enriquecerse es glorioso” es el nuevo orden.
La injusticia y la desigualdad están creciendo tan rápidamente como los rascacielos modernos en China. Constituyen la base objetiva de un nuevo movimiento revolucionario para el cambio social en China. A pesar de los esfuerzos del gobierno chino para controlar y distorsionar la comprensión de la gente de la historia de su país, todavía hay millones que vivieron el proceso anterior y conocen la verdad. Sabemos por las leyes del capitalismo que el aspecto rosado de la prosperidad de China no va a durar para siempre. Las contradicciones que conocemos muy bien en sociedades capitalistas maduras y decadentes como EE.UU., se desarrollarán en China durante los próximos años. Ya están cambiando los recursos para las necesidades humanas a la inversión militar a gran escala.
El PLP se conectará con los que tratan de restablecer un movimiento por el comunismo en China, como lo hemos hecho en decenas de otros países. Las necesidades de nuestra clase lo hace primordial. El poder de un movimiento mundial,  por el poder obrero y la igualdad lograrán un gran salto adelante cuando eso sucede.