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Oleoducto Keystone Un Desastre Para la Clase Trabajadora

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15 Febrero 2012 62 visitas

Los patrones de EEUU están decididos a construir el oleoducto petrolero Keystone XL de Alberta, Canadá, a Texas para aumentar sus ganancias a costa de la vida de los trabajadores y sus medios de subsistencia. En los últimos meses se han organizado  manifestaciones masivas, incluyendo el cerco a la Casa Blanca, para protestar contra este proyecto. En cualquier tubería inevitablemente hay fugas, más cuando se corroen con el tiempo y pueden contaminar todo el suministro de agua. Mientras que el flujo petrolero proyectado a través de Keystone XL será extraído con dificultad de suelos arenosos en el Noreste de Alberta, el proyecto ha llegado a ser relativamente rentable debido a la subida del precio internacional del petróleo.
Cuando Obama permita la construcción de este oleoducto trans-fronterizo (lo más probable después de las elecciones de noviembre) la clase obrera, tanto en Canadá y  EEUU saldrá perdiendo. La descontrolada y continua quema de combustibles fósiles acerca al mundo a un punto de inflexión en el que la temperatura de la tierra podría elevarse más allá de los niveles reversibles. (Vea El Comunista, Invierno 2010, “El calentamiento global impulsado por el sistema de ganancias ... el comunismo sólo puede crear un mundo sostenible” en ) Sólo tomando el poder Estatal y a través de la revolución comunista los trabajadores del mundo serán capaces de garantizar un entorno seguro para ellos y sus descendientes.
El Problema de Keystone
El petróleo de subsuelo arenoso se conoce como crudo “ácido”. Contiene elementos mucho más corrosivo que el crudo “dulce” extraído del subsuelo de grandes lagos y océanos, como los de Oriente Medio. El crudo dulce es también más fácil de extraer, pero se está agotando y los nuevos descubrimientos pueden sustituirlo. Tarde o temprano se acabarán.
Por el momento, Obama ha postergado su decisión sobre Keystone XL debido a la protesta pública liderada por fuerzas liberales en defensa del  medio ambiente, que es un importante grupo para su reelección este otoño. Pero estos mismos líderes de las manifestaciones contra el oleoducto, en especial la organización 350.org, al cantar victoria solo oscurece el resto de la historia. No dicen nada de los otros dos gasoductos, desde Alberta a EEUU que ya están en funcionamiento desde 2010: la fase Keystone 1 y  Alberta Clipper (véase el mapa, la línea punteada es la propuesta para Keystone XL) Mientras tanto, el Paraguas de la Industria Petrolera, y el Instituto Americano del Petroleo (IAP), siguen presionando, comprando y pagando a los polítiqueros para la aprobación del Keystone XL.
Debido a la demora, los patrones de Canadá están tratando de construir un oleoducto alternativo directamente al oeste hasta la costa del Pacífico para enviar el crudo a China. Pero el primer ministro Stephen Harper se enfrenta a la oposición de los ambientalistas locales en pie de guerra contra los oleoducto más aya de las montañas cerca de Vancouver (ver mapa) Tienen miedo de la posible destrucción de los bosques de Canadá y las zonas costeras por las fugas petroleras en ductos y buques cisterna.
Obama, respaldado por el IAP, afirma que el Keystone XL creará miles de empleos para los trabajadores en EEUU. Estas afirmaciones engañosas y exageradas intentan dividir a la gente preocupada por el medio ambiente y a los trabajadores desempleados, culpando a los activistas del medio ambiente por la falta de empleo. Ignorando el hecho de que los más perjudicados por daños al medio ambiente, como siempre, son los trabajadores.
El Keystone XL, al igual que la fase actual del oleoducto Keystone, está destinado a pasar por el centro de Nebraska. En cuyo subsuelo se encuentra el acuífero Ogallala, que alimente de agua potable a los estados agrícolas en el centro de EEUU. Dado que el calentamiento global por la quema de combustibles fósiles cambia los patrones de lluvias, el acuífero se está reduciendo a un ritmo acelerado. Este fenómeno amenaza con ampliar las condiciones de sequía mucho más allá de Texas  al granero de la nación. Fugas en los ductos de crudo sólo acelerarán su destrucción.
Ninguna simple reforma, como el bloqueo del Keystone XL, evitará los desastres a largo plazo planteados por el calentamiento global. Todos los capitalistas, obligados por su sistema que continuamente maximiza ganancias, ignoran el futuro más allá de sus negocios. Seguirán garantizando que sus combustibles fósiles sigan siendo altamente rentables y el principal recurso energético del mundo. Para salvar a nuestra clase y a nuestro planeta, los trabajadores del mundo tendremos que aplastar a los capitalistas en el poder y librar al mundo de la plaga capitalista para siempre.