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Manifestantes Luchan Contra Ataques Racistas de Boston Globe

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06 Julio 2012 54 visitas

Boston, junio del 2012.  Docentes, personal administrativo y alumnos del Colegio de la Comunidad de Roxbury (CCR) se manifestaron en la sede del periódico  “Boston Globe”, acusándolo de presentar informes mentirosos y racistas para desacreditar a la única universidad con mayoría de estudiantes, negros, latinos e inmigrantes en Massachusetts. Nuestras pancartas decían: “Boston Globe: vocero racista del 1%”  y “The Boston Globe, encabeza  ataque a la Educación Pública” Muchos cientos de automovilistas vieron nuestras pancartas y decenas tocaron la bocina en apoyo a nuestra lucha contra el racismo.
 Durante las dos semanas previas, “The Globe” había escrito varios artículos y editoriales acusando a la administración de la universidad por mal manejo de la ayuda financiera para estudiantes, por no publicar cabalmente estadísticas sobre la delincuencia, y por negarse a cooperar con los empresarios que querían iniciar un programa de capacitación laboral en este colegio. Si bien son ciertos algunos de estos cargos, la larga historia de mala administración en el CCR es culpa de los jefes  mucho más arriba del presidente de la universidad, Terrence Gomes, quien se retira bajo presión. Es un reflejo del abandono racista a estudiantes de clase trabajadora por la clase capitalista en Massachusetts y sus agentes en el gobierno del estado. Décadas de mala administración y corrupción en el CCR han dañado generaciones de estudiantes e han hecho a la universidad más vulnerable a los recortes.
 El momento y la forma del ataque del “Globe” ilustran cómo todos los medios de comunicación capitalista son herramientas de los mismos jefes que quieren transformar los colegios comunitarios en centros de capacitación para el trabajo que sirven a las corporaciones locales. Impulsados por la crisis económica mundial para maximizar sus ganancias, los capitalistas necesitan que todas las escuelas, desde preescolar hasta universidad, sirvan a la economía capitalista de manera más directa y eficiente. Los patrones necesitan vías educativas rígidas para producir un pequeño número de profesionales altamente calificados, un mayor número de trabajadores con formación profesional limitada, y otro gran número para llenar las filas de desempleados y reclutas militares. En línea con este plan, algunos colegios serán eliminados y otros reestructurados para dar a los trabajadores menos.
 Aunque la mayoría de los docentes y el personal administrativo de CCR están muy comprometidos con la lucha por la educación de los estudiantes, muchos de ellos tienen ilusiones sobre el papel de la administración y la propia universidad. Ellos necesitan entender el papel de clase de la CCR como una institución capitalista que contribuye a perpetuar las desigualdades racistas. El presidente Gomes obtuvo cerca de 200.000 dólares al año para atender las necesidades de los capitalistas locales. Una parte importante del trabajo del presidente es mantener el control social al pretender representar los intereses de los estudiantes, profesores y el personal. Debido al liberalismo que oscurece las diferencias de clase, muchos profesores y personal administrativo se alinean con patrones “buenos” como Gomes. Estas alianzas hacen que los trabajadores no puedan luchar en su propio interese. Como el capitalismo se desliza más y más profundamente en la  crisis, y los gobernantes a construyen el fascismo para colgarnos con su poder, utilizan el liberalismo para mantener nuestra clase dividida y débil.
  Cuando los artículos en la prensa aparecieron por primera vez, muchos profesores pensaron que la defensa de la universidad y su administración era una respuesta anti-racista. La protesta frente al “Boston Globe”, organizada por miembros y amigos del PLP, presentó una alternativa de clase frente a la línea liberal de unirse con la administración. PLPistas en el CCR tienen que trabajar más consistentemente para construir la unidad entre docentes,  personal administrativo y  estudiantes, mientras que denuncian los peligros de las reformas.