Puerto Príncipe, Haití, 12 de Noviembre - 700 estudiantes de la Universidad Estatal de Haití, estaban enardecidos por el asesinato racista de Damaël D’Haïti por la policía, un joven estudiante de leyes. Ellos se tomaron las calles, enfrentándose a la policía armada y ¡hasta en un tanque blindado!
Empezaron a las 8:00 am, varios cientos de estudiantes se reunieron en la escuela de leyes, coreando consignas que demandaban que se hiciera justicia, además de exigían calidad en la educación. Marcharon a las sedes cercanas, en donde otros estudiantes se adhirieron a la marcha, cerrándo las sedes. En cada esquina quemaron llantas y pusieron barricadas. El trafico en el centro se paralizo todo el día.
Fueron a varios campus, entre ellos una universidad privada cerca de la Estación Central de Policía, ahí, le pidieron a los estudiantes que se unieran a la marcha. Cuando regresaron a la escuela de leyes fueron recibidos por una patrulla con unos seis policías. La policía – armada hasta los dientes – trato de bloquear el camino pero se vieron forzados a retroceder, pues había muchos mas estudiantes.
Los estudiantes fueron a la Oficina del Comisionado de Policía, demandando que no se sacara de la estación al policía asesino. (La policía traslada a policías “problemáticos” para esconderlos y protegerlos.) De regreso a la escuela de leyes, aun mas molestos, los estudiantes se enfrentaron a seis MINUSTAH (Policía de las ONU que ocupa Haití desde el 2004 para reprimir estas acciones), varias patrullas y un tanque blindado.
Cuando el tanque y la policía avanzaron hacia los estudiantes, les cayo una lluvia de piedras que los estudiantes habían puesto en las calles para parar el tráfico. Se vieron obligados a retroceder un poco. Cuando el tanque avanzo, los estudiantes respondieron con mas piedras, haciéndolos retroceder otra vez.
La batalla continuo por horas, mientras los estudiantes iban de escuela en escuela. Este estallido espontaneo se convirtió en una muestra mas organizada de la angustia y odio de clase. Muchos estudiantes tomaron el liderato, muchos de ellos bajo el liderato del Partido Laboral Progresista. Jóvenes pero experimentados camaradas trabajaron junto a nuevos líderes. Se produjeron volantes, las decisiones se discutían y llevaban a cabo. Se hicieron planes para participar masivamente en la huelga de maestros al día siguiente. Los estudiantes hablaron de la revolución. Se prepara un grupo de estudio del Partido.
¿Qué provoco tanta ira? El sábado por la noche, en un concierto en la escuela de leyes, el policía, empleado por el Hospital Universitario cerca de ahí, vestido de civil, entro ilegalmente a la universidad. (La Constitución de Haití no permite que la policía entre a las universidades)
Cuando termino el concierto, había un poco de disturbios entre algunos estudiantes, pero acabo pronto. En ese momento el policía disparo contra la multitud, impactando a Damaël en la cara. Murió instantáneamente. (Nos reunimos con un estudiante, testigo del asesinato) El policía salió corriendo de la escuela y trato de esconderse en el hospital. Sin embargo los estudiantes lo siguieron y atraparon deteniéndolo hasta que llego la policía de una estación cercana, quienes se lo llevaron bajo custodia.
Par el domingo, la noticia se había regado rápidamente. Cientos de estudiantes se reunieron en la escuela de leyes para decidir sobre la acción que se tomaría. Mientras tanto, El Comisionado de Policía anuncio a propósito que el policía “no podía ser culpable” pues la policía del Hospital no carga armas. ¿Qué prueba eso? Contestaron los estudiantes, ¡la policía carga armas ilegales!
Los estudiantes decidieron movilizarse en toda la ciudad e hicieron un llamado a una acción conjunta para esta mañana. Se alistaron volantes para la distribución en los campus. Los estudiantes de Haití tienen un largo historial de lucha militante. Ellos han jurado continuar esta lucha contra el racismo y por la justicia para su camarada caído.
Trabajadores y estudiantes jóvenes negros y latinos en el mundo son considerados como carne de cañón para las guerras patronales y para la policía racista, desde Puerto Príncipe a Nueva York y más allá. Esta lucha es parte de una internacional contra la brutalidad racista policiaca en un sistema capitalista decadente. Esto podría ser la base para estropear los planes de guerras imperialistas continuas de los patrones.