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A Petraeus Lo Saco La Desavenencia de Gobernantes Sobre Guerras mas Extensas

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29 Noviembre 2012 49 visitas

Después de ayudar a masacrar a millones de iraquíes y afganos, el hecho de que el depuesto jefe de la CIA general David Petraeus le haya sido infiel a su esposa no debería de sorprender a nadie. Como sus patrones estadounidenses, los líderes militares propagan la explotación capitalista de las mujeres dentro y fuera de las fuerzas armadas.  Lo que importa es el aspecto político del escandalo, y como nos muestra el empuje del ala financiera principal de los capitalistas hacia la extensión de las guerras y el reclutamiento forzado que será necesario para llevarlas a cabo.
Las políticas de Barack Obama, sirven fielmente a la perspectiva del capital financiero de una guerra a largo plazo. Pero, aunque Obama gano un segundo periodo en la Casa Blanca, el partido republicano – a pesar de la profunda división en su base sobre la política de guerra – mantienen su mayoría en La Cámara de Representantes. Este es el contexto que revela el significado del escandalo Petraeus.
Un agente del FBI, Frederick Humphries, gancho- árabe, fue quien delato a Petraeus. (Humphries ayudo a enredar musulmanes en redadas “terroristas” aunque muy pocas tenían validez) El supo de la infidelidad de Petraeus por alguien en la alta sociedad que fraternizaba con los altos mandos en la base de Tampa del Comando Central del Pentágono, que dirige todas las operaciones militares de EEUU en el Medio Oriente. Humphries informo al Líder Mayoritario Republicano, Eric Cantor, quien es leal al ala del Partido del Te de la clase dominante de EEUU.
Petraeus sigue la costosa Doctrina ‘Fuerza Sobrecogedora’
Además de su asesinato masivo de la clase trabajadora iraquí y afgana, Petraeus obtuvo su fama creando una costosa “Doctrina Petraeus” para la guerra. A la usanza de Colin Powell, quien fuera el alto mando del Estado Mayor Conjunto (ver pagina 2), pide 25 “contrainsurgentes” soldados estadounidenses por cada 1,000 residentes de un país invadido. (Boston Globe, 28/11/07) Lo cual significa, por lo menos 750,000 tropas en Irak y un número similar en Afganistán. Los conservadores pro-Israel, quienes abogan por “una guerra barata” toleraron a Petraeus por un tiempo porque la crisis económica domestica de EEUU impedían que Obama implementara la costosa política del general.
Dos años atrás, Petraeus se convirtió en una amenaza más mordaz para la línea neo conservadora.  Como escribe la revista Atlantic, “Petraeus ve lo que la mayoría en Washington rehúsa ver: Que el desdén de un año de Israel hacia Obama inicio con la campaña Palestina [2010], se extendió con la victoria de Netanyahu y fue exacerbado por los asentamientos continuos…es un problema. Mas que un problema, la impunidad total de Israel por sus intransigencias se ha convertido en una desventaja para el avance de los intereses de EEUU alrededor del mundo.” (14/3/10)
Cuando Petraeus estropeo el incidente en Benghazi, permitiendo que islamitas asesinaran al embajador de EEUU en Libia y a tres matones de la CIA, el bloque U.S.-Israel se frunció, con un calculado retraso, lo cual sugiere un acuerdo geopolítico en los niveles más altos. Cantor, quien había recibido $5 millones para su campaña de Sheldon Adelson, el millonario amigo del primer ministro israelita Benjamín Netanyahu, llevo la información dañina de Humphries al jefe del FBI Robert Mueller. Pero no fue mostrada a otros lideres republicanos, quienes pudieran usarla para entorpecer la re-elección de Obama.
Una posibilidad es que la información pudo haber sido escondida para obtener la bendición de Obama a la matanza de Netanyahu en Palestina. A su vez Obama pudo haber recibido una promesa de los republicanos de no repetir el fiasco de la elección Bush-Gore del 2000. Esa pelea sucia arrastro la elección presidencial por semanas y le costó a los gobernantes de EEUU un considerable desprestigio alrededor del mundo.
Avanzando Hacia una Conscripción Forzada
Por mucho tiempo Petraeus gozo del respaldo de periodistas como Thomas Ricks, un liberal pro-Obama en la revista Política Exterior del Washington Post (FP, sigla en ingles) y un socio del Centro Para Una Nueva Seguridad Americana, grupo de expertos financieros. En un viaje de promoción de un libro que alaba a Petraeus, Ricks lamento la caída del general pero cacareo su apoyo por la promoción de impuestos de guerra y la conscripción masiva de Obama, lo cual lógicamente seguiría. “La conscripción forzada no esta en discusión. Para mi sorpresa, la misma multitud…que aplaudió al aumento de impuestos, recibió cálidamente mi sugerencia que el país se beneficiaria de algún tipo de conscripción forzada” (FP, 19/11/12)