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Crisis Del Abismo Fiscal Declara la Guerra a los Trabajadores

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13 Diciembre 2012 58 visitas

Mucho ha dicho la prensa capitalista y sus políticos sobre el “despeñadero fiscal.”  Pero la histeria sobre ese despeñadero fiscal es una creación de la clase dominante, tan imaginaria como las evasivas armas de destrucción masiva en Irak.  La fecha del despeñadero fiscal fue creada arbitrariamente por legisladores hace dos años para resolver su fabricada “crisis” de déficit que amenazaba con una reacción masiva a la economía el día en que los recortes de impuesto de Bush expiraran y entraran los masivos recortes presupuestarios.  Nos dicen que sin recortes masivos al seguro social, Medicare, seguro de desempleo y otros beneficios, el día del colapso económico es inevitable.   
En realidad, la “solución” para la “crisis” de los gobernantes, con su despeñadero fiscal, es un chantaje económico diseñado para pasar las medidas de austeridad tan repudiadas.  La clase dominante de EEUU por décadas ha estado tratando de quitarle a los trabajadores de EEUU todo lo ganado en la primera mitad del siglo 20.  Su único problema ha sido la resistencia masiva de los trabajadores de EEUU.
Una encuesta hecha la noche de la elección por Hart Research Associates, entre el 70 y el 84% de  la gente se oponía al uso del seguro social, el medicacre y seguro de desempleo para bajar el déficit;  el 68% se opone a el aumento de la edad de elegibilidad al medicare.  El 64% estaba de acuerdo en aumentar los impuestos a los ricos para enfrentar el déficit. (Esto fue confirmado por una reciente encuesta del Washington Post/ The Nation, 29/11; WP, 28/11)
¿Apañar la Deuda?
A pesar de que los trabajadores rechazan estas medidas de austeridad, aun así la clase dominante prefiere usar estas medidas para mantener a la clase trabajadora doblegada.  Tanto que son una prioridad para ambos, republicanos y demócratas.  
Un reciente articulo de la New York Magazine (30/11) revela que la clase dominante quiere forzar a la clase trabajadora a tragarse estas medidas de austeridad.  El articulo describe una coalición llamada Fix the Debt (Apañar la deuda) alrededor del economista neo-liberal Peter Paterson y lideres capitalistas de EEUU, el republicano Alan Simpson y demócrata Erskine Bowles, quienes dirigían la Comisión Nacional sobre la Responsabilidad y Reforma Fiscal de Obama, y dirigían Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley, Bank of America, Citrigroup, entre otros.  
Apañar la Deuda promociona el plan de reducción de déficit Simpson-Bowles: Un plan masivo de recortes a programas sociales para pagar el déficit creado por las guerras imperialistas y el rescate de los bancos.  El grupo ha lanzado propaganda en todas las cadenas y periódicos más importantes.  También crearon “armas ejecutivas” para ayudar a empleadores a vender su plataforma a los empleados, incluyendo cartas y presentaciones en power-point.  
Apañar la Deuda es, en los últimos 70 años, la última lucha ideológica que han presentado los gobernantes de EEUU para remplazar la conciencia de la clase trabajadora por una conciencia pro-capitalista que cambia el peso de los impuestos de los patrones a los trabajadores: desregularización, rompiendo sindicatos y destrucción de la red de seguridad social.   
Austeridad es Guerra de Clases
Las medidas de austeridad no ayudaran a la economía como proclaman los de Apañar la Deuda.  En realidad estas medidas solo reducen el crecimiento y aumentan la deuda, según la investigación de muchos reconocidos economistas entre ellos, Paul Krugman y Ha-Joon Chang (Ver, El Regreso de Economías de Depresión” y “Malos Samaritanos”).  Austeridad ataca las ideas políticas “peligrosas”, como la idea de que el estado capitalista debería hacer por lo menos un mínimo esfuerzo para aliviar los peores efectos del capitalismo o que los patrones están obligados a considerar un mínimo de seguridad en el trabajo, o el ambiente, o las deplorables condiciones laborales.  La verdadera razón por lo que los capitalistas promocionan la austeridad, es para acabar con la clase trabajadora.  
Pero los trabajadores de EEUU han resistido estos ataques.  En Wisconsin decenas de miles marcharon a la capital del estado para oponerse a las leyes anti-sindicales disfrazadas de leyes para “resolver” la crisis presupuestaria del estado.  Ataques similares en Indiana y Ohio fueron enfrentadas con protestas masivas en las calles.  El Partido demócrata tuvo que esforzarse para destruir o comprar estos movimientos de la clase trabajadora, solo para ver surgir otro movimiento contra las medidas de austeridad – Occupy Wall Street.  
El cual, al final, tuvieron que lanzar una serie de coordinadas redadas policiales desde la Casa Blanca de Obama y una serie de ataques en la prensa para acabar con el movimiento. (“Truthout,” 20/3; “CounterPunch,” 14/5) Para sobre ponerse a esta resistencia masiva a las medidas de austeridad, la clase dominante fabrico una crisis para poder pasar estas políticas impopulares.  Esta crisis ficticia empezó hace dos años, cuando la tarea del Congreso era elevar el tope de deuda, la cual fue elevada por políticos y la prensa a niveles catastróficos.  La alarma sonó y los reporteros le informaron a la clase trabajadora de EEUU que el cielo se vendría abajo si no recortaban la red de seguridad social inmediatamente.   
Pero cuando los trabajadores no lo creyeron, una nueva estrategia fue desarrollada: pasar una ley que, temporalmente, resuelva la “crisis”, la cual incluía una bomba de tiempo que garantizaba la creación de una nueva crisis dos años mas adelante: el despeñadero fiscal.  Y ahora, nuevamente, el mundo se acabara si no aceptamos que destruyan el seguro social, medicare, beneficios, desempleo, nuestros salarios, nuestros derechos laborales, y seguridad laboral, entre otros.  
La batalla sobre las medidas de austeridad prueba que toda reforma ganada por los trabajadores bajo el capitalismo enfrentara constantes ataque de la clase dominante hasta que al final sea destrozada.  Estos ataques son despiadados.  Los patrones demandaran el dominio total de la clase trabajadora, físico e ideológico.
Pero también demuestra que a pesar de las masivas propagandas, los trabajadores aun dudan del capitalismo y su lema “Todo para el capital y nada para la clase trabajadora.”  Los trabajadores están dispuestos a pelear en esta guerra de clases.  Todo lo que necesitan es un partido revolucionario comunista para desarrollar su política y dar liderato a la lucha para acabar con la explotación capitalista ¡para siempre!

Fuente adicional: Klein: The Shock Doctrine, and Harvey: A Brief History of Neoliberalism); Fones-Wolf: Selling Free Enterprise; Carey: Taking the Risk Out of Democracy