La invasión francesa etiquetada como “guerra contra el terror” en contra de Malí (15 millones de habitantes) apoyada por Estados Unidos, está dirigida a despojar a ese país de sus vastos recursos naturales. Usan la etiqueta “antiterrorista” iniciada por Bush para generar apoyo incondicional a los propósitos imperialistas encubiertos. Este ataque racista contra trabajadores inocentes en Malí es la octava ocasión en los últimos cuatro años que los imperialistas occidentales están matando musulmanes.
Los patrones franceses tienen un largo historial colonialista en Malí, y han extendido sus bases militares hasta los vecinos Níger, Chad y Burkina. De inicio enviaron 4000 soldados equipados con vehículos blindados, helicópteros de combate y 40 aviones que bombardearon el norte de Malí, esperando que se les unan 5800 efectivos de otros países capitalistas africanos.
El alcalde de Konna, dijo que de inicio, los ataques aéreos mataron a 11 civiles, entre ellos tres niños quienes se ahogaron cuando huían en un río tratando de escapar de las bombas, así como otros trabajadores y sus familias en o cerca de sus hogares. El alcalde huyó de la ciudad con su familia, reportando un “daño importante en infraestructura” (Beacon News, Irlanda, 1/15). Los bombardeos han desplazado a unas 30.000 personas.
El presidente François Hollande (socialista de palabra, capitalista de hecho) había dicho que “Francia nunca estaría en líneas de combate, sólo proporcionaría apoyo logístico, sin involucrarse” (Le Canard enchaîné, 1/23) pero además, ignoró el acuerdo de 1995 de “cooperación” militar con Malí, que estipula que “los soldados franceses no pueden participar en la preparación y ejecución de operaciones de guerra” (Canard, 1/23) es claro que los imperialistas neocolonialistas consideran este tipo de “acuerdos” como meros trozos de papel.
Otra Guerra de Obama en el Interés de la Clase Gobernante de Estados Unidos
La maquinaria de guerra de Obama está metida hasta las rodillas en esta operación francesa. No sólo han “proporcionado información a las fuerzas francesas en Malí” (Beacon News, 1/15) pero además, “El ejército de EEUU ha dispuesto de un número cada vez mayor de bombarderos no tripulados (drones), así como aviones de combate F-15 en Camp Lemonnier, que se ha convertido en una instalación clave para las operaciones antiterroristas secretas” en el Cuerno de África (Washington Post, 1/14) Todo esto es “parte de un programa de más de $ 500 millones ... para entrenar y equipar a ejércitos a través del Sahara .... Fuerzas Especiales Estadounidenses proporcionan entrenamiento a tropas de infantería en Malí, con ejercicios de puntería, patrulla fronteriza, simulacros, emboscada y otras habilidades “(New York Times, 1/25)
Más que eso, el pasado “derrocamiento del gobierno de Malí [que desestabilizó el país] fue posible gracias al entrenamiento de soldados proporcionado por Estados Unidos .... Los comandantes de las unidades elite del ejercito de esta nación, que fueron frutos de años de cuidadoso entrenamiento americano, terminaron desertando ... , con armas, carros y sus nuevas habilidades para el enemigo “(New York Times, 1/14) fue:” Un oficial entrenado por estadounidenses [quien] derrocó el gobierno electo de Malí, preparó el escenario para que más de la mitad del país cayera en manos extremistas islámicos”  (NYT)
Mientras tanto, los países de la OTAN - Canadá, Bélgica, Dinamarca y Alemania - “han apoyado públicamente la incursión francesa, prometiendo apoyo logístico” (Beacon News) Gran Bretaña ha ayudado a transportar tropas francesas a Mali y su primer ministro, David Cameron, “ha involucrado a Gran Bretaña en el conflicto de Malí sin ni siquiera esperar una supuesta consulta” (columnista Owen Jones en el British Independent, 1/14)
Esta invasión tiene poco que ver con el “terrorismo”, el cual es solo el pretexto usual para el apetito imperialista: los recursos naturales. Malí es rica en oro (el tercer mayor productor de África), diamantes, mineral de hierro, bauxita, manganeso, cobre, yeso, fosfatos, plomo, zinc y litio. Además, el “potencial petrolero de Malí ya está atrayendo importantes intereses inversionistas .... Malí ha intensificado su promoción e investigación para la exploración petrolera, la producción y las exportaciones potenciales” (Beacon News) “También podría proporcionar una ruta estratégica de transporte por el Sub-Sahara para las exportaciones de petróleo y gas para el mundo occidental” (Beacon News).
Sangre por Uranio
El interés de los patrones franceses en Malí gira en torno al uranio cuya exploración se encuentra ahora en pleno apogeo. A raíz de la crisis del petróleo de 1973, los gobernantes franceses optaron por la energía nuclear. Sus 59 reactores nucleares son lideres en el mundo. Estos reactores generan casi el 80 por ciento de su electricidad, convirtiéndose en el mayor exportador mundial neto de electricidad. Hasta ahora, Níger ha sido la principal fuente de uranio para Francia, Malí tiene un estimado de 5200 toneladas de uranio sin explotar. La población maliense ha creado organizaciones comunitarias en las zonas mineras, en protesta por la posible degradación del medio ambiente y la salida de recursos que solo benefician a los imperialistas.
Gran parte de la inestabilidad en Malí deriva directamente de la intervención de la OTAN en Libia. El pueblo Tuareg “tradicionalmente provenían del norte de Malí, e integraba en gran medida  el ejército de Muammar Gaddafi. Cuando Gaddafi fue expulsado del poder, se volvieron a su tierra natal, atacados por ser negros en la Libia “liberada” (British Independent, 1/14) Junto a ellos, vinieron “combatientes islámicos fuertemente armados, de regresó del combate en Libia” y “el gran armamento que sacaron de Libia, detonaron el colapso del gobierno central apoyado por Estados Unidos” (New York Times, 1/14, y British Guardian, 1/14) Como efecto bumeran.
El segundo mandato de Obama ha iniciado unido al presidente Francés Hollande (socialista de palabra, capitalista de hecho) en otra guerra racista-imperialista que extienden por el norte de África, con el fin de extraer los valiosos recursos naturales en beneficio de los imperialistas franceses y norteamericanos. Están matando  trabajadores negros en África, mientras sus policías racistas matan a los trabajadores negros y latinos en las calles de las grandes ciudades de Estados Unidos y los patrones franceses super-explotan trabajadores inmigrantes negros y árabes en Francia. Estas guerras racistas traen como consecuencia más austeridad y declive del nivel de vida de todos los trabajadores afectando también a los trabajadores blancos.
Sólo una revolución comunista que inicie una nueva sociedad dirigida por y para los trabajadores puede acabar con este infierno capitalista de ganancias, hambre y muerte.