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Pistola De Sistema Racista Legal De Patrones Apunta Hacia La Clase Trabajadora

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31 Enero 2013 67 visitas

Una iglesia de Brooklyn tuvo un foro sobre los problemas relacionados a las encarcelaciones masivas de minorías: el seguimiento a la lectura del libro de Michelle Alexander, ‘The New Jim Crow.’ Más de cien personas estuvieron atentas al panel de líderes comunitarios y activistas, quienes presentaron sus experiencias con las realidades de este ataque racista sistémico a las comunidades negras y latinas.  
Con la excusa de la ‘guerra a las drogas’, los patrones han creado un sistema de leyes que aparenta no ver ‘colores’ como las leyes The Rockefeller Drug, sentencia obligatoria, y los métodos de vigilancia, como el ‘parar y catear’ y vigilancia comunitaria.  Pero como estas tácticas de vigilancia se llevan a cabo casi exclusivamente en las comunidades negras y latinas, el resultado racista es que miles de personas son aterrorizadas, arrestadas y llevadas al sistema criminal de justicia.  
Ya dentro del sistema, la aplicación de las leyes racistas The Rockefeller, es decir sentencia obligatoria a discreción del procurador, hace que casi todos los defendidos que son minoría reciban periodos de prisión exagerados, en muchos de los casos por infracciones insignificantes, a diferencia de las personas ‘blancas’ quienes a veces ni son sancionados.
Un panelista que ayuda a ex presos restablecer sus vidas después de la prisión hablo sobre los problemas que se encuentran una vez liberados.  El estigma de ser ‘ex presidiario,’ la nueva palabra para identidad racial, da como resultado una vida de discriminación racial.  Empleadores, caseros, agencias de préstamos y programas gubernamentales usan el estatus de ‘ex presidiario’ para negarles empleo, vivienda, préstamos y asistencia gubernamental.  ¿Cómo puede alguien sobrevivir así? Con razón el 66% de los ex presidiarios regresan a la cárcel en menos de 3 años.  
Otra panelista de Harlem, describió varios actos de acoso y brutalidad policiaca.  Muchos residentes, especialmente hombres, son hostigados repetidamente con las tácticas de ‘parar y catear.’  En un acto inhumano la policía forzó a niños en un área pública de juegos a pararse en fila, señalándoles con una linterna encendida para que una víctima de robo pudiera reconocer al criminal.   Esto jamás hubiera sido tolerado o hubiera pasado en áreas más afluentes.  
¿Por qué está pasando esto? ¿Quién se beneficia? Algunos panelistas contestaron: Las prisiones son un gran negocio.  En algunos lugares, las prisiones son el más grande recurso económico y de empleo.  La industria usa mano de obra de la prisión y paga casi nada en sueldos, lo cual le genera inmensas ganancias.  El gobierno federal le da a las agencias de orden público equipo militar e incentivos económicos para usarlos en la lucha contra las drogas dentro de las ciudades.  Entre más arrestos hagan, mas obtienen, incluyendo los bienes confiscados. Es mucho más fácil llenar cuotas de arrestos en las comunidades minoritarias.   
Todo esto es verdad, pero un panelista dio en el blanco: El capitalismo necesita las distinciones de clase y segregación para controlar a la clase trabajadora; evitando que nos unamos y luchemos.  Los patrones necesitan chivos expiatorios como ex presidiarios minoritarios e inmigrantes indocumentados para culparlos de la miseria que sufrimos bajo el capitalismo.  Los patrones necesitan desempleados para mantener los salarios bajos de todos los trabajadores.  Encarcelando a un gran número de minorías permite que el empleo de blancos aumente de esta manera la presión sobre el patrón es menor.  
Varias soluciones reformistas fueron ofrecidas, como más dinero en la educación, capacitación, vivienda, mejor servicio de salud mental e intervención infantil.  Pero ya hemos escuchado esto antes.  El dinero no es la solución.  Necesitamos crear la unidad multirracial de la clase trabajadora, construir el partido y construir para la revolución que romper las cadenas del capitalismo.