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Escándalos de Obama Reflejan Lucha Entre Patrones de EEUU

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23 Mayo 2013 37 visitas

Tres escándalos recientes en la Casa Blanca – El manejo de los ataques a la embajada de EEUU en Libia; el uso del Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS, siglas en inglés) contra grupos políticos del Partido del Te; su espionaje a los reporteros de la Prensa Asociada (AP, siglas en inglés) – reflejan serios desacuerdos dentro de la clase dominante capitalista de EEUU.
Uno de los lados es el ala central financiera, quienes se preparan para un conflicto global a largo plazo para mantener el estatus de capos capitalistas de los gobernantes de EEUU.  Estos imperialistas liberales son representados por el nuevo Ministro de “Defensa” de Obama; Chuck Hagel, quien busca una alianza liderada por EEUU en un enfrentamiento EEUU-China (ver abajo).
Se le opone un grupo menos poderoso de capitalistas, dirigidos por los multimillonarios hermanos Koch, con una perspectiva a más corto plazo. Ellos buscan ganancias inmediatas de las inversiones domésticas, y están menos interesados en pagar por la hegemonía de EEUU en el mundo.  
Además de esta ruptura fundamental, el ala liberal tiene sus propios conflictos internos.  Se centra en que tan rápido la administración de Obama se moverá hacia el fascismo en casa mientras se prepara para la guerra imperialista.  Aun cuando están tratando de ganar aliados foráneos, los patrones están muy lejos de la unidad domestica necesaria para sus planes de guerra.  
Trabajadores en EEUU están bajo ataques brutales, empezando con recortes de sueldos – Obama le ayudo a General Motors a recortar los sueldos a la mitad – y el continuo desempleo. Los patrones han acelerado su arremetida por el máximo de ganancias explotando a trabajadores parciales y negándoles beneficios.  Los costos de cobertura de salud se han disparado para los trabajadores que afortunadamente la tienen.  El terror policial está en aumento, la policía asesina a jóvenes negros y latinos con impunidad.  Los oleoductos y gaseoductos  contaminan el ambiente; la perforación contamina las aguas en las reservas de nativos americanos.  Obama continúa marcando record con sus tropas de choque en la Agencia de Control de Inmigración y Aduana, con detenciones masivas y deportaciones de trabajadores inmigrantes.
Según el estándar de procedimiento del Partido Demócrata, estas medidas fascistas están siendo impuestas bajo una fachada liberal.  Pero “el menos malo” de Obama no es simplemente una repetición de Bill Clinton o Jimmy Carter, él está aún más a la derecha.  
La División sobre Bengasi
Muchos republicanos profesan indignación porque Obama no pudo prevenir los ataque de al Qaeda el pasado 11 de septiembre, que asesinaron al embajador de EEUU y sus guardias mercenarios en Bengasi, segunda ciudad más grande de Libia.  En realidad, su furia proviene de una disputa que se viene dando sobre estrategia.  Por un lado el ala del capital de orientación domestica que ascendió con el Presidente George W. Bush y sus achichincles principales; Donald Rumsfeld y Richard Cheney.  Este campo se orienta hacia los ataques baratos y pequeños contra enemigos como Libia e Irán.  El Senador James Inhofe (R. Okla.) lívido por el fiasco Bengasi, pide el enjuiciamiento de Obama (Business Insider 12/05/13).  También propone ataques aéreos de EEUU a Irán y Corea del Norte además de oponerse al nombramiento de Hagel pues lo considera muy suave sobre Irán.
Pero el ala central financiera, dirigida por Obama, quiere ejercitar más paciencia.  Ellos necesitan más tiempo para construir una coalición a favor de un enfrentamiento más extenso contra posibles alianzas dirigidas por China y Rusia.  Hagel se fue de su presidencia en el Concilio Atlántico, financiado por las fuerzas de Rockefeller-JP Morgan-ExxonMobil-Pentágono. Poco antes que Hagel saliera, este centro de expertos presento un reporte a favor de una coalición dirigida por EEUU que incluía a Brasil, Turquía, Indonesia, e India, para enfrentar militarmente, a China dentro de la próxima década.  
La Histeria del IRS
Un antagonismo diferente se cierne bajo el escándalo de Obama con el IRS, cuyo blanco son los grupos políticos del Partido del Te negándoles estatus de “sin fines de lucro” durante las elecciones del 2012.  Es la renuencia de los patrones menores a financiar la maquinaria de guerra de EEUU, aun cuando algunos han lucrado altamente de sus acciones.  Charles y Davis Koch, fundadores del Partido del Te son dueños de una compañía de energía que compra petróleo iraquí el cual es protegido por la armada de EEUU.  Pero a diferencia de ExxonMobil, las industrias Koch no obtienen petróleo del impugnado suelo iraquí.  Es más, las ganancias energéticas de Koch están concentradas en América del Norte, muy lejos de Asia y África, zonas de guerra de los imperialistas de EEUU.   Es por eso que el campo Koch requiere menos protección del Pentágono.  
Consideremos esta declaración del Instituto  Cato (15/5/13) controlado por Koch: “Intereses económicos son reales pero no justifican una guerra.  La estabilidad puede ser una virtud geopolítica, pero no justifica una presencia global neo-imperialista americana.” En otras palabras, los patrones dirigidos por Koch no quieren pagar por las aventura imperialistas para preservar el control internacional de los patrones de EEUU.
La fuerzas de Obama han atacado la facción del Partido del Te de Koch por su herejía anti-Exxon, de oponerse a un aumento de impuesto para la guerra.  El 21 de abril, el New York Times, principal vocero de la facción archí-imperialista de EEUU, no permitió que Koch comprara los periódicos Los Ángeles Times, Chicago Tribune, Baltimore Sun, y otros, “para mover al país hacia un gobierno más pequeño con menos regulaciones e impuestos.”  El 18 de mayo, el Times quiso promover sentimientos anti-Koch entre los ambientalistas con una historia sobre como las Industrias Koch han creado una montaña de petróleo y coca tóxicos en Detroit.  
Espionaje a la ‘Prensa Libre’
La tercera desgracia de Obama, fue la del espionaje de su administración a los reporteros de la Associated Press que reportaban sobre un complot terrorista en Yemen, desenmascarando maniobras dentro del ala liberal más importante del imperialismo de EEUU.   No les interesa que la clase trabajadora vea que tan abiertamente fascistas son los gobernantes de EEUU.  El Procurador General Eric Holder juega el papel del “policía malo,” en cuanto al espionaje, permitiendo que Obama salga airado.  La misma farsa jugo Holden en la anterior amenaza de ejecutar ciudadanos estadounidenses “terroristas” con drones.  En ambos casos el objetivo de los guerreristas de EEUU no tiene nada que ver con la justicia.  Su meta es calibrar cuanto poder brutal estatal apoyaría la clase trabajadora.
Mientras tanto, los gobernantes de EEUU encuentran que una alianza internacional los elude.  Noah Feldman, un profesor de Harvard Law, quien fuera consejero del ejército de EEUU en su invasión y ocupación de Irak, escribe: “Los Estados Unidos tendrán…que ampliar su base de aliados usando las herramientas de ideología…India es el candidato principal para la membresía…”(Foreign Policy, 16/5/13).  Feldman cuenta con el irresistible “Estilo Americano”: “El argumento más fuerte que se puede dar…es que la hegemonía china amenazaría sus libertades democráticas.”
Pero en la edición actual de Foreign Affairs, el principal diario político financiado por los capitalistas financieros, se lamenta la falta de disposición, de India,  para movilizar a su población de más de mil millones en una guerra dirigida por EEUU.  Además señala una unión más probable: “Rusia emerge como uno de los aliados geoestratégicos más importantes de China.”
Los trabajadores no tienen nada que ganar de las instituciones patronales
De lo que los patrones no hablan públicamente es la alianza crucial de nuestra clase trabajadora.  La clase trabajadora internacional, los trabajadores estadounidenses entre ellos, no tienen por qué proteger a diplomáticos de EEUU en el mundo.  Las embajadas y consulados son esencialmente  puestos remotos de la CIA, que desean proteger las ganancias corporativas de EEUU y los dictadores a su servicio.  Tambien organizan ataques y asesinatos contra fuerzas pro-obreras que luchan contra sus explotadores.  
Para los trabajadores de EEUU, el IRS es una institución patronal que sirve a los ricos, permitiéndoles mover ganancias a lugares donde no tendrán que pagar impuestos forzando a la clase trabajadora a pagar por las guerras de los gobernantes.  
Finalmente, ¡las lágrimas de cocodrilo que la Associated Press y el New York Times llora por “proteger” a sus reporteros que buscan la “verdad’ causa risa!  El papel principal de la prensa patronal es la de desviar a la clase trabajadora para que apoye el sistema de ganancias como el “mejor” sistema creado por la humanidad.  Cualquier idea progresiva que emerja será la que endose reformas a un sistema que no puede ser reformado.
Mientras los capitalistas maniobran y fragmentan, nuestra clase deberá tomar solo un lado: el de organizar por una revolución para derrocar el sistema de ganancias que crea la miseria de la clase trabajadora internacional. Ningún patrón sirve los intereses de los trabajadores de la costura en Bangladesh, o los mineros en África del Sur.  Ninguno es aliado de los inmigrantes que trabajan los campos o los trabajadores que sufren de la austeridad impuesta por los patrones en toda Europa, Asia y América Latina.  Ninguno de ellos es amigo de las decenas de millones de jóvenes sin empleo.
Por lo que luchamos
Los trabajadores no están soportando su opresión sin chistar.  Ni los trabajadores de la costura en Bangladesh quienes se han tomado las calles en protesta. Ni los mineros en África del Sur, que se han ido a la huelga contra la nueva represión del apartheid.  Ni los trabajadores de la Peugeot en huelga en Francia, o los inmigrantes del Sur de Asia que hacen huelga en Dubái.  Ni los maestros en México que se oponen a las reformas anti-obreras de los gobernantes.  Ni los trabajadores multirraciales y jóvenes en la ciudad de NY que se organizan contra los policías racistas asesinos.   
Miles de millones de trabajadores sufren de la explotación, racismo y guerras del capitalismo.  Pero cuando se arman de las ideas comunistas del Partido Laboral Progresista, tienen el poder de destruir a la pequeña clase que nos gobierna.  Ellos erigirán una sociedad sin patrones ni ganancias, dirigida por la clase trabajadora internacional con nuestros intereses de clase.