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Alboroto por Espionaje Gubernamental Impulsa Estado Policiaco a Declarar la Guerra

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19 Junio 2013 45 visitas

La gran trama sobre la vigilancia por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, siglas en inglés) nada tiene que ver con la protección de EEUU de terroristas.  Su verdadero propósito es ayudar a los patrones de EEUU a construir un estado policial domestico para desatar guerras imperialistas más extensas. La idea de que espiar las llamadas o correos electrónicos en EEUU es por “nuestro propio bien” es igual que la idea de apoyar las guerras e intervenciones por razones “humanitarias.”   Es una máscara en la arremetida imperialista por un máximo de ganancias, lo cual requiere del control de los suministros de energía y mano de obra barata.   
La meta primordial de la vigilancia patronal es acostumbrar a la gente a aceptar el terror en sus vidas diarias, desde la política racista de “detener y catear” y los asesinatos por la policía hasta el encarcelamiento masivo de prisioneros en su mayoría negros y latinos.  La militarización de las escuelas públicas – en nombre de protección contra otra masacre como en Newtown – es parte de lo mismo.  
Internacionalmente, nuestras hermanas y hermanos de clase son devastados por la guerra, en Medio Oriente y Asia del Sur, son sometidos a mucho peor.  Cada consulado de EEUU esconde una estación de la CIA lista para instigar ataques contra cualquier grupo que se oponga a las políticas imperialistas de EEUU.
Es más, el FBI y las fuerzas policiales de grandes ciudades han hecho una rutina  la vigilancia racista de mezquitas y gente en países objetivos.  No existe la privacidad bajo el capitalismo.  Los gobernantes han estado espiando a los trabajadores por 150 años, desde los huelguistas en Pinkerton del siglo 19.  En las décadas de 1950 y 1960, fue Cointelpro del FBI y las fuerzas policiales de las Escuadras Rojas.  En la actual era Bush-Obama, es “la guerra contra el terror” que ha usado la tecnología avanzada para crear un estado de vigilancia más eficiente.  
Este espionaje señala un decisivo avance  hacia el fascismo.  Está diseñado para asustar a las masas a no luchar contra los ataques y condiciones fascistas patronales.  Todos los trabajadores son vulnerables, sin importar si son “culpables” o no de un crimen.  NO es un gran salto predecir manifestantes u organizadores de huelga sean arrestados por “sospechosos” correos o llamadas telefónicas.  
Liberales Juegan en Ambos Lados
A primera vista, parece que los liberales están divididos en dos campos sobre las revelaciones de Edward Snowden de las tretas de la NSA.  Al Gore y grupos de liberales de “base” aplauden al soplón.  Según ellos desafían a Barack Obama y Bill Clinton, quienes sostiene que pueden frustrar a los terroristas solamente a través del monitoreo de las comunicaciones electrónicas de todos.  Pero en realidad ambos campos trabajan hacia la misma meta: la construcción del estado policial que los patrones necesitan para llevar a cabo sus planes de guerra.  
Snowden, Gore y compañía, en realidad han ayudado a avanzar la agenda de los guerreristas fascistas.  Al desenmascarar la NSA, han permitido que los gobernantes de EEUU socaven – y respondan – al apoyo, asentimiento u oposición de la clase trabajara a su espionaje. Inmediatamente después de la revelación sobre la NSA, la atención de los patrones se enfocó en  encuestas de opinión y no en el Congreso.  Las encuestas llegaron rápidas y furiosas, la CBS, ABC, CNN y Fox se apresuraron a preguntar a los trabajadores como se sentían sobre la vigilancia del gobierno. Pero, fue el liberal Washington Post, el primer órgano de EEUU en publicar las filtraciones, granizando un triunfo fascista en la opinión pública, especialmente entre los demócratas de la clase trabajadora:
Según la encuesta investigativa del Washinton Post, 56% de los americanos consideran  “aceptable” el acceso de la NSA a los records telefónicos de millones de americanos, mientras que el 41% le llaman a esta práctica “no aceptable.” Lo que ha cambiado es la composición partisana de quienes tienen dicha posición.   En las encuestas, el 69% de los demócratas decían que investigaciones de terrorismo, no la privacidad, debería ser la principal preocupación del gobierno, un aumento del 18% de principios de enero de 2006, cuando las actividades de la NSA bajo la administración de George Bush fueran reportadas. Comparado a ese tiempo, el enfoque de republicanos sobre  la privacidad ha aumentado 22 puntos (Slate, 11/6/13)
Estos resultados fueron exactamente lo que las pandillas  anti-guerra financiados por imperialistas esperaban, aun cuando fingían consternación.  National Public Radio (11/6/13) cito a Steven Aftergood, director del Proyecto sobre Secreto Gubernamental de la antinuclear Federación de Científicos Americanos, la cual es financiada por el multi-millonario George Soros y la Fundación Carnegie:  “los esfuerzos de Snowden de alertar al público de los peligros de tan extensa vigilancia podría ultimadamente resultar contraproducente.  La comunidad de inteligencia puede decir que no queríamos que esto se hiciera público, pero se hizo, y la gente se encogió de hombros, y ahora lo podemos tomar como un endoso explícito. Eso sería un resultado irónico.”
¿Quién Está Detrás de Todo?
Otros liberales imperialistas de EEUU jugaron un gran papel en la creación de esta revelación de la NSA.   Consideremos a Laura Poitras, quien el Nueva York Times llama “la conexión fundamental entre el antes contratista gubernamental Edward J Snowden y los escritores de The Guardian y el Washinton Post, el cual publicara estos documentos filtrados.” (15/6/13)  El año pasado el “independiente” cineasta de documentales Pitras recibió una “beca de genio” de medio millón de dólares de la Fundación MacArthur mientras trabajaba en un video sobre otro soplón de la NSA.  Robert Gallucci, presidente de MacArthur es un sirviente de por vida del imperialismo estadounidense.  Fue profesor del National War Collage y recientemente sirvió como asistente al Secretario de Estado para los Asuntos Político-Militares.  Además del cheque godo de parte de Galluci, Poitras parece haber recibido entrenamiento esencial sobre espionaje: “Ella tenía la capacidad técnica para llevar a cabo una conversación encriptada en línea con Mr. Snowden…en lo cual el insistía” (artículo del Times).
Otro “voz de la gente” falsa, esta se autonombra el “Proyecto de Responsabilidad Gubernamental” (GAP, siglas en ingles), defiende ardientemente a Snowden.  En línea con su consigna, “Protegiendo Soplones Corporativos, Gubernamentales, e Internacionales desde 1977,” la organización dice: “Snowden revelo información de un programa secreto que razonablemente, se creía ilegal.  Consecuentemente, llena la definición legal de soplón” (página web de GAP, 14/6/13). Entre las fuentes de “la gran mayoría de nuestros fondos,” según la pagina de GAP, están el ultra imperialista Fondo de la Familia Rockefeller.  
Hipocresía Incorporada
“Escandalizado,” Al Gore ex vicepresidente de Clinton, agrego su voz al coro de hipócritas denunciando el programa de la NSA: “Esto, desde mi punto de vista, viola la Constitución.  La cuarta enmienda y la primera enmienda – y el lenguaje de la cuarta enmienda esta cristalinamente claro” (Guardian, 14/8/13).  Olvídate de que la Constitución de EEUU garantizo la esclavitud.  Gore es accionista de Apple y superior consejero de Google, dos compañías que voluntariamente desvían los mensajes e información de sus clientes a la NSA.
Gore también es socio de Kleiner Perkins, una empresa de capital que se jacta de tener a Colin Powell, criminal genocida de la guerra de Irak y promotor de guerra masiva, como socio estratégico.  Al igual que la NSA, Kleiner propone comprar “internet, inalámbricos y la prensa” para usarlos contra su posible enemigo en la Tercera Guerra Mundial: China.  
Los falsos golpes de pecho sobre los límites del espionaje de los liberales es un reflejo del nuevo debate falso sobre la política de “detener y catear” del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Si Obama o Bloomberg quisieran, ellos podrían poner fin a los cateos racistas.  Pero la débil legislación federal y estatal, permite que Bloomberg  diga, “Es por nuestro propio bien” a una cada vez más complaciente audiencia.  Estos capitalistas liberales son fundamentalmente imperialistas.  Ellos engañan a la gente pareciendo criticar la injusticia mientras preparan el camino a la guerra del imperialismo de EEUU— y las severas medidas domesticas que la guerra requiere.  
¿Qué se Debe hacer?
Pero la clase trabajadora, dirigida por comunistas en el Partido Laboral Progresista, no aceptara estos ataques de rodillas.  Nosotros debemos amentar nuestros esfuerzos en el trabajo, en el ejército y en las escuelas, comunidades, e iglesias para organizar contra el terror fascista.  Debemos apuntalar que el capitalismo no puede ser reformado.  Bajo las leyes capitalistas de imperialismo, grupos nacionales rivales de patrones capitalistas inevitablemente aumentaran su opresión de la clase trabajadora en el mundo.
Solo una revolución comunista -- eliminando a los patrones y su racismo, sexismo, desempleo masivo y pobreza que emana de su sistema de ganancias – puede resolver los problemas de los trabajadores.  Un masivo PLP es necesario para lograr esta meta.  ¡Únetenos!