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Veredicto Refleja la Larga Historia de Racismo en EEUU

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18 Julio 2013 40 visitas

El vigilante George Zimmerman de Florida, acoso y asesino al desarmado joven negro Trayvon Martin.  Aun así, el 13 de julio, un jurado de la Florida lo encontró no culpable.  El hipócrita de Barack Obama, después de decir que Martin se semejaba a su imaginario hijo, bendijo el veredicto.  La ley debe ser obedecida.  Bajo el capitalismo, claro, las leyes son creadas para fortalecer el sistema de ganancias patronal.  Obama es el jefe sicario.  Zimmerman fue absuelto por un jurado de seis – y por el capitalismo.  
El gatillero no actuó como un solitario auto proclamado ejecutor.  Zimmerman, deseoso de ser policía siguió las fascistas reglas oficiales (aunque no explicitas) de la policía: a) asumir que todos los jóvenes negros y latinos son criminales; y b) disparar a voluntad.
Los policías asesinos de Nueva York son el ejemplo de la campaña de terror sistémico vertical que imitaba Zimmerman. En una grabación secreta descubierta en marzo, Christopher MacCormack, Inspector asistente, uno de los policías más importantes en el Bronx, le dijo a sus oficiales que pararan y catearan a “hombres negros de 14 a 21.” En promedio, el NYPD para y catea a todo joven negro o latino dos o tres veces al año.  En los últimos 18 meses, la policía de la ciudad ha asesinado a Ramarley Graham, Shantal Davis, y Kimani Gray, todos jóvenes y negros, sin causa alguna, también a Reynaldo Cuevas, un joven de 20 años, que trabajaba en una bodega, y había escapado de un robo a mano armada en su tienda.
Estos asesinatos racistas no solo ocurren en Nueva York, en Oakland, la policía asesino a Oscar Grant, y en Riverside California a Lamon Khiry Haslip de 18 años (quien fuera baleado por la policía estando esposado), y Antwoyn Johnson en Chicago.     
Gobernantes Racistas de EEUU Asesinan a Trabajadores en Todo el Mundo
EEUU propaga el asesinato racista internacionalmente.  Corporaciones estadounidenses como Walmart y Gap crecen con la explotación y asesinato de trabajadores de la costura en Bangladesh. Millones de trabajadores y jóvenes son víctimas de las guerras imperialistas en Irak y Afganistán.  Los aviones no piloteados son el último armamento que asesina a trabajadores civiles indiscriminadamente.  
El indignante veredicto Zimmerman refleja una intensificación de asalto racista por capitalistas de EEUU contra toda la clase trabajadora internacional.  La tasa de ganancias de los gobernantes está cayendo porque ellos están perdiendo su parte de los mercados globales, específicamente a China.  Su costosa invasión a Irak y Afganistán no está dando los resultados en petróleo y gas que ellos esperaban.  Por eso los patrones de EEUU tienen que hacer que los trabajadores, y jóvenes como Trayvon Martin, carguen con sus problemas.  Y lo hacen de dos maneras:
Recortando drásticamente los empleos, salarios y servicios sociales para apuntalar la disminución de capital
Reprimiendo rebeliones contra estos ataques, desatando el terror racista policial contra los segmentos más golpeados, la juventud negra y latina.   
Mal dirigiendo a trabajadores blancos para que culpen de sus apuros a otros trabajadores en vez de los verdaderos culpables: los capitalistas. Esta división entre trabajadores, además de la falta de lucha antirracista, permite que los patrones recorten los sueldos de trabajadores industriales negros y blancos, a la mitad.  Obama dio liderato a esta imposición de recortes en General Motors después de la toma temporal de la empresa y su ya conocido rescate.
La meta final de todo este movimiento es movilizar a la población de EEUU, motivada por ganancias, Tercera Guerra Mundial. Parar y catear y los asesinatos policiales son solo los últimos ejemplos del racismo del capitalismo estadounidense.  Estados Unidos y su crecimiento económico fueron fundados en el racismo, empezando con los asesinatos genocidas de millones de nativos americanos, siguiendo con la esclavitud de trabajadores negros en las plantaciones de algodón en el Sur, y las leyes racistas de Jim Crow, que explotaban, linchaban y asesinaban a masas de trabajadores negros después de la Guerra Civil.
No Existe Justicia Bajo el Capitalismo
Junto con la policía, las cortes son una parte integral del poder estatal de los patrones.  En el caso Zimmerman, el juez fallo que la evaluación por perfil según la raza no podía ser usada como evidencia contra el asesino racista, excluyéndola del caso.  Crear nuevas leyes no le ayudara a la clase trabajadora, ya que las leyes están creadas para proteger el sistema de ganancias a toda costa.  Tampoco elegir a “mejores” políticos cambia nada, ya que ellos, también, representan el sistema patronal y operan dentro del mismo marco.  Los líderes sindicales, quienes defienden al capitalismo y traicionan a los trabajadores que quebrantan la ley para defender sus intereses de clase, no son mejores.   
Al protestar por la absolución de Zimmerman, no debemos caer en la trampa de que nuestra principal demanda sea la “justicia” capitalista.  Si un veredicto de culpable contra Zimmerman hubiera ocurrido, o cualquier otro asesino racista, los patrones hubieran dicho “el sistema funciona:” Nosotros debemos enfocarnos en destruir el sistema de ganancias que usa el falso concepto de “raza” para manipularnos y explotarnos.  
Solo la revolución comunista puede cambiar las condiciones que la clase trabajadora enfrenta.  Solo la revolución puede acabar con el poder estatal de los patrones y la explotación del sistema de ganancias.  Solo un partido comunista revolucionario como el Partido Laboral Progresista, puede barrer a los patrones y llevar a la clase trabajadora al poder. Uniéndonos y construyendo el PLP es la respuesta duradera a los ataques patronales.  
Esclavitud Moderna
La criminalización de la clase trabajadora, especialmente negros y latinos, ha ido en aumento conforme las fortunas de los capitalistas se encogen.  En 1960, cuando el imperialismo de EEUU gobernaba al mundo, las prisiones tenían unos 350,000 presos.  Medio siglo después, con la población apenas duplicándose y el crimen violento disminuyendo agudamente, la población carcelaria se ha extendido constantemente hasta 2.5 millones.  Según el Centro por el Progreso Americano. (12/3/12)
La población carcelaria creció en un 700% desde 1970 hasta el 2005, a un nivel que ha sobrepasado el índice de crimen y población. El índice de encarcelamiento afecta desproporcionadamente a hombres de color.  1 de cada 15 hombres afroamericanos y 1 de cada 36 hombres hispanos son encarcelados en comparación con 1 de 106 hombres blancos.  
Según el libro, The New Jim Crow: Mass Incarceration in the Age of Colorblindness, de la profesora de leyes de la Universidad de Ohio State, Michelle Alexander, más hombres negros están tras las rejas o bajo palabra o a prueba que esclavizados en 1850.   
Este proceso racista no tiene nada que ver con el crimen y castigo actual.  Se deriva del conflicto económico y militar entre los poderes imperialistas.  Poco después de la Segunda Guerra Mundial, los capitalistas de EEUU controlaban 60% de la manufactura mundial.  Hoy, ha bajado en 18%, los gobernantes de EEUU no pueden ofrecer a jóvenes obreros como Trayvon Martin un empleo decente (o educación, o servicio de salud).  Los marginalizan, los paran y catean, encarcelan y asesinan.  No es coincidencia que la tasa de desempleo para los Trayvon Martins, el grupo de entre 16 y 19 años es de 44% para negros – y un nada deseable 20% para blancos.  
No te Dejes Engañar Por las Mentiras                            Racistas de los Patrones
Aun peor, los gobernantes de EEUU explotan la desigualdad que ellos mismos crean para dividir y debilitarnos con su falso concepto de “raza.”  El veredicto Zimmerman anima a los trabajadores blancos a culpar, de los males causados por el capitalismo, a los trabajadores negros.  Fomenta la mentira favorita de los patrones: que gente negra criminal, desempleada y dependiente de la ayuda pública, vacían el dinero de los impuestos pagado por la gente blanca.  La consecuente mentira es que trabajadores negros roban los trabajos de los blancos.  
La prensa de Nueva York, recientemente publicó un dudoso reporte de un hombre blanco que decía haber sido despedido de Goldman Sachs, la compañía más rica de Wall Street.  El hombre, según el periódico, entro borracho a un restaurante buscando a una pareja negra, y los insulto llamándoles “n-----s”, supuestamente por ser los culpables de su desempleo.  El hombre negro golpeo al hombre blanco, enviándolo al hospital.  La policía, claro, arresto al hombre negro y el hombre blanco desempleado se convirtió en un mártir en los tabloides.  
Desde la última vez que chequeamos, ningún trabajador, negro o blanco, dirige a Goldman.  
Convertir Resistencia en Revolución
En algún momento el veredicto racista de Zimmerman regresara a perseguir a los gobernantes de EEUU.  Los capitalistas tienen la necesidad a largo plazo de movilizar a la nación para la guerra contra sus rivales imperialistas. La liberación de un asesino racista no inspirara patriotismo en los trabajadores negros.
Aun a corto plazo, nuestra clase puede convertir estos horrendos ataques racistas en oportunidades – pero solo si nosotros construimos el Partido Laboral Progresista.  Solo la política comunista puede armar a los trabajadores para desafiar los ataques patronales.  Solo una clase trabajadora multirracial unida pude convertir los modestos avances en rebelión contra la clase dominante.  Solo un partido masivo revolucionario comunista puede, efectivamente, movilizar contra la policía racista, organizar huelgas políticas en los puntos de producción, y dirigir la arremetida para exterminar al capitalismo.
Los gobernantes temen el poder que potencialmente tiene la clase trabajadora internacional para derrocarlos.  Pero aun cuando ellos intentan usar el racismo para atacarnos y dividirnos, las rebeliones se propagan en todo el mundo.  En Brasil, Turquía, Grecia, España, y Bangladesh, millones de trabajadores se toman las calles para oponerse a los estragos e injusticias del capitalismo.  El veredicto Zimmerman desencadeno grandes manifestaciones en por lo menos diez ciudades de EEUU.
Nosotros debemos convertir esa resistencia en ataques al capitalismo, presentando el llamado a la revolución comunista como la única solución para nuestra clase.  Esto solo lo podremos lograr con un masivo Partido Laboral Progresista, con millones de trabajadores para dirigir a la clase trabajadora hacia esa meta.  ¡Únetenos!