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Israel-Palestina: 40,000 Trabajadores Beduinos Golpean Los Desalojos Racistas

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20 Septiembre 2013 47 visitas

Tel Aviv, 31 de agosto – Un grupo multiétnico de 1,500 manifestantes marcharon en Tel Aviv central hoy para demandar la cancelación de la Ley racista de Prawer. La esencia de esta ley es el robo de la tierra de cientos de miles de obreros Beduinos para beneficiar los magnates de finca raíz de E.U. y sus aliados en la clase gobernante israelí. Las manifestaciones pidieron el reconocimiento de las aldeas beduinas y por la abolición de los planes del gobierno de demoler, remover y robo de terreno. Muchos manifestantes alzaron la bandera roja de los obreros para desafiar el régimen fascista israelí.
Aunque los beduinos son 30 porciento de la población de Néguev, el desierto en el sur de Israel-Palestina, sus aldeas contienen solo el 3% del área de tierra de la región. Bajo la ley Prawer, que fue pasada por el israelí Knéset en julio, la “solución” capitalista del gobierno al “problema” de los asentamientos Beduinos es un desalojo masivo de 40,000 obreros y campesinos Beduinos. Serian reasentados en guetos “reconocidos” donde el desempleo es de 50% y donde 60% de la población vive bajo la línea de la pobreza.
El terreno confiscado, mientras tanto, será usado para construir nuevos barrios para los ricos. La Administración de Tierras de Israel ignora el hecho que muchos Beduinos tienen el titulo de propiedad su terreno - ¡tanto por el principio sagrado de los capitalistas de la “propiedad privada”!
Sionismo = Robo       
Esta es una guerra provocada, por las fuerzas del régimen enfrentadas en contra de la clase obrera. También refleja la misma ley colonialista que viene desde el nacimiento del sionismo moderno en 1882. Los sionistas hicieron su movimiento en Nakba de 1948, cuando 750,000 palestinos fueron deportados de lo que ahora es el Estado Israelí. Ellos consolidaron su control en confiscaciones violentas del “Día de laTierra” en 1976, y en el asesinato de 13 árabes palestinos por policías en octubre 2000.
La esencia del sionismo se puede resumir en una oración: la mayoría de judíos posibles en la mayoría de terrenos posibles, los menos árabes posibles en el menor terreno posible. Desde los días de Rothschilds, los sionistas han deportado y robado a los palestinos nativos por el beneficio del proyecto colonial sionista y las ganancias de los patrones del sionismo: E.U. y los capitalistas de Europa. Incluso mientras el régimen llora por el supuesto “robo de terrenos abiertos” por los Beduinos, le da propiedad privada a granjas de capitalistas. Después del establecimiento del Estado Israelí, los asentamientos judíos conocidos como kibbutzim y moshavim se beneficiaron de sus lazos fuertes al partido de Laborista de Israel, que estaba en el poder hasta 1977.
Pero residentes de los Pueblos en Desarrollo, los barrios pobres construidos por el estado donde los judíos de origen del Medio Oriente fueron mandados a vivir, recibieron terrenos y recursos mínimos. Simplemente robaron a  los palestinos, incluyendo los beduinos.
Billonarios se Benefician, Campesinos Mueren de Hambre
Entre los beneficiarios del robo del terreno beduino es Ronald Lauder de Nueva York, el heredero multimillonario del imperio de los cosméticos Estee Lauder y presidente del Congreso Mundial Judío (lea: Sionista) y Irvin Moskowitz, el magnate de casinos en Miami quien está detrás del robo de las casas  palestinas en Jerusalén Este y el resto del país. Lauder se sienta en una fortuna de $3.3 billones mientras sus sirvientes en el Fondo Nacional Judío desalojan obreros y campesinos de sus terrenos para plantar los “Embajadores de Bosques” en Néguev. Lauder y su pelaje están siguiendo los pasos de la clase gobernante de E.U., que deporto indígenas americanos de sus terrenos en un genocidio que tomo millones de vidas.
Obreros judíos en Israel-Palestina, que ahora están sufriendo una crisis severa de hogares, no ganaran nada de esta toma de terrenos. De hecho, solo perderán. Las ideas racistas empujadas por el gobierno dividen obreros judíos y árabes, permitiéndoles a los patrones capitalistas a que nos controlen a todos. El mismo gobierno roba los obreros beduinos del derecho de vivir en los terrenos de sus ancestros también roba a obreros judíos del derecho de tener un techo sobre sus cabezas. La lucha de reconocer aldeas “no reconocidas”, y de darle la tierra a sus arados de cincel, es la misma lucha por hogares públicos y por hogares para todos.
Es el momento correcto para que árabes y judíos y cristianos, para que obreros y campesinos quienes viven entre el Jordán y el Mediterráneo, de tomar nuestro destino y acabar con el asesino sistema de ganancias que solo le sirve a los grandes patrones. Luchemos por pan en cada mesa de los obreros, por terreno para cada campesino, por paz entre los grupos étnicos y una guerra de clase intransigente en contra de los capitalistas.