La represión fascista del gobierno patronal de Enrique Peña Nieto, en contra de los maestros en lucha de la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE), muestra la naturaleza criminal y anti clase trabajadora del sistema capitalista.
La complicidad de Miguel Ángel Mancera también pone en evidencia que todos los politiqueros de los partidos electoreros PRI, PAN, PRD, PT  y demás, son fieles sirvientes de los capitalistas.
El desalojo violento ocurrido el viernes 13 de septiembre, por parte de miles de policías federales y granaderos del DF, y la posterior ocupación militar del zócalo, son pruebas del fascismo que los patrones implementarán para imponer sus planes.
La valentía con la que los maestros de la CNTE han resistido los ataques de los medios de comunicación patronales y la represión fascista, han inspirado a miles de profesores por todo el país, quienes han estallado paros, tomado plazas y enfrentado a la policía.
DICTADURA FASCISTA E INTERESES IMPERIALISTAS
En dos foros sobre la reforma educativa, organizados por la CNTE, Luis Hernández Navarro presentó la ponencia “La contra-reforma educativa”,  en ella describe como la clase patronal representada por el empresario Claudio X. González, dictó a Peña el contenido de la reforma y cómo los partidos electoreros en ambas cámaras la aprobaron.
La represión fascista del 13 se septiembre evidencia como la policía junto con el ejército serán garantes de su aplicación. Las fuerzas represoras sirven a los intereses de la clase patronal en el poder, al igual que el poder ejecutivo, legislativo y judicial, a nivel federal y estatal.
Mientras la clase patronal tenga el poder político, las leyes y la fuerza del estado se utilizarán para imponer los intereses de la clase capitalista sobre la clase trabajadora. Eso es la dictadura de una minoría de millonarios en contra de la mayoría de la población empobrecida y oprimida.
La lucha sindical es limitada para enfrentar los intereses de los imperialistas y de los capitalistas locales. El capitalismo en crisis a nivel mundial necesita hacer de la educación un negocio.
En Estados Unidos (EU), el segundo mercado más grande es la educación, valorado en 1.3 billones de dólares. Para el multimillonario Rupert Murdoch, dueño de FoxNew, el negocio de la educación en ese país representa una “oportunidad” de 500 mil millones de dólares. (La Jornada Jueves 3 de enero de 2013, p. 4)
Los patrones en ese país han aprobado reformas para destruir la educación pública y convertirla en un jugoso negocio. Es el mismo plan que quieren aplicar en México, Claudio X. González es consejero de escuelas privadas y está vinculado con Televisa.
NECESITAMOS UN PARTIDO     REVOLUCIONARIO
Las reformas laboral, educativa, energética y fiscal están vinculadas. Todas responden a las necesidades de los imperialistas y los capitalistas locales. Significan mayor opresión, control fascista  y explotación para la clase trabajadora y mayores ganancias y poder para los capitalistas.
Debemos luchar en contra de esos ataques que afectan a todos los trabajadores. Pero necesitamos organizarnos como clase para destruir al sistema capitalista que los causa. Los patrones quieren que las luchas contra las reformas estén separadas, que en cada una solo se involucren los sectores más afectados.
  La clase trabajadora solo puede lograr su liberación si alcanza el poder político por medio de una revolución comunista, dirigida por un partido revolucionario no electoral. Solo un partido revolucionario puede vincular todas esas luchas para enfrentar los ataques patronales, pero principalmente para acabar con la dictadura de los capitalistas y construir la dictadura de los trabajadores.
No solo debemos unirnos a nivel nacional como clase, también a nivel internacional, reformas similares afectan a los trabajadores por todo el mundo
 ¡Hacemos un llamado a  todos los maestros en lucha y a toda la clase trabajadora para unirse al internacional Partido Laboral Progresista! ¡La mejor lección que los maestros pueden dar a sus alumnos es unirse a la lucha por una sociedad de igualdad social, el comunismo!