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¡Trabajadores del Mundo Unámonos Contra los Guerreristas!

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30 Enero 2014 45 visitas

Los poderes imperialistas mundiales están debatiendo la mejor forma de prepararse para la próxima guerra mundial – un conflicto que, sin duda, excederá las masacres de la clase trabajadora en la  Primera Guerra Mundial (50 millones) y la Segunda Guerra Mundial (100 millones).  ¿Sera el 2014 una repetición de 1914, la primera erupción de la guerra mundial? ¿Podrá EEUU mantener sus garantías militares y forjar una coalición creíble? O ¿Renunciara a sus aliados al agudizarse las rivalidades imperialistas?
Estas son las grandes preguntas que salieron del reciente Foro de Economía Mundial en Davos, Suiza, donde líderes capitalistas tienen su convención anual.  EEUU y multimillonarios aliados, junto a políticos lacayos, consejeros y estrellas de la prensa se reúnen en lujosos centros turísticos para hablar sobre el futuro.  Sus grandes deliberaciones, claro está, se enfocan más en sus ganancias que en la vida de millones de trabajadores dispuestos a poner en riesgo.  Entre los principales patrocinadores de este año están imperialistas pesados como JPMorgan Chase, Citigroup, ExxonMovil, Chevron y la Fundación Rockefeller, además de los gigantes petroleros británico, BP y el francés Total.  El tema era especialmente cínico: “Remodelando el Mundo.”
Pero la visión de los patrones está limitada por su perspectiva de clase.  Su “remodelación” ignora el papel que juega la clase trabajadora internacional.  Tampoco, su análisis de la Primera Guerra Mundial, toma en cuenta el comienzo de la revolución comunista de 1917, que estableció el poder obrero en lo que se convirtió en la Unión Soviética. (Diecisiete países capitalistas trataron de aplastar la revolución soviética con una invasión de 8 años.  No lo lograron.)  Tampoco, después de una generación, los patrones pudieron anticipar la toma del poder comunista en China, desatada por la Segunda Guerra Mundial.  
Ambas revoluciones transformaron las vidas de cientos de millones de trabajadores e inspiraron a más de mil millones de trabajadores en el mundo.  Desafortunadamente, también fueron las primeras revoluciones dirigidas por comunistas, y cometieron serios errores políticos.  Bajo la fachada del socialismo, la Unión Soviética y China eventualmente se revirtieron al capitalismo.  Ambas sociedades habían retenido demasiados antecedentes del capitalismo, especialmente el sistema de salarios creando desigualdad entre diferentes grupos de personas.
Dos Guerras Mundiales – Dos Revoluciones Comunistas
Pero para la clase trabajadora internacional, las lecciones positivas de la historia siguen claras.  Dos guerras mundiales generaron dos revoluciones comunistas.  Mientras que los principales imperialistas se preparan para pelear por ganancias, mercados, energía, mano de obra barata para explotarla, nuestra clase debe organizarse para la próxima guerra mundial imperialista.  Debemos prepararnos para una revolución comunista exitosa que habrá aprendido de los errores pasados.  
En particular, nosotros debemos ganar a los trabajadores a ver la necesidad de abolir el sistema de salarios del capitalismo.  Debemos confiar en la sabiduría colectiva de nuestra clase en la distribución de los frutos de producción social según el principio comunista de: “De cada quien según su compromiso, para cada quien según su necesidad.”  No más patrones, no más ganancias, no más racismo, no más sexismo.  ¡No más guerras imperialistas!
Para que los gobernantes de EEUU puedan sostener sus garantías militares, deberán enfrentar a trabajadores de EEUU que están en contra de la conscripción obligatoria.  Los trabajadores asqueados por las guerras en Irak y Afganistán y los millones de bajas.   Están hartos de ver a cientos de miles de soldados regresar a casa sin extremidades, destrozados emocionalmente o suicidas.  Y también, las crisis económicas que afectan a decenas de millones, causando que masas pierdan sus casas y terminen en la pobreza por desempleo.  Nuestros jóvenes no pueden encontrar su primer trabajo.  Trabajadores envejecidos sufren de desempleo permanente.
Estas condiciones golpean  más fuertemente a los trabajadores negros, latinos y asiáticos, y jóvenes, por el racismo característico al capitalismo.  Sin racismo, y las divisiones y súper explotación que emana del mismo, el sistema de los gobernantes no podría sostenerse.  Es por eso que vemos a patrones entrenar a su policía rabiosa usando estos grupos.  
El Partido Laboral Progresista tiene trabajo que hacer – dirigir a los trabajadores hacia el entendimiento que la opresión de los patrones terminara solamente cuando su fuente – el sistema de ganancias – sea destruido.  La revolución comunista emerge de otra guerra imperialista global, pero no pasara espontáneamente.  Debemos construir un masivo PLP en las docenas de países en donde estamos organizando hoy.
Mientras tanto, los consejeros preparan su camino hacia guerras más extensas.  Un conocedor dentro de Davos era el economista líder Nouriel Roubini, quien predijo la burbuja hipotecaria y las ultimas crisis económicas dos años antes que ocurrieran, en el 2006.   Ha trabajado duro para los patrones en el Fondo Monetario Internacional, el Concilio en Relaciones Exteriores dirigido por Rockefeller, y el gobierno de EEUU.  Roubini twitteo, “Muchos oradores comparan el 2014 con 1914, cuando irrumpió la Primera Guerra Mundial sin que nadie lo esperara.  ¿Un cisne negro en forma de guerra entre China y Japón?”  Más tarde, el mismo día, 23 de enero, menciono, “Ecos de 1914: reacción negativa contra la globalización, etapa dorada de desigualdad, incremento de tensiones geopolíticas, ignorando sombras de riesgo.”
En el lenguaje de economistas, “cisne negro” y “sombra de riesgo” significan eventos sorpresivos con consecuencias catastróficas.  
La Primera Guerra Mundial Fue Producto de la Rivalidad Imperialista
Aunque Roubini note la creciente oposición a los efectos de la globalización (palabra que para los patrones significa imperialismo) y desigualdad, ignora el hecho de que la Primera Guerra Mundial no fue sorpresa.  Historiadores capitalistas citan el sorprendente asesinato del archiduque de Austria como el detonante de la guerra para esconder sus verdaderas causas.  Es más, los principales países imperialistas ya estaban peleando por el control de las colonias en África y Asia con bloqueos navales  y conscripciones militares para construir sus ejércitos.  Para algo parecido solo tenemos que ver las batallas por control en África.  Tropas francesas descienden sobre las antiguas colonias de ese país, mientras EEUU y China compiten por el control del petróleo, gas y minerales vitales en el mismo continente.  ¿Podría estar muy lejos un conflicto global?
También está el lejano Oriente.  Shinzo Abe, primer ministro de Japón, aparente botín para un enfrentamiento militar apoyado por EEUU contra China,  respalda el asesoramiento de Roubini: [Él] ha escalado la guerra de palabras, diciendo…en la conferencia de Davos…que las crecientes tensiones entre China y Japón eran similares a la competencia entre Alemania y Bretaña antes de la Primara Guerra Mundial…[Abe] argumento que el aumento de dos dígitos en gastos militares de China era una fuente importante de inestabilidad en la región Asia-Pacifico.  Mr. Abe había creado controversia en Diciembre cuando visito el Santuario Yasukuni, en donde se conmemoran los japoneses muertos en la guerra, entre ellos 14 criminales de guerra clase A”  (New York Times, 24/1/14).
Aunque Abe espera provocar a EEUU, protector de Japón después de la Segunda Guerra Mundial, para que lo apoye en una guerra a corto plazo (y en una posible guerra nuclear) contra sus enemigos mutuos, los chinos, los gobernantes mal preparados, no tienen prisa en apretar el gatillo.  Adelantándose a Abe, Joseph Nye, director del CFR piensa que EEUU y sus aliados tienen más tiempo para prepararse para una confrontación con China.  “Mientras que Alemania en 1914 estaba presionando duramente a Bretaña, (y la había sobrepasado en términos de fuerza industrial), EEUU aun esta décadas adelante de China en todo lo militar, económico y recursos” (World Affairs, 13/1/14).
Guerreristas Desesperados por Reunir una Clase Trabajadora Reacia
La dilación de Nye engrana con la advertencia del presidente del CFR, Richard Haass, de que los que hacen política en EEUU necesitan tiempo y urgencia para reunir el frente domestico para una posible Tercera Guerra Mundial.  La publicidad del nuevo libro de Haass, La Política Exterior Empieza en Casa, dice:
“Una creciente China, el cambio climático, el terrorismo, un Irán nuclear, un turbulento Medio Oriente, y una insensata Corea del Norte, todos representan serios desafíos.  Pero la seguridad nacional de EEUU depende aún más en que Estados Unidos enfrente su creciente déficit y deuda, su derruida infraestructura, sus escuelas de segunda clase, y su anticuado sistema de inmigración.”    
El problema que enfrentan los gobernantes de EEUU es que su atrincheramiento de una costosa guerra en Irak y Afganistán, una medida calculada para ayudar su preparación para guerras más extensas, puede ser mal interpretada por aliados clave.  Comentando en Davos, el influyente Financial Times de Londres (20/1/14) escribió:
El tema emergente más importante en la política mundial es la lenta retirada de América, de su papel como policía global.   Algunos socios cercanos de América ahora hablan abiertamente de una menoscabada presencia global de EEUU. Laurent Fabius, ministro del exterior francés, recientemente dio un discurso en el cual decía: “Estados Unidos da la impresión de ya no querer ser arrastrado a crisis.” Como resultado, dijo, los aliados de América están “factorizando cada vez más sus cálculos…la posibilidad que ellos sean abandonados a su suerte en el manejo de las crisis.”
Gobernantes de EEUU Dirigen Maquina de Guerra En el Mundo
John Kerry, Secretario de Estado de EEUU, tomo la tarima en Davos para responder.  Trato de tranquilizar a los críticos aliados de EEUU que ahora están dudando del apoyo de EEUU y su continuo control sobre el petróleo del Medio Oriente:
Debo decir, estoy perplejo por afirmaciones que ocasionalmente escucho de que de alguna manera América se está desvinculando del mundo – este mito de que América está retrocediendo, o dándose por vencido o dimitiendo,” dijo Kerry.  “Es más, nada puede ser menos real.  La más desconcertante versión de este mito de desvinculó es sobre la supuesta retirada de EEUU del Medio Oriente.  No podrás encontrar otro país, ni un solo país, tan proactivamente involucrado, o que se está asociando con tantos países del Medio Oriente de manera tan constructiva como lo estamos haciendo en tantos frentes importantes.”
Kerry dijo que las inmersiones militares estadounidenses en el mundo eran “tan extensas y profundas en como en cualquier punto de nuestra historia.”   Un artículo reciente del informante Nick Turse en la página liberal del TomDispatch respalda las promesas militaristas de Kerry.  Revela preparaciones globales poco destacadas de EEUU a pesar de los repliegues en Irak y Afganistán:
[E]n 2012 y 2013, las Operaciones de las Fuerzas Especiales de EEUU probablemente estaban desplegadas en – o entrenando, aconsejando, u operando con el personal de – más de 100 países extranjeros.  Y eso probablemente es un subestimado.  En 2011, el entonces vocero del Comando de las Operaciones Especiales, Tim Nye le dijo a TomDispatch que el personal de Operaciones especiales son enviados a 120 países del mundo anualmente.  Es decir, estaban en un 60% de las naciones del planeta.  
Construir El Partido Laboral Progresista
¿Cuántos trabajadores saben que los despliegues militares cubren más de 1,000 bases de EEUU en el mundo, particularmente en las regiones ricas en petróleo?  Los patrones nos advierten que están listos para enviarnos a las más letales guerras en la historia mundial.  Mientras tanto, amontonan recortes de salarios, ejecuciones de hipotecas, ataques racistas y desempleo permanente todo para pagar sus guerras.  Nuestra única respuesta deberá ser la construcción del Partido Laboral Progresista, convertirlo en una fuerza organizada para la clase trabajadora internacional.  Nuestra única meta debe ser la de posibilitar la revolución comunista para salir de los planes diabólicos de guerra de la clase dominante.