Washington, DC 6 de Febrero, 2014 – Hoy, trabajadores de Metro tuvieron una protesta contra los incrementos en las tarifas del sistema del transporte público y contra la política de no emplear a trabajadores que han estado encarcelados.   En la protesta se encontraban trabajadores de la salud pública y del gobierno, residentes de vivienda pública y estudiantes.  Los manifestantes ignoraban a la policía que trataba de mover el plantón lejos de las entradas a la audiencia pública de esa noche, pues coreando consignas contra las políticas racistas de Metro.  
Los manifestantes se presentaron en la audiencia y varios hablaron, condenando el consejo de Metro por tratar de quitarle a la gente su dinero a través de las tarifas en vez de conseguirlo de las inmobiliarias que hacen mucho dinero de los aumentos al valor de las propiedades cerca de las estaciones de Metro – ¡virtualmente sin impuestos!
Otros oradores que protestaban condenaron la política de excluir a ex presidiarios de la oportunidad de aplicar por un empleo en Metro.  Algunos ex presidiarios que habían sido empleados con anterioridad, y tenían un record laboral impecable por muchos años, han sido despedidos debido a su anterior arresto.  
También señalaron que estas nuevas políticas profundizan la opresión racista de trabajadores negros, ya que ellos sufren por las políticas de arrestos racistas, como ha sido detalladamente documentado por los abogados de  Washington Lawyers Committee for Civil Rights and Urban Affairs en un reporte que está disponible en http://tinyurl.com/l6lwwam  Después de arrestados, y “dentro del sistema”, estos trabajadores son excluidos de las oportunidades laborales.   Con 7,000 trabajadores que son excarcelados cada año en Washington, D.C. es imperativo que tengan la oportunidad de encontrar empleos decentes.  
Junto a miembros del PLP, la Metropolitan Washington Public Health Association(MWPHA) y Empleos con Justicia de DC organizaron gente para que testificaran a favor de emplear a trabajadores con récords criminales la MWPHA lucha por empleos y vivienda para mejorar la salud de la gente y evitar el VIH.
El crecimiento del movimiento para cambiar esta política racista animo al sindicato local a presentar testimonio en la audiencia.  Es más, el actual presidente del sindicato, quien ha resistido enfrentar este problema, fue obligado a demandar un cambio en la política de revisión de antecedentes, aunque cuidadosamente evito decir que este es un ataque racista a los trabajadores en toda la región.  
Varios trabajadores y estudiantes de la base que nunca habían hablado antes, se acercaron a testificar, demostrando la creciente fortaleza de este movimiento contra las políticas de Metro.  Conforme se desarrollan los esfuerzos para revertir las políticas de Metro, estos líderes emergentes fortalecerán el movimiento antirracista.  
Los políticos locales, preocupados por lo que podría ocurrir con este tema, han empezado a decir que ellos también apoyan el cambio en la política de Metro.  Pero su papel en la lucha no nos desviara.  Solo la acción masiva de las bases puede mantener la presión sobre Metro.  
Pensando más ampliamente, el uso de más políticas intensamente racistas por los patrones para intimidar y coartar a trabajadores afroamericanos refleja la continua crisis del capitalismo.  Este avariento sistema de ganancias ha causado crisis presupuestarias y despidos en todos lados.  Los patrones están desesperados por reducir los salarios y beneficios y acelerar a los trabajadores por doquier para poder mantener a flote su sistema decadente.  La lucha en Metro es simplemente otro aspecto de la lucha contra el injusto sistema capitalista.  Continuaremos enfrentando estos ataques hasta que logremos derrocarlo.  ¡Por esta razón tenemos que construir un movimiento revolucionario comunista contra los patrones!