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Camarada Val Woodward, Devoto antirracista

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19 Septiembre 2014 50 visitas

El camarada Val Woodward, anti racista incondicional y campeón de la clase trabajadora, murió el 6 de junio a la edad de 87 años. Val, junto con su esposa Clare, organizaron el Comité Anti Racista Internacional (InCAR) en Minneapolis-St. Paul, desde principios de los 70. El Partido Laboral Progresista fundó InCAR a nivel nacional para combatir el racismo en el trabajo, en la educación, y contra las teorías que justificaban y promovían el racismo.
Las enseñanzas y acciones anti racistas de Val permearon toda su vida. Cuando estuvo en la Marina de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial, terminó en un calabozo después de agarrar a golpes a uno de sus compañeros, que vituperaba insultos racistas, a quien detuvo sobre la marcha.
Val utilizó sus conocimientos y educación en el campo de la genética para contribuir a la lucha contra el racismo. Fue profesor de genética en las universidades Kansas State, Wichita State, Rice y después enseñó durante 33 años en la Universidad de Minnesota donde sus cursos sobre Herencias y Sociedad Humana fueron los más populares de la universidad.  En esa universidad se ganó casi todos los premios sobre la enseñanza y los derechos humanos.
Pero su mayor contribución fue liderar la lucha contra el racismo académico donde fuese que éste asomase su fétida cabeza, alegando que el racismo perjudica a todos los sectores de la clase trabajadora. Esto fue de hecho el caso en la campaña para desenmascarar el racismo de las publicaciones que sin fundamento azuzaban la supremacía de los blancos durante los años 70 en las universidades de EEUU – los Schockeys, Jensens, Hernsteins, y ciertas áreas de la socio-biología.  Los medios nacionales diseminaban sus alegaciones sin fundamentos sobre el desempleo causado por los genes y no por las desigualdades capitalistas, y sobre la “inferioridad” de la inteligencia heredada por los trabajadores negros, Latinos y Nativo Americanos.
Val estuvo entre los líderes que desenmascararon lo erróneo de la información sobre la “Genética del Cociente de Inteligencia” y participaron en las protestas que se oponían a que las universidades auspiciasen formalmente las charlas que presentaban las conclusiones racistas como hecho científico. Gracias a su liderazgo cientos se integraron al InCAR de la Universidad de Minnesota, denunciando el racismo académico y oponiéndose a los neo-Nazis y el KKK en marchas y protestas y en las estaciones de radio de Minneapolis-St. Paul. Val dio clases sobre el racismo y la historia del racismo académico en aulas e iglesias, entrenando a cientos de personas al servicio de la causa y liderándolos en una veintena de protestas anti racistas.
En el tiempo de los movimientos contra la guerra y por los derechos civiles en los años 60 y 70, a Val a menudo se le invitaba como orador a iglesias, clubes, hermandades, fraternidades, y ceremonias de graduación para que explique las justificaciones sistémicas de las atrocidades de la esclavitud y el racismo basados en argumentos seudocientíficos de publicaciones profundamente equivocadas.                
La comprobación de los principios de InCAR – que el racismo afecta primero y principalmente a los trabajadores negros, Latinos y Nativo Americanos, pero también perjudica a los trabajadores blancos que no son dueños o controlan la producción y la riqueza – condujo al crecimiento del PLP en esos años.
Por ser un ampliamente respetado genetista, a Val se le invitó a integrarse a una delegación a Vietnam del Norte al final de la guerra con ese país, participando en una conferencia internacional que denunciaba los horrores y daños genéticos causados por el defoliante Agente Naranja, que producía Dow Chemical y que lanzaran los bombarderos estadounidenses sobre la población civil. Val estuvo entre aquellos que trajeron esta evidencia a los EEUU, que resultaron en un sinnúmero de protestas desafiando a los reclutadores de Dow en las universidades.
Val fue maestro de estudiantes de todo el mundo, a quienes les presentó el análisis marxista del racismo y de las injusticias racistas como parte integral de las desigualdades económicas de las sociedades capitalistas. A pesar de ser un académico, Val fue un atleta excelente hasta bien entrados sus 70 años, y por décadas incorporó efectivamente sus actitudes y políticas anti racistas en las muchas canchas de juego donde él y sus estudiantes se reunían para participar en los deportes.
Fue un verdadero internacionalista, que se mantuvo en contacto con muchos estudiantes internacionales a través de su vida, que lo visitaban en la Universidad de Minnesota e inclusive después de su jubilación en el 2000. Fue autor de libros y artículos científicos que explicaban las fuentes del racismo, incluyendo La Herencia Humana y la Sociedad y La Biología como Arma Social. Val les lego su anti racismo a sus tres hijos, ocho nietos y sus descendientes.
Todos los que lo conocieron recuerdan su calor y humor que lo hizo ganarse amistades. Se le recuerda como maestro y como luchador activo por un mundo sin racismo, y por su contribución al futuro, que se ve más cercano gracias a su lucha de toda la vida.