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El capitalismo Asesina de México a Ferguson

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28 Noviembre 2014 47 visitas

El asesinato y desaparición de los normalistas es consecuencia de que el sistema capitalista no tiene nada que ofrecer a la juventud. Las masivas protestas en México y las acciones de repudio alrededor del mundo son una muestra de que este crimen es una dolorosa estaca clavada en el corazón de la clase trabajadora internacional.
No podemos esperar que el estado capitalista que asesina a los jóvenes les haga justicia, una de sus funciones esenciales es reprimir las protestas de los trabajadores en contra del sistema opresor. Solo habrá justicia para la clase trabajadora en una sociedad que sea dirigida y organizada por los trabajadores.
Guerrero es uno de los estados más miserables del país y por lo tanto con una tradición de movimientos insurgentes en décadas, por ello la clase patronal tiene montado en el estado un sofisticado aparato represivo conformado por policías, militares y narcotraficantes. Ese aparato que incluso ha sido entrenado y financiado por los Estados Unidos con la complicidad del gobierno de México, fue el que asesino y desapareció a nuestros jóvenes.
Según el Banco Mundial el 60% de los jóvenes en el mundo no tiene oportunidades de educación y trabajo, en México la cifra sube al 70%. El panorama para el resto de los jóvenes no es mejor, los trabajos existentes son precarios, con salarios miserables, sin prestaciones y con extenuantes jornadas de trabajo, que en muchos casos se extienden a 12 horas al día los siete días de la semana, México es uno de los países del mundo donde la clase trabajadora labora más horas al año.
Ante este panorama algunos jóvenes han sido arrastrados al crimen organizado, las drogas o el alcohol, lo que ha utilizado la clase patronal para criminalizarlos a todos y justificar su aparato policiaco-militar que en contubernio con el crimen organizado tienen aterrorizada a la clase trabajadora.
Los partidos políticos electoreros no dirigirán a la clase trabajadora para derrocar a todo el sistema capitalista, ellos tratarán de hacernos creer que Abarca, Aguirre o Peña son los culpables, que si ellos se van y ponemos a otro politiquero los problemas se resolverán y se hará justicia. ¡Falso! El capitalismo asesinó y desapareció a nuestros jóvenes, por eso debemos destruirlo.
Por décadas los normalistas han logrado la simpatía al interior de la clase trabajadora por ser grupos comprometidos con sus comunidades, por lo que patrones como Mexicanos Primero y los medios de comunicación capitalista como Televisa y TV Azteca han difundido masivamente la idea de que las normales rurales solo son semilleros de guerrilleros y deben desaparecer. Cuando el trasfondo de esta campaña fue la aprobación de la lucrativa reforma educativa, que generará enormes ganancias al mercantilizar la educación y que beneficiarán a los grupos promotores.
En resumen, el capitalismo solo ofrece opresión, desempleo y muerte para la juventud trabajadora. Un sistema que no tiene nada que ofrecer a la juventud debe ser destruido mediante una revolución dirigida por un partido comunista.
Ayotzinapa no es un caso aislado de brutalidad policiaca. Miles de jóvenes negros y latinos desarmados mueren a manos de policías racistas en Estados Unidos, y aunque en diversas ocasiones tales crímenes han sido incluso grabados, los policías siempre argumentan temor por sus vidas porque seguramente era algún joven negro rapero vende drogas que les pudo haber causado daño, tal y como lo muestran en innumerables películas series televisivas. Del otro lado del mundo inmigrantes de muchos países europeos son acribillados por policías, como es el caso de un brasileño desarmado en Inglaterra que tenía apariencia árabe y quizá tenía intenciones de cometer un atentado terrorista en el metro de la ciudad.
El periodo actual a nivel mundial es de crisis económica y de preparativos de guerra imperialista en su tercera edición, esa combinación favorece el desarrollo de estados fascistas como ocurre en México, donde el estado privilegia la violencia en contra de la clase trabajadora en lugar de la política.
Los imperialistas en el mundo, principalmente los de EU, China, Rusia y la Unión Europea, se preparan para una tercera guerra mundial, pretenden arrastrar a la juventud a pelear por ellos. Los trabajadores debemos ganar a nuestra juventud a pelear en contra del sistema capitalista, debemos ganarlos a organizarse en un partido comunista a nivel internacional que dirija una revolución comunista que acabe con el fascismo, la opresión capitalista y la guerra.