Maestros  del área rural de Bogotá Colombia, fueron  a  paro, tras la política racista del ministerio de educación en contra de los estudiantes de la clase obrera. La rectora del colegio no tuvo inconvenientes en dar sobrecupos, asignó 50 estudiantes a un salón que puede tener un máximo de 30, causando la incomodidad de los alumnos y los problemas de insalubridad. Este abuso, agregado a la falta de presupuesto para atender las necesidades de los estudiantes motivó la decisión de paro.
El ministerio llamó al representante de los maestros, para que levantaran el paro y empezaran negociaciones. El sindicato se negó y exigió la presencia de 17 padres, uno por cada vereda y una mesa de concertación, hasta solucionar el problema.
Después de varios días de negociación se logró un acuerdo que incluye ejecutar el presupuesto en obras para el colegio, bajo vigilancia de los padres. Este presupuesto estaba asignado y la rectoría no había querido gastarlo, ocultando oscuros intereses. Además se reubicarán los alumnos en otros colegios.
Este acuerdo se logró gracias a la unión y combatividad de clase obrera. Demostró que el miedo inicial de varios maestros, que decían que no se podía hacer nada y los podrían perjudicar, se  pudo cambiar por la lucha.
La lucha por el reformismo es parte de la formación de líderes comunistas. Debemos estar en ellas, como medio para influir y orientar en la lucha  revolucionaria. Explotar y atacar la clase obrera es parte del paquete capitalista. Arrebatándole a los trabajadores cualquier dadiva conseguida en años de lucha.
Una clase unida bajo la dirección de un partido comunista es verdaderamente indestructible  y a la larga ganará su lucha revolucionaria y justa por el comunismo.
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