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REBELION EN BALTIMORE

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15 Mayo 2015 35 visitas


Casi toda nuestra clase – la clase trabajadora – ama y respeta la audacia en la lucha contra el racismo.  El viernes por la noche, 24 de abril, un grupo de personas marcharon por el centro y sur de Baltimore, parando el tráfico en apoyo de la lucha por justicia para Freddie Gray, y por todas las víctimas de la brutalidad policiaca.   Los motoristas, blancos y negros, sonaban sus bocinas en señal de apoyo, alzaban su puño y nos sonreían.   Solo un motorista, con la bandera confederada en su antena, manejo amenazante, como si quisiera atropellarnos.  La gente, cortésmente, se paró frente a su vehículo para frenarlo, una persona, sin dudarlo, le arranco su bandera confederada.  
Al siguiente día, tuvo lugar el primer gran plantón afuera de la estación de policía Western District. Un miembro del Partido Laboral Progresista dio un discurso, mostrando la bandera confederada les relato el incidente.   La gente aplaudía animada.   Dos personas sacaron encendedores y ¡quemaron la bandera!  En las redes sociales la foto mostrando la bandera racista en flamas inspiro a miles de gente.   Muchos la compartieron y señalaron que les gustaba, la tuitearon y re tuitearon una y otra vez.  Gente de todas las “razas” – antiguos alumnos del PLPeista que tenía la bandera incendiada en las manos – le enviaron mensajes de admiración y apoyo.
La rebelión empezó al siguiente día, poco después de la primera gran marcha y plantón.  Un gran grupo de gente marcho desde el plantón en el Municipio al estado de baseball.  Masivas líneas de policías fueron desplazadas tratando de controlarnos.  Había varios autos vacíos de la policía junto a nosotros.  Las líneas de policías estaban muy cerca, casi a media cuadra.  Aun así, los jóvenes, enojados por años de racismo, arrogancia y brutalidad policiaca, y listos a tomar acción después del indignante asesinato de Freddie Gray – valientemente rompieron las ventanas de esos autos de la policía.  También se subieron a los autos, arriesgándose, y sin miedo hicieron todo lo posible – todo frente a la policía y la prensa internacional – por dañar y desmantelar esos autos.  La policía no pudo hacer nada para evitarlo.
Poco después, la familia de Freddie Gray dijo que necesitaban regresar al barrio de Gilmore Homes, donde vivió y fue asesinado Freddie.  Un grupo de nosotros, unos 60, comenzamos la caminata de 3 millas.  Durante el trayecto, se cortó la llanta de otro auto de la policía, y cuando trataban de romper las ventanas de un auto de la policía, ellos, nerviosos, y altamente agresivos atraparon a un joven.  Nuestro grupo trato de arrancarlo de las manos de la policía, pero no pudimos hacerlo.  Continuamos hacia Gilmore Homes, las ventanas de varios negocios – igual que las ventanas de los autos de la policía – fueron destrozadas.  
Varias cuadras después, llegamos a las orillas del centro y empezamos a caminar por la avenida Pennsylvania, un área residencial de afroamericanos.  Algunos de nosotros hablábamos en voz alta: “Ya no estamos en el centro, no toquen nada.”  Desde ese momento, y por el resto de la caminata, no se molestó a ninguna persona.  Se pasaron dos sombreros de policías aun con sus placas, que habían sido liberados de la policía cerca del estadio.   Varios en el grupo se turnaron poniéndose los sombreros, sonriendo por haber enfrentado, aunque por un instante,  a la policía racista que se llevó la vida de su querido Freddie Gray.  Esta experiencia, caminar a Gilmore Homes esa noche, fue inolvidable y profundamente inspiradora.  La clase trabajadora mostro gran odio hacia la opresión y el racismo; y estar listos para luchar poderosa y valientemente contra esas fuerzas, mostro una gran disciplina al diferenciar los símbolos y propiedad del enemigo, y las vidas y propiedad de nuestras hermanos y hermanas, eso es respetable.  
Ese día y durante la siguiente semana se distribuyeron 3,000 volantes comunistas del Partido Laboral Progresista – anunciando la marcha del día del trabajador y explicando la necesidad de una revolución de la clase obrera, contrarrestando a Obama quien llamo a los rebeldes “rufianes.”  Entusiasmados todos tomaron las volantes,  ahora que luchan contra la brutalidad policiaca están más interesados en re considerar sus opiniones sobre la sociedad capitalista, y como lograr un nuevo mundo sin racismo.  
La clase dominante – los multimillonarios – tienen un problema.  Por un lado, para proteger su sistema y mantener las grandes ganancias, ellos tienen que controlarnos.  Ese es el propósito de la brutalidad policiaca de hoy, parecido al primer departamento de policía de EEUU, cuyo propósito era atrapar esclavos en fuga, vejarlos como ejemplo a otros que quisieran huir, asustarlos y regresarlos a la esclavitud.  Sin embargo, la clase dominante hoy, además de usar la brutalidad, también nos engaña para que seamos leales a su sistema.  Los grandes capitalistas – como Exxon-Mobil – necesitan minimizar nuestro deseo de rebeldía, y también necesitan que nosotros luchemos y moramos por ellos, en sus guerras por el dominio de la mano de obra barata, recursos, y mercados en todo el mundo.  Por eso, y la preocupación de mayores rebeliones, si la policía no es castigada aunque sea un poco, Marilyn Mosby, procuradora del estado, anuncio el viernes 1ro de Mayo que 6 de los policías que asesinaron a Freddie enfrentaran una variedad de cargos, incluyendo, asesinato en segundo grado, homicidio involuntario, asalto, mala conducta y encarcelación falsa.  
Por otro lado, los policías asesinos, quienes previamente vejaron y asesinaron a Anthony Anderson, Tyron West y otros más, no han enfrentado cargos, y siguen trabajando hasta ahora.  Por más de tres años desde el 2011, la ciudad de Baltimore ha pagado más de $5.7 millones a más de 100 personas que acusaron a policías por asalto, encarcelación falsa, y falso arresto.  Además de los asesinatos por la policía de Baltimore, docenas de residentes han sufrido de huesos rotos, quijada, nariz, brazos, piernas, tobillos además de trauma y daños a sus órganos.
Aclaremos: la razón de los cargos a los 6 policías no es un compromiso con la justicia.  Es el miedo, de la clase dominante, a que crezcan las rebeliones si los policías que asesinaron a Freddie Gray no son por lo menos acusados.  A final de cuentas, esos policías probablemente no pisen la cárcel, pero algo se tenía que hacer, por el momento, especialmente después de que nada se hizo en los casos altamente publicados de Mike Brown y Eric Garner, enfureciendo a la clase trabajadora cada vez más.  
Cuando se anunciaron los cargos, mucha gente en Baltimore salió a las calles para celebrar.  Ese viernes de noche, estaba manejando por Mondawmin Mall donde ocurrió algo de rebelión durante la tarde y noche del 27de abril.  A mi derecha, en la periferia del estacionamiento del centro comercial, había mucho personal armado, y grandes números de soldados de la Guardia Nacional, hombro a hombro, cada uno con un rifle de asalto.  A mi izquierda, entre el tráfico, estaba un convoy grande de diferente tipo.  Muchos carros, uno tras otro, sonando sus bocinas, prendiendo sus luces, y jubilosos elevando sus puños por la ventana de sus autos, acompañado de gritos de júbilo.   Mientras miraba de izquierda a derecha, me sorprendió ver que un número de guardias, hombres y mujeres, elevaban su puño, saludando y en solidaridad con la caravana de autos participantes.  
Algún día, una gran sección del ejército – junto con el resto de la clase trabajadora – se levantaran para derrotar el capitalismo y crear un nuevo mundo comunista de hermandad y fraternidad.  Esta semana, muchos de nosotros pudimos ver el ¡brillante e inevitable futuro!