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Guerra de Vacunas: El Misticismo Capitalista Contra La Ciencia

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28 Febrero 2015 41 visitas

Debido al reciente brote de sarampión entre los niños que visitaron Disneyland, la prensa se ha enfocado en los padres que tienen miedo de vacunar a sus hijos.  El sarampión puede matar, pero muchos padres han sido engañados por la desinformación, creyendo que la vacuna contra el sarampión puede causar autismo.  Lo cual es una gran mentira.  Nadie sabe lo que causa el autismo, pero tenemos muchas pruebas que las vacunas no lo causan.
La mentira fue recientemente promocionada por Andrew Wakefield, un cirujano británico quien se lucro inmensamente publicando un documento fraudulento en 1998  en el diario medico Lancet.Wakefield  había sido contratado por abogados que querían demandar a compañías de vacunas para probar su caso, y el documento en el diario fue el resultado.  Su documento revisa el caso de 12 niños, afirmando que desarrollaron autismo dos semanas después de recibir la vacuna triple (sarampión, paperas, rubeola).  Después se demostró que algunos niños habían tenido síntomas de autismo  antes de la vacunación y a otros nunca les dio autismo.  La licencia médica de Wakefield fue revocada subsecuentemente.  
Todos los estudios desde entonces han rechazado la atribución del autismo a las vacunas de Wakefield, a cualquier vacuna.  Pero esta mentira asesina continua por la promoción de seudo celebridades como Jenny McCarthy, modelo de Playboy.  Wakefield también ha creado un grupo de seguidores en su hogar adoptivo en Texas, donde continua pregonando que es víctima de una colusión entre el gobierno y las compañías que crean las vacunas.  Uno no tiene que apoyar al gobierno o a las compañías de vacunas para concluir que Wakefield es responsable de crímenes contra la clase trabajadora.  
Cuando los niños vacunados tienen sarampión, o cualquier otra enfermedad letal infecto contagiosa, contagian a otros niños.  Cuando pocos niños en una comunidad han sido vacunados (menos del 90%), todos corren el riesgo de epidemias, aun quienes han sido vacunados.  El sarampión fue virtualmente erradicado en EEUU y Europa, debido solamente a las vacunas.  De cada mil niños que se contagien de sarampión, uno o dos morirán, pero ningún niño desarrollara autismo por la vacuna.  
Leyes pasadas por políticos ignorantes en muchos lugares permite que la exención de vacunación para padres por creencias religiosas o “personales.”  Pero y ¿si alguien tiene una creencia “personal” de que está bien robar?  Robar es una violación a la moralidad de la clase trabajadora, y está en contra de la ley, a menos que lo hagan los bancos o las grandes corporaciones.   La increíble hipocresía de la exención de vacunas también ayuda a difundir el misticismo anti científico y la superstición, cosas muy útiles para que la reinante clase capitalista continúe manteniendo a los trabajadores divididos y subyugados.
La mayoría de los padres que no vacunan a sus hijos por miedo simplemente están tratando de protegerlos. Pero no es el motivo lo que cuenta; sino su efecto.  A pesar de la oposición por la Sociedad Pediátrica Americana, algunos pediatras rechazan a niños cuyos padres no los vacunan como pacientes, aduciendo que exponer a sus pacientes a niños no vacunados aumenta el riesgo de enfermedad.   Así mismo, algunos distritos escolares rechazan a niños a menos que estén vacunados.  Ambas medidas no resuelven el problema ni para los padres ni para los niños.   
Solo un planeado sistema cooperativo central, basado en lo mejor que la ciencia pueda ofrecer, es decir, el comunismo,  será capaz de desenraizar los efectos del misticismo y la desinformación y será capaz de proteger a los niños y adultos.  El comunismo es un sistema que alentara a las familias, amigos, y vecinos a ayudarse unos a otros con el cuidado de los niños y otras necesidades.  El comunismo eleva la ciencia hasta lo máximo mientras que erradica el misticismo y la superstición.  Bajo el liderato comunista, habiendo crecido el Partido Laboral Progresista hasta incluir a millones de trabajadores, la clase trabajadora se asegurara que todos los padres tengan como alimentar, vestir, albergar, a sus hijos, y que sean guiados solo por la ciencia en vez de ser confundidos por la superstición.