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Para acabar con los crímenes racistas, pongamos fin al capitalismo

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30 Julio 2016 41 visitas

HAITI—El tiroteo en Dallas, Texas, el 7 de julio es un evento que la clase obrera debe tomar en serio. El tirador, Micah Johnson, aparentemente vengaba los asesinatos de dos hombres negros esa misma semana por la policía blanca. Johnson quería matar los policías blancos como una respuesta al racismo. Pero Obama, quien habló del “serio problema en el sistema de justicia de EE.UU” ignoro la razón política de lo ocurrido, pero si mostro el miedo de los patronos estadounidenses a la radicalización de obreros negros en los EE.UU. Obama dirige un país donde muchos obreros negros son asesinados a diario de diversas maneras – abiertamente asesinados por la policía, o en las guerras por las ganancias, o lentamente por el servicio de salud, las escuelas, o la vivienda podrida.

Luchamos contra el racismo, no contra la gente blanca. Sabemos que no todas las personas blancas son racistas. Los racistas creen las mentiras de los jefes, en contra de su propio interés de clase. El racismo es fundamental para el capitalismo. El capitalismo necesita la explotación y el dominio de miles de millones de trabajadores en todas partes. Divide los obreros, obteniendo ganancias para los patronos explotadores y sus políticos burgueses. Construimos la unidad multirracial para luchar contra el racismo porque cuando se lastima a un trabajador todos somos lastimados. Exponemos el racismo y luchamos para ganarlos a luchar para su clase. Además, el racismo no sólo es una cuestión de color. Es algo político, cultural, y económico.

Luchamos contra el racismo al lado de obreros negros, latinos, asiáticos, musulmanes, inmigrantes, y blancos – todas las víctimas del capitalismo. Los obreros negros son las primeras víctimas de racismo, y están en una posición decisiva para dirigir la lucha y exponer el racismo como uno de las armas más fuertes en el arsenal de los jefes contra la clase obrera. El concepto de “raza” es una construcción social del capitalismo y el imperialismo para justificar su dominio y su explotación, no tiene mérito científico. Sabemos que hay millones de obreros blancos que hoy viven bajo condiciones similares a obreros negros y latinos. Y sabemos que hay jefes negros que explotan a los obreros negros tan brutalmente como los jefes blancos – esto es la naturaleza del capitalismo. Históricamente, los obreros blancos también han dado liderato en la lucha  contra el racismo y por la revolución – como la primera rebelión de la clase obrera contra el capitalismo, la Comuna de Paris de 1871.

No estamos de acuerdo con los ataques aislados contra la policía y los obreros blancos. Aunque los ataques aislados expresan un cierto nivel de rabia, nunca construyen un movimiento. Estamos construyendo un movimiento comunista masivo para la revolución armada. Nuestro movimiento entiende la necesidad política de la violencia revolucionaria masiva contra el capitalismo y el imperialismo, y no tiene miedo de usarla contra nuestros enemigos de clase.

Si construimos lazos profundos dentro de la clase trabajadora y ganamos a los obreros, estudiantes, y los soldados al punto de vista revolucionario del PLP, ese puede ser nuestro momento de transformar una lucha individualizada en una lucha de toda la clase obrera– que no lucha por migajas del sistema capitalista, sino por construir una nueva sociedad sin sed de ganancias, sin racismo, en todo el mundo y bajo la bandera roja del comunismo revolucionario, para acabar con la desigualdad inventada por el capitalismo.

El comunismo es la única alternativa a las injusticias del capitalismo. El comunismo terminará todas las formas de la discriminación, especialmente las formas racistas y sexistas, los cuales el capitalismo usa más intensamente para maximizar sus beneficios. Nuestro Partido Laboral Progresista internacional continua organizando a los obreros de todos “colores” y “nacionalidades” por la revolución comunista. Los obreros del mundo sólo tienen un color -- ¡rojo! La bandera roja, y una nación – ¡el mundo!

‘Experiencia revolucionaria’ en la CNR

¡Esta ha sido una verdadera experiencia revolucionaria! El primer día, desafiamos a los Republicanos racistas en un “Foro sobre la pobreza en América” auspiciado por un moderador de la CNN en la Universidad Estatal de Cleveland. Entre los racistas a quien el partido atacó de palabra estuvo Jack Kemp (Ministro de Vivienda bajo el presidente George H. W. Bush en los 90) y un representante de la campaña electoral de Trump.

La distribución del DESAFIO cuenta, ya que los trabajadores a quienes les llevé el periódico participaron en el grupo de estudio. El Desafío es una salida ideológica de este infierno llamado capitalismo con su racismo, machismo y guerras imperialistas. Cuando el partido regrese a Cleveland, ¡quiero que me incluyan!