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Elecciones Los medios se enfocan en crear consenso fascista

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01 Septiembre 2016 30 visitas

Como ala principal, los patrones del capital financiero deben defenderse de los ataques de sus rivales internos e inter-imperialistas; las elecciones presidenciales les hacen quitarse la máscara de demócratas liberales mas obvio en los medios capitalistas.
Mientras que los candidatos llenan las ondas de radio tratando de demostrar que ellos son los más racistas, las elecciones están acelerando el desarrollo del fascismo, el capitalismo monopólico en decadencia, cuando los patrones ya no pueden gobernar como antes. Cuando se ven más fuertemente presionados por sus rivales capitalistas, toman control del estado más directamente, tanto para disciplinar a los pequeños patrones como para atacar a la clase trabajadora en preparación para la guerra. En esos fines necesitan una mayor alineación entre los medios de comunicación y el estado patronal.
En particular los imperialistas liberales del campo de Hillary Clinton están usando el racismo de Donald Trump como un pretexto para ejercitar un control estatal más directo del proceso electoral. Trump es un testaferro que han puesto al frente del movimiento racista de los más pequeños patrones orientados al mercado doméstico, que se sustenta de la hipocresía de la historia racista de los capitalistas financieros.     
Medios de comunicación patronales atacan a Trump
Aunque tanto Clinton como Trump representan a los brutales patrones racistas que son capaces de cualquier cosa para mantenerse en el poder, los patrocinadores de Clinton tienen mayores recursos – no sólo más dinero, pero también más acceso a más niveles de poder del estado, incluyendo los medios de comunicación.  
Ahora que se han dado cuenta que no pueden trabajar cómodamente con Trump, están usando sus medios para dificultarle una posible victoria en noviembre.  Los más importantes periódicos, estaciones de televisión y páginas web patronales están apoyando abiertamente a Clinton.  La “objetividad periodística”, siempre un mito bajo el capitalismo, la han tirado por la ventana.  
En mayo, la revista New York publicó un artículo contra Trump titulado, “Las democracias fracasan cuando son demasiado democráticas” (1-5). En junio, Salon.com – entre otros – hizo un llamado a la prensa para luchar contra Trump: “Denuncien sus trucos… manténganlo desbalanceado… usen sus debilidades contra el” (2-6).  En agosto, vimos los resultados: “[Ha] sido casi imposible separar la cobertura de la campaña de Trump de los esfuerzos para derrumbarlo.  Por mucho tiempo se han acusado a los medios por su tendencia liberal, pero en este ciclo periodístico parece que se han abocado a defender la republica contra lo que ven como una amenaza importante”. (Los Angeles Times, 2-8).
Este fenómeno ha sido especialmente transparente en el New York Times, el medio de propaganda mas usado por el ala de los patrones. El domingo, 28 de agosto, la historia principal del Times decía – propagada en cuatro columnas en la parte de arriba de la pagina principal- sobresalto la segregación racista de los desarrollos de vivienda construidos por Trump y su padre, en los 1960s y 1970s. Estas noticias eran viejas, habían salido hace mas de cinco años. (Huffington Post, 4/29/11).
Una semana antes, el Times detallo como poderes como Arabia Saudita donaron miles de millones de dólares a cambio de tener acceso y posiblemente influenciar el Departamento de Estado de EEUU Mientras Clinton era secretaria del estado. Ese articulo solo se vio en una columna de la primera pagina- debajo de una historia sugiriendo que las deudas de los negocios de Trump podrían tenerlo en deuda al Banco de China, entre otros prestadores.
Crisis capitalista y la movida hacia el fascismo
En la medida que las economías capitalistas fracasan de un lado para otro, se intensifican las condiciones fascistas en el mundo. Los patrones se movilizan sin cesar hacia guerras más extensas. Los Estados Unidos no son una excepción, con los patrones encabezados por Clinton a la vanguardia. El gobierno de Turquía, elegido democráticamente, que representa a su clase dominante, uso el pretexto de un golpe de estado fracasado para arrestar a miles de trabajadores y despedir sumariamente a miles más. Algunos quizás participaron en el fracasado golpe, pero a la mayoría se les despidió para que gente “más leal” pudiese reemplazarlos.    
No nos podemos dar el lujo que mantener la ilusión que la clase dominante sólo le apunta a los Trump. La clase dominante necesita el fascismo para mantener su tambaleante sistema de lucro; una vez que se hayan ocupado de los pequeños patrones, van a lanzarse contra la clase trabajadora todavía con más fuerza. No podemos predecir la trayectoria del fascismo en desarrollo, o cuando va a llegar a su apogeo, pero la tendencia es clara. Debemos entender que los formalismos democráticos se van a mantener soolo mientras le sirvan a la clase dominante. En la medida que la economía capitalista decae y se generaliza la guerra inter-imperialista, van  a encarcelar y asesinar a millones.
¿Cuándo van a parar? Cuando la clase trabajadora internacional, liderados por el Partido Laboral Progresista revolucionario y comunista, le ponga fin a este sistema de una vez y para siempre.