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El presidente Trump continuará con el legado racista de Obama

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14 Enero 2017 30 visitas

La presidencia de Trump significa la continuación de la explotación asesina,  de Barack Obama, con sus crisis económicas, demagogia racista y sexista, persecución de inmigrantes, la creciente desigualdad y los planes de un conflicto inter imperialista mas extenso.   ¡Ese periodo también puede ser de lucha masiva!  Los comunistas tenemos un papel muy importante en este periodo volátil.  La unidad multirracial es nuestra arma mas poderosa.  Nuestro trabajo es organizar a la clase trabajadora internacional para defenderse y luchar.  
Es obvio que Trump no era la primera opción del ala principal de la clase dominante estadounidense.  Los capitalistas financieros se sentían mas cómodos con la racista Hillary Clinton, una buena acolita del imperialismo estadounidense.   Pero, los patrones son flexibles e ingeniosos, utilizaran todo su poder para doblegar a Trump.  Para mantener su dominio, proteger sus ganancias petroleras y construir el apoyo para la próxima gran guerra terrestre, se movilizaran para mover a los trabajadores a través de todo el espectro político hacia su línea.  Como dice el Consejo en Relaciones Exteriores, grupo líder de expertos del ala principal del capitalismo estadounidense:  
Trump puede provocar realineaciones políticas duraderas.  En la derecha, probablemente aparecerá como resurgimiento del privilegio muscular, haciendo un llamado la unidad estadounidense contra el enemigo de la libertad (quizás China, Irán, o Rusia).  Menos predecible, pero probablemente mas interesante, seria la oposición desde la izquierda.  Después de ocho años de deferir a Obama, la izquierda ahora tiene la oportunidad de ser creativa.  Por ejemplo, los demócratas izquierdistas (y algunos republicanos) podrían internar contener el poder del ejecutivo, como ocurrió después de la Primera Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam, pero no después de la guerra en Irak.
En relación con sus rivales en Rusia y China, la clase dominante estadounidense esta dividida internamente y en acelerada caída.  La volatilidad alrededor de la presidencia de Trump los hace aun mas vulnerables.  Es aun muy temprano para medir el impacto de Trump sobre las divisiones que plagan a la clase dominante.  Los gobernantes mismos aun no sabe como hacer que la presidencia de Trump sea lo mejor para ellos.  Pero lo que si debemos estar seguros que el incansable deseo por ganancias intensificara sus ataque a la clase trabajadora internacional.   
El Legado Guerrerista de Obama
El asesino en jefe Obama, pavimento el camino para que Trump continúe los asesinatos con drones.   Desde enero del 2016, Obama había autorizado mas de quinientos ataques por drones, asesinando a 3.040 personas etiquetadas como terroristas y 391 civiles. (New York Times, 12/1/16).  La política racista anti musulmán de Trump deriva de los ataques militares racistas de Obama, contra la clase trabajadora del Medio Oriente.   Los esfuerzos de Obama de institucionalizar y normalizar la practica de ataques por drones será ahora impulsada por Trump.
El resultado de ocho años de presidencia de Barack Obama: deportaciones masivas (2.5 millones hasta el 2015), un rescate bancario ($700 mil millones) y el terror racista incontrolable.  Pero Obama hizo muy poco para aliviar la principal preocupación de los patrones: el menguante patriotismo entre los trabajadores alienados, y su falta de entusiasmo por una conscripción militar para la próxima guerra terrestre.  
El ejercito estadounidense es esencial para el dominio de los capitalistas estadounidenses alrededor del mundo.  Aunque Trump ha hecho algunas promesas de campaña que suenan aislacionistas para cancelar los acuerdos comerciales como la Sociedad Trans-Pacifico o para retractarse de la OTAN y dar a Rusia libre reino en Europa del Este, no nos equivoquemos, Trump será un presidente guerrerista.  Como señala Foreign Affairs (3/1) él prometió reconstruir el ejercito, perseguir el terrorismo islámico, y contrarrestar la agresión china.  Aislacionista no es.”
El Instituto Brookings otro grupo importante de expertos lamenta la decisión de Obama de evitar conflictos “sucios” que requieran “medir las fuerzas militares, en particular para misiones de estabilización a larga escala.  En otras palabras, él dirigió las fuerzas armadas ni siquiera para retener su capacidad de hacer grandes cosas que pudieran ir mas allá de hacer guerra en zonas de confort.” (6/1).  El reporte anima a Trump para que corrija el error de Obama para la próxima guerra.  
Todos los Capitalistas son Nuestros Enemigos
Basándonos en la gente que Trump a nominado para posiciones en su gabinete, él podría representar una oportunidad de unir a la sección dominante de los gobernantes con el ala representada por los capitalistas domésticos.  
Los empleos que están relacionados directamente con las ganancias generadas dentro de EE.UU.  se van a los aliados de los patrones domésticos como Charles y David Koch.   Los Koch están “bien posicionados para influenciar la administración de Trump, tienen muchos aliados en posición.es importantes de transición”(Times, 6/1/).  Por ejemplo, el nominado por Trump para dirigir la Agencia de Protección del Ambiente, Scott Pruitt, procurador general de Oklahoma, recibió $175,000 de la red de los hermanos Koch para una organización sin fines de lucro que Pruitt dirige (Político).  
Por otro lado, el nombramiento de Walter Clayton para dirigir la U.S. Securities and Exchange Commission, la agencia que vigila y regula a Wall Street, es una clara aprobación a la sección del capital financiero de la clase dominante.  Clayton es un abogado quien represento a grandes  bancos, como Barclays y JPMorgan Chase,  También manejo inversiones de capital del Departamento del Tesoro Estadounidense en Goldman Sachs, donde su esposa es una consejera de fortunas.  Mike Sherrod, un miembro del U.S. Senate Banking Committee declaro, “Es difícil ver como un abogado que durante toda su carrera ayudo a Wall Street, ha no pagar por sus crímenes, pueda mantener la promesa del Presidente electo Trump de asegurar que los grandes bancos y fondos de cobertura no se salgan con la suya. “(NYT, 4/1/)
Los patrones continuaran usando la retorica racista de Trump para dividir a la clase trabajadora culpando a trabajadores negros y latinos por los sueldos miserables y las ínfimas condiciones de vivienda.  Los republicanos, en particular, usaran los movimientos abiertamente racistas para profundizar la división.  Mientras tanto, los demócratas usaran la presidencia de Trump para mal dirigir a la clase trabajadora, llevarla al callejón sin salida de los movimientos de reforma social liberales, a la vez promoviendo la mentira de que votando podremos cambiar al capitalismo.  
Aun cuando la fricción dentro de la clase dominante aumenta, los patrones harán lo necesario para usar la presidencia de Trump para sus intereses en común, la máxima ganancia, y al final atacar a la clase trabajadora.  
¡El Mismo Enemigo, La Misma Lucha!
Históricamente, los trabajadores han luchado juntos contra sus opresores desde el comienzo del capitalismo.  Aunque entendemos que el sistema de ganancias nunca podrá ser reformado, ni servirá a las necesidades de los trabajadores, los movimientos y tácticas – plantones, huelgas, y luchas locales contra el racismo y el sexismo – pueden ser extremadamente valiosas para nuestra clase.  Con ellas construimos la unidad con nuestros hermanos y hermanas de clase.  Lo mas importante, aprendemos como luchar contra los patrones.  
Como la presidencia de Obama, la presidencia de Trump es peligrosa para la clase trabajadora internacional – y una oportunidad de militancia masiva.  Desde las elecciones en noviembre, hemos visto miles de trabajadores en las calles con sus puños en el aire, listos a luchar contra el capitalismo.  El racismo de Trump solo puede ser aplastado con la unidad multirracial.  Debemos continuar luchando con los trabajadores mal informados para que luchen contra la verdadera bestia.  Solo un movimiento de masas multirracial para una revolución comunista podremos aplastar el capitalismo y todas sus mentiras.
Nuestra meta final es el comunismo.  El cual puede realizarse solo con la violencia revolucionaria de millones de trabajadores y jóvenes, de gente como tu y yo.  Unidos como una clase, libres de la explotación y de las fronteras artificiales, la clase trabajadora podrá construir un nuevo mundo.   ¡Únete al Partido Laboral Progresista!  Cuando lo hagas, estarás entrelazando manos con miles de millones de luchadores pasados, presentes y futuros.  El mundo le pertenece a la clase trabajadora internacional, pero solo si nos atrevemos a luchar por el.