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Terremotos de México Destrucción descubre la solidaridad de los obreros & atrocidad del gobierno

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29 Septiembre 2017 33 visitas

El terremoto del 19 de septiembre mató al menos a 333 personas en el centro de México, hirió a miles de personas y desplazó a miles más. Cientos de miles de hogares fueron destruidos o dañados tan severamente como para ser inhabitable. Durante la noche, las ciudades se han convertido en ruinas.
A raíz de esta catástrofe, los trabajadores buscan salvarse y proporcionar recursos básicos. Al igual que ocurrió en el terremoto de 1985, el gobierno capitalista se expuso a ser sanguijuelas oportunistas impulsadas por las ganancias.
Es en tiempo de crisis que vemos el rostro desnudo de las dos clases opuestas bajo el capitalismo. Para la clase obrera, nuestro instinto e interés radica en la colectividad y el trabajo para satisfacer las necesidades de los que nos rodean, como es evidente después del terremoto. Este liderazgo obrero es el núcleo de una dictadura del proletariado.
Esta colectividad reside en la cara de una de las mentiras más grandes de la clase dominante: el egoísmo de la naturaleza humana. “Los jefes creen que el instinto humano es capitalista, que cada uno nace egoísta y que la naturaleza determina la riqueza y la pobreza. Los jefes pretenden que “la naturaleza humana” no puede cambiar. Realmente significa que los trabajadores soportarán el capitalismo para siempre. Estas ideas son falsas y viles “(Camino a la Revolución IV, el Manifiesto Comunista del PLP).
Los trabajadores con conciencia de clase que se elevan contra las divisiones de racismo y sexismo de los jefes hacen temblar a los jefes. Para la clase dominante, su instinto es explotar, competir y ganar dinero. Esta esencia de la desigualdad ha sido sistematizada y garantizada por lo que es el gobierno capitalista.
Trabajadores ven a través del estado capitalista
La ilusión de la democracia tiene una influencia más débil sobre la clase obrera en México. Es la temporada electoral y muchos saben que los políticos están viendo este sufrimiento en masa como una oportunidad para avanzar en su carrera.
Cuando el presidente Enrique Peña Nieto recorrió una ciudad dañada en su estado natal, los estudiantes lo abuchearon. Gran parte de la respuesta al desastre se concentró en áreas ricas. “Otras quejas con los funcionarios locales son anteriores al terremoto -el camino destartalado hacia la ciudad, el mal servicio del agua y demasiadas promesas de campaña no cumplidas- pero el terremoto trajo esas frustraciones a la cabeza” (The Guardian, 9/27).
El presidente Neito prometió fondos para la reconstrucción, pero la historia demuestra que la ayuda del gobierno generalmente se desvía a grupos en la cama con los políticos y sus partidos capitalistas, como ocurrió después de los huracanes gemelos en el Pacífico y costas del Golfo en 2013.
“Están reteniendo la comida y las donaciones, acumulándolas, para que puedan obtener una imagen de si mismos dando comida”, dijo Rosalino López, de 36 años, un taxista dijo. Promover su imagen, eso es todo lo que quieren y cuidan’ “(The Guardian, 9/27)
Algunas víctimas fueron dirigidas a mostrar su identificación de registro de votantes a cambio de suministros.
Muchos recuerdan el terremoto de 1985 cuando miles de personas murieron y el resto quedaron a su suerte.
La ira se eleva contra los militares. “El ejército tiene una historia de imponer brutales reglas del pillaje para los desastres naturales que se remontan al terremoto de 1985”, dijo el analista de políticas públicas Rodolfo Soriano Nuñez “(The Guardian, 9/21). La desconfianza es justamente debido. En algunos barrios, las fuerzas armadas se han apoderado de las operaciones de rescates iniciadas por civiles en efificios que todavía tienen gente atrapada dentro.
Parte de la preocupación del gobierno es cómo esta solidaridad obrera puede convertirse en resistencia de la clase obrera contra el gobierno. Los jefes tienen razón de tener miedo.
Solidaridad Internacional
Cuando la clase obrera en México organizó esfuerzos de socorro después de los terremotos, estaban dando liderazgo a los trabajadores de todo el mundo. Debemos seguir su ejemplo. Gran parte de las familias de inmigrantes mexicanos en la ciudad de Nueva York provienen de Puebla y seguramente, muchas de ellas tienen familias afectadas. Algunas organizaciones comunitarias, de las que forman parte los miembros del Partido Laborista Progresista, están participando en el envío de suministros a las áreas afectadas. Es nuestra responsabilidad salir allí en las organizaciones de masas-escuelas, grupos comunitarios, sindicatos y hospitales- para organizar una campaña de solidaridad. Esto incluye investigar qué miembros de nuestras organizaciones están afectados, quién puede vincularnos con los luchadores en México y recaudar dinero y políticas pro-comunistas sobre el poder del estado.