Con el anuncio del Primer Ministro Mariano Rajoy de remover los lideres separaditas de Cataluña y aplastar el impulso de la región por independencia, los obreros encaran una situación de no ganar, un coque entre el fascismo aumentante y política identitaria nacionalista. Sin importar que lado prevalezca, continuaran a dividir y explotar los obreros bajo el sistema capitalista de ganancias.
Con el orden mundial centrista de EE.UU. en rápida caída, el capitalismo esta en caos por todo el mundo. El 1ro de octubre, se intensificaron tensiones que estaban por estallar hace mucho cuando Cataluña monto un referéndum de independencia. En escenas remanecientes del régimen de Francisco Franco quien gobernó España de los mediados de los 70s, la policía española respondió con bates y balas de caucho, lastimando a 750 personas. A pesar de esto, se reportaron 2.3 millones a votar, con un 90 porciento escogiendo separarse de España (Telegraph, 2/10). Como respuesta, España ha amenazado imponer nuevas elecciones para la presidencia de la región (para remplazar el seccionario Charles Puigdemont), suspender el parlamento de Cataluña, y mandar la policía y el ejercito. Encarcelaron a dos separadistas prominentes sin fianza.
El movimiento de independencia catalán esta desviando a millones de obreros a unirse tras los patrones capitalistas de la región. La batalla violenta por venir pondrá a los obreros en el fuego cruzado. Solo una revolución comunista liderada por el Partido Laboral Progresista, puede aplastar las fronteras nacionales y regionales. Solo una sociedad comunista puede complacer las necesidades de la clase obrera internacional.
El Nacionalismo: La herramienta de los patrones
El Nacionalismo y política identitaria son respuestas reaccionarias al capitalismo en crisis. Desde la recesión global del 2008, los obreros de España han sufrido con unas de las economías más débiles de Europa. Incluso después de la “recuperación”, las tasas de desempleo del país están a un 17 porciento- un 39 porciento para los jóvenes (tradingeconomics.com). Para proteger sus disminuyentes ganancias, los capitalistas de España han impuesto austeridad de congelamientos de pago y recortes de gastos. La Cataluña es la región mas prospera de España, cuenta con el 20 porciento de la economía del país y 25 porciento de sus exportaciones. En ausencia a un movimiento comunista y conciencia de la clase obrera, algunos obreros en Cataluña resienten a aquellos en regiones mas pobres quienes tal vez reciben pocas migajas de la alta cuenta de impuestos de Cataluña (CNN, 29/9). Aun no ven que sus verdaderos enemigos son patrones capitalistas chupasangre, sea que en Madrid o en Barcelona:
El proyecto contemporáneo de independencia ofrece esperanza o ilusión de una nueva nación libre de responsabilidades de austeridad, corrupción, y lo que ven nacionalistas catalanes como una contribución excesiva de Cataluña al resto de España en forma de impuestos y transferencias a regiones menos ricas. Esta narrativa, sin embargo, ignora la implicación de los elites catalanes en escándalos de corrupción al igual del record de los nacionalistas catalanes en el gobierno de aplicar políticas no populares de austeridad por parte de los elites económicos de ambos España y Cataluña. En el discurso de nacionalistas catalanes, eso significa, las políticas identitarias han superado las políticas de clase (Foreign Affairs, 10/18).
El Separatismo Catalán es malo para UE, EE.UU
El movimiento tipo Brexit de Cataluña es mala noticia para los capitalistas en toda parte, de España a la Unión Europea alineada a EE.UU. a la región en si. Si Cataluña se volviera independiente, sus patrones podrían perder libre comercio dentro de la UE. Uno de los bancos mas grandes de Cataluña ya mudo su cede principal a otra parte de España; un segundo banco, junto con muchos otros negocios están considerando hacer lo mismo (Vox, 10/10).
El crecimiento del nacionalismo catalán no es como el movimiento escocés por la independencia o el voto de Bretaña del año pasado de irse de la Unión Europea. También hay un eco a la movida del apoyo masivo del Patrón Racista de EE.UU. Donald Trump de excluir inmigrantes musulmanes y latinos. Se están ganando a los obreros a la idea retrasada de unirse alrededor del nacionalismo y que cerrar el mundo los protegerá de desempleo, recortes de salario, y deterioro de escuelas y viviendas. Es el trabajo del Partido Laboral Progresista de demostrarles a los obreros que nuestros hermanos y hermanas de clase no causan nuestro sufrimiento, pero los patrones quienes nos explotan por ganancias máximas. El Racismo y nacionalismo debilitan nuestra clase y nos detienen de luchar.
Bajo el comunismo, no habrán patrones capitalistas dividiéndonos. No habrá dinero, no desempleo, no recesiones. Nadie hará ganancias de otra persona; todo el mundo tendrá vivienda, comida y seguridad. Solo un mundo basado en la unidad de la clase obrera y colectividad puede cumplir las necesidades de los obreros. Este es el mundo por el cual lucha el Partido Laboral Progresista.
Destruye el Capitalismo con Violencia Masiva Revolucionaria
La violencia brutal policiaca en Cataluña nos recuerda que el capitalismo no juega bien cuando se amenazan sus intereses. Cuando salieron los votantes, la nación “demócrata” de España uso terror estatal para aplastar el desacuerdo anti-español. ¡Incluso desconecto el internet! Los patrones no van a dejar que los obreros voten afuera el estatus quo capitalista. El cambio real vendrá solo con una clase obrera masiva, organizada que este lista a usar violencia revolucionaria. El Partido Laboral Progresista lucha para unir la clase obrera bajo la bandera roja del comunismo. ¡Únetenos!
Historia breve de España
Los dos movimientos principales nacionalistas en España se basaron en Cataluña y el País Vasco. Por casi un siglo, los patrones locales en esas dos regiones construyeron un movimiento alrededor del nacionalismo local. En los 1920s, después de la Primera Guerra Mundial y que la Revolución Rusa derroco la vieja estructura de poder europeo, la liberación nacional y movimientos separatistas ganaron impulso alrededor del mundo, de Egipto a India al Norte de Irlanda, Escocia, y España.
En España, un país unificado por mas de 500 años, ambos el País Vasco y Cataluña vieron la formación de partidos independientes en 1922. Esto coincidió con un periodo de lucha interna dentro de la clase gobernante de España. En un lado estaba el viejo elite, los monarcas y grandes terratenientes; en el otro, los nuevos capitalistas liberales crecientes. En 1931, el ala liberal gano una victoria temporal y estableció una republica española. Para mantener la lealtad de los patrones catalanes y vascos, el gobierno republicano les dio autonomía significativa.
La Republica Española tuvo una vida corta. En 1936, los monarcas y la mayoría de ejercito español se unieron bajo el partido fascista español, Falange. La consiguiente Guerra Civil Española se convirtió en la batalla de apertura de la Segunda Guerra Mundial, y el punto de enfoque por un movimiento masivo, internacional antifascista liderado por los comunistas. Los comunistas internacionales organizaron brigadas internacionales de voluntarios a entrar a España a combatir los fascistas. Mataron a más de un millón de obreros españoles, al igual que muchos otros miles de comunistas y antifascistas combatiendo en el lado de la republica. Aunque las fuerzas antifascistas perdieron la batalla en España, su valiente lucha inspiro a obreros alrededor del mundo a ultimadamente desafiar los Nazis.
En España, que era nominalmente neutral en la Segunda Guerra Mundial, los patrones se unieron bajo el régimen asesino de Franco. Se suprimieron los movimientos vascos y catalanes, aunque montaron insurrecciones periódicas. Pero en el periodo de post-guerra, el fascismo español se convirtió en un problema político para EE.UU dominante y los patrones alemanes quienes estaban combatiendo en la Guerra Fría en contra de la Unión Soviética y mostrándose como campeones de la democracia. Cuando Franco murió en 1975, los patrones españoles hicieron transición a una democracia liberal para ganar membrecía a la Comunidad Europea, predecesora de la Unión Europea.
