CIUDAD DE NUEVA YORK, 21 de noviembre— Uno de las consignas del Partido Laborista Progresista dice: “¿Qué hacemos cuando nos atacan? ¡Ponte de pie y lucha!” En una escuela secundaria de la ciudad de Nueva York, donde los estudiantes y los maestros son hostigados constantemente por la administración, un maestro joven y no titulado hizo exactamente eso. Y también dio un golpe contra el sexismo.
Cuando el director observó a esta maestra, tuvo una lección con diapositivas de PowerPoint y tuvo que abrir su plan de lección en su computadora portátil. Al director no le gustó que no tuviera una copia impresa de su plan de clase. Puso una carta en su archivo castigándola. Esto viola el contrato sindical, que establece que los administradores solo pueden criticar la lección, no el formato del plan de la lección. Incluso el boletín semanal del director del Canciller les advierte a los directores que no utilicen un manual escolar para enmendar el contrato. Atacar pequeñas cosas como el formato de un plan de clase es una forma en que la administración mantiene a los maestros nuevos intimidados y les impide hablar en contra de las malas prácticas en la escuela.
Aquí, como en muchas escuelas de la ciudad de Nueva York, los estudiantes y los maestros se enfrentan a muchos problemas. Demasiados administradores no enseñan, casi todas las clases están sobrepobladas, y un director que acosa a los maestros no numerarios por tonterías.
Maestros veteranos y nuevos, se unen
Los ataques son constantes, pero muchos profesores han luchado contra ellos. Sin embargo, los maestros se han separado un poco entre los permanentes y los nuevos. Nos dicen que los maestros no titulados no tienen derechos. Pueden ser despedidos en cualquier momento, por cualquier motivo. Como resultado, es principalmente un maestro veterano quien se defiende, mientras que aquellos no numerarios intentan mantener la cabeza baja y ser “jugadores de equipo”.
Cuando esta maestra comenzó a pedir ayuda a sus compañeros de trabajo, recibió consejos contradictorios. Algunos hombres le dijeron que no hiciera nada y que fuera una “jugadora de equipo” porque eso es lo que le gusta al director. Esto refleja el sexismo que se nos va formando en nuestro pensamiento. Su consejo de ellos era que ella simplemente lo tolerara.
La maestra estaba enojada con el consejo paternalista que recibió de algunos de sus colegas masculinos que decían simplemente mantener la cabeza baja. Algunas profesoras y un maestro, conocido por pertenecer al Partido Laboral Progresista, le aconsejaron que se defendiera.
A pesar de ser no numeraria, ella escribió una pequeña refutación que fue acompañado por evidencia sobre la mala conducta del director. Estas peleas diarias sobre los planes de las lecciones y el hostigamiento general por parte de los jefes en el trabajo son importantes porque son parte del fortalecimiento de la clase trabajadora que es necesario para las luchas que se avecinan. En particular, esta lucha fue un pequeño golpe contra el sexismo.
Hay muchas más luchas que ocurren en esta escuela que están orientadas a luchar contra una administración que habla de boca para afuera de querer ayudar a los estudiantes mientras atacan a los maestros y nuestra capacidad para enseñarlos. La dedicación que los maestros tienen hacia sus alumnos los ha motivado a asistir a las reuniones de la PTA y a crear vínculos más fuertes con los padres. Este acto de desafío es un ejemplo de la lucha contra el sexismo en el trabajo y la unión de hombres y mujeres contra el capitalismo.