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Antirracistas de Boston combaten fascitas, otra vez

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24 Noviembre 2017 29 visitas

BOSTON, noviembre 18—Mil antirracistas se reunieron para frenar a 50 fascistas en el Boston Common. Es la continuación de la marcha de 40,000 personas en la Costa Este que en agosto se opusieron a los neo nazis de Oath Keepers, Patriotic Prayer, y otras milicias supremacistas blancas. Como parte de una nueva generación de racistas de alcantarilla, envalentonados por la presidencia descaradamente racista de Trump, estos grupos abiertamente proclaman el “nacionalismo blanco” y el racismo anti-inmigrante. En algunas manifestaciones contra la policía por los asesinatos de jóvenes negros, estos racistas han enviado a matones armados para intimidar a la gente.
Esta vez, se les negó un permiso a los fascistas. Aun así, llegaron, diciendo que tenían el derecho a reunirse en el Boston Common, un gran parque histórico abierto a todos. Aunque el plantón era ilegal, el alcalde liberal de Boston Mayor Marty Walsh, se presento y se puso de lado de los fascistas. Varios cientos de policías locales, estatales y otros llegaron a proteger a los fascistas. Nuevamente vimos como los patrones capitalistas se preocupan de sus propios intereses decidiendo cuando y donde imponer sus leyes. Sin la policía los fascistas no se podrían organizar.
“Nunca Mas, Muerte al Fascismo, Poder a los Trabajadores”
Militantes y amigos del Partido Laboral Progresista llegaron al centro de Boston en el momento en que la policía racista llevaba a los fascistas a la calle Tremont del parque. En ese momento nos plantamos y con megáfono en mano los denunciamos, en la acera, al frente del “alt-right” y sus policías armados que los cuidaban. Aunque no teníamos suficiente gente para enfrentar físicamente a los fascistas y la policía, logramos un éxito plantón de 30 minutos. Se nos unió gente de la calle y se quedaron hasta el final. Distribuimos DESAFÍO y una volante titulada “¡Aprender de la Historia – Destruyamos el Fascismo Ahora!” Abrimos una bandera y hablamos por el megáfono con la gente que pasaba por ahí.
Después nos acercamos al podio, a unos 100 pies de los fascistas. Mientras caminábamos por el Common, nos encontramos en un campo armado, con policías en todos lados. El podio estaba rodeado para proteger a los fascistas de la ira de la clase trabajadora. Cuando llegamos y los fascistas empezaron a escupir sus mentiras racistas, elevamos nuestra bandera y tomamos el megáfono tratando de que no se escucharan. Finalmente la policía se los llevo y cerrando el área simultáneamente para que no los pudieran seguir los manifestantes. Nosotros coreábamos en la voz mas alta que podíamos “Hitler rose, Hitler fell, Nazi scum can go to hell!” y “Death, death, death to the fascists, power, power, power to the workers!” Antes de irnos, distribuimos mas de 500 volantes y cerca de 50 DESAFÍOS. Hablamos con mucha gente sobre nuestras ideas militantes y anti-capitalistas, de la necesidad de aplastar los movimientos fascistas antes de que crezcan. Esta experiencia nos mostro la necesidad de construir nuestras propias fuerzas antifascistas.
Como dijimos en el plantón, los gobernantes capitalistas desde Turquía a Arabia Saudita, China y EE.UU. están disciplinando sus filas porque su sistema esta en crisis y no pueden seguir gobernando igual. Los patones dominantes, como el capital financiero en EE.UU., utilizan a grupos fascistas para consolidar el poder y tratar de dividir e intimidar a la clase trabajadora internacional. Aclaramos que el creciente fascismo es un paso esencial hacia la guerra inter-imperialista global. El capitalismo no se puede reformar para parar el fascismo. Solo la revolución comunista puede acabar con el sistema de ganancias letal y acabar con el fascismo y la guerra imperialista.
Lo que debemos aprender de la historia: Los eventos mundiales de hoy son similares a los que ocurrieron en Europa en la década de 1930. En Inglaterra y Alemania, grandes movimientos fascistas fueron apoyados por los grandes financieros capitalistas. En Inglaterra, los trabajadores acabaron con los fascistas camisas negras, en las calles. En Alemania ellos lucharon contra los nazis pero perdieron las batallas callejeras. El partido comunista alemán confió en el proceso electoral y las peligrosas ilusiones de que el fascismo podía ser frenado con una alianza con capitalistas “progresistas”. Ese grave error le costo la vida a 6 millones de judíos y decenas de millones de otros.
Hoy, los fascistas y sus promotores tienen muy claras sus intenciones: subyugar a trabajadores negros, latinos, asiáticos e inmigrantes; suprimir y dividir a nuestra clase; y defender el imperio de ganancias estadounidense. Permitir que los fascistas se organicen tiene sus consecuencias. ¡Ya Basta! Como hemos aprendimos de los horrores de la historia, ¡tenemos que acabar con esta escoria ahora, también con su enfermo sistema capitalista que los financia y protege! Continuaremos nuestra lucha en Boston y ¡alrededor del mundo!