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La Unión Soviética aplasto el fascismo. Mentiras capitalistas sobre la Segunda Guerra Mundial

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09 Marzo 2018 84 visitas

Esto es parte de una extensa serie de artículos sobre la Revolución Bolchevique, sus triunfos y sus derrotas, del movimiento comunista mundial del siglo XX. Sus comentarios y críticas son bien recibidos.

La clase trabajadora internacional, dirigida por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (USSR), derrotó el fascismo en la II Guerra Mundial, un gran logro. Los gobernantes capitalistas mienten acerca la II Guerra Mundial, escondiendo el papel clave de los trabajadores y el liderato comunista en esa victoria. ¡Nosotros rechazamos esas mentiras!
Mentira Numero 1: Los capitalistas Británicos, Franceses y Estados Unidos (”Aliados”) siempre se Opusieron a Hitler
Actualmente, lo apoyaron y ayudaron a Hitler hasta el último momento.
Comenzando con el gobierno de Hitler en 1933, los líderes de Los Estados Unidos y Britania ignoraron los asesinos Nazis de los judíos.
Britania, Francia y los Estados Unidos apaciguaron a Hitler, esperando que él atacara a la Unión Soviética. Dejaron que Hitler se re-armara. Le dieron Checoslovaquia en 1938. Condujeron dinero del extranjero a Alemania en la Bolsa de Londres. Justo antes de la guerra en septiembre 1939, Alemania compró doble de su requisito mensual de caucho de la Bolsa del Caucho de Londres.
Hasta después de que comenzara la guerra, Alemania consiguió petróleo a través de Italia y el algodón americano a través de la Suiza.
De 1935-1939, Francia y Britania rechazaron cinco propuestas Sovieticas para aliarse contra Hitler. Por fin, los soviéticos hicieron un pacto con los Nazis, esperando de ganar tiempo en preparación de un ataque Nazi.
En testimonio posguerra, el General Nazi Jodl dijo, “el ejército alemán… (ganó) la campaña Polaca [septiembre, 1939] porque 110 divisiones francesas y británicos enfrentando a 29 divisiones alemanes…hicieron nada.” El mando superior francés pro-nazi se rindió. Cuando los alemanes se acercaron a Paris, 20 divisiones francesas permanecieron en Siria, solamente para amenazar a Asia Central Soviética. Soldados franceses tratando de enterrar sus armas para la resistencia fueron ordenados a que los entregaran a los nazis.
Los gobernantes británicos, franceses y americanos apoyaron al fascismo. Durante la Guerra Civil Española (1936-39), Británia, Francia y los Estados Unidos ayudaron al fascista General Franco en bloqueando suministros para el gobierno español anti-fascista; Franco recibió petróleo de Texaco, 12,000 automóviles de Ford y GM, y apoyo militar de Alemania e Italia. Mientras los capitalistas daban España a los fascistas, la clase trabajadora reclutó voluntarios a las Brigadas Internacionales para luchar contra Franco. Comunistas e izquierdistas de 53 países se unieron a estas brigadas. Muchos murieron para la causa.
Después de que guerra fuera declarada, los Estados Unidos/Británia prestaron dinero a España e Italia - aliados de Hitler.
Si los nazis solamente hubieran aterrorizado a los trabajadores y atacaban a la USSR, los capitalistas Británicos-Franceses-Estados Unidos los hubieran dejado solos. Estos capitalistas, antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial, apoyaron a docenas de fascistas y asesinos de masas, de Chile a Indonesia. Pero Hitler tomó Polonia, Holanda, Bélgica y Francia. Entonces los Aliados capitalistas tuvieron que pelear contra Hitler – pero no porque estaban opuestos al fascismo. Británia lucho por su imperio colonial. Los Estados Unidos pelearon por control del pacifico y para ser sé el más grande poder capitalista.
Mentira Número 2: Los Estados
Unidos y Británia derrotaron a Hitler, con una ayuda mínima de la USSR
Actualmente, fue el Ejército Rojo Soviético y los partidarios dirigidos por los comunistas de Francia, Italia, Grecia, Yugoslavia, China, Corea, Vietnam y las Filipinas quienes derrotaron el Eje Fascista Alemán-Italiano-Japonés.
Hitler atacó a la USSR el 22 de junio, 1941 con 270 divisiones—3,600,000 soldados. (Hitler tomó a Francia con solamente 50 divisiones.) Los nazis invadieron una tercera parte de tierra soviética. Pero el Ejército Rojo luchó heroicamente hasta la victoria.
En 1941, los nazis rodearon Leningrado. Hitler ordenó a que destruyeran completamente el lugar de nacimiento del Bolchevismo. La población de Leningrado sufrió de extremo hambre bajo estado sitiado de 900 días, pero bajo el liderato comunista, nunca se rindieron.
Ya para octubre 1941, los nazis avanzaron a Moscú; pudieron ver el Kremlin. Cuando el liderato soviético decidió quedarse en la ciudad, la población entera se levantó en defensa. La población civil se unió a militares de defensa. Mujeres, hombres, jóvenes y grandes de edad, excavaron acequias anti-tanques en clima helado. Después de agotar a los fascistas, los soviéticos contra atacaron, empujando para atrás al enemigo 100 miles – el primer derrota para los nazis.
En Stalingrado, superados en número y menos armados, los soviéticos lucharon de casa a casa. Los trabajadores defendieron su sociedad comunista, voluntariamente quedándose en sus fábricas construyendo tanques mientras caían las bombas. Si alguna vez se quiso un ejemplo del espíritu comunista, éste es Stalingrado. ¡La valentía de los defensores, la determinación y la camaradería representa lo mejor de la humanidad! Stalingrado también demuestra la planificación y estratégica brillante del alto mando soviético encabezado por Stalin. Los soviéticos rodearon y destruyeron a tres ejércitos fascistas, causando la muerte de 1.5 millones de nazis.
La guerra persiguió por otros tres años hasta que el Ejército Rojo tomó Berlín el 5 de mayo, 1945. (Vea Rusia en Guerra por Alexander Werth y Memorias de Marshal Zhukov.)
En noviembre 1942, de 256 divisiones alemanes, 172 lucharon contra el Ejército Rojo. Mientras, los británicos confrontaban solamente a cuatro divisiones alemanes en el Norte de Africa. En el desembarco de Normandía, los aliados se enfrentaron solamente con unas pocas divisiones porque 100 divisiones nazis fueron trasladadas a Bielorrusia y Ucrania donde el Ejército Rojo estaba ganando.
De 1941-1944, mientras el Ejército Rojo mataba a los fascistas, los Estados Unidos/Británia esperaron hasta que los nazis debilitaron al USSR. Retrasaron la Segunda Ronda hasta 1944 cuando los nazis estaban en completo retroceso del Ejército Rojo. Sin una segunda ronda, los soviéticos podrían haber liberado a toda Europa. El objetivo real de la Segunda Ronda fue para parrar el comunismo en Europa del oeste.
Los nazis concentraron sus fuerzas principales contra la USSR, sabiendo que serían tratados mejor por los Estados Unidos que por los soviéticos. Tuvieron la razón. Con excepción de unos pocos superiores nazis, todos los oficiales nazis, los matones fascistas, fueron resguardados dentro la burocracia alemán bajo el control estadounidense y británico. Y los capitalistas alemanes Krupp, Siemens, DeutscheBank, quienes aprovecharon en la construcción de armamentos y vendiendo cámaras de gas para los campos de concentración, quedaron intactos durante y después de la guerra, y los Estados Unidos rápidamente abrieron sus mercados a ellos.
Aparte del Ejército Rojo, la otra fuerza que destruyó a los fascistas fueron los partidarios. Los partidarios comunistas italianos liberaron Milán, Turín, Padua, Bolonia y Génova antes de que los Estados Unidos y Britania llegaran. El 27 de abril 1945, capturaron a Mussolini y a 18 fascistas superiores, y los ejecutaron. Los partidarios soviéticos detrás las líneas alemanes destruyeron a un millón de tropas fascistas, más de los que fueron matados por todas las fuerzas EE.UU y británicos.
Los partidarios comunistas liberaron Grecia, Albania y Yugoslavia. En Italia del norte, 23 divisiones alemanes y cuatro divisiones italianos estaban peleando contra los partidarios; en Yugoslavia, los partidarios enfrentaban a 24 divisiones alemanes, 9 búlgaro y 3 húngaros; los partidarios griegos opusieron a 10 divisiones. Los comunistas y otros organizaron huelgas y sabotaje en Italia, Francia y hasta en Alemania.

Mentira n. ° 3: Churchill fue un gran líder de guerra
Churchill era anticomunista, racista y un ferviente guerrero de clase para los imperialistas británicos. En 1910, como Ministro del Interior, envió tropas contra mineros en huelga y trabajadores del transporte. También aconsejó la esterilización obligatoria de los “mentalmente perturbados” para “mejorar el acervo racial británico”.
Durante la Guerra Civil en Rusia (1918-21) organizó la intervención británica contra el nuevo estado obrero en un vano intento de aplastarlo. Abogó por el uso de gas venenoso en Irak contra los árabes rebeldes, y organizó los Black and Tans, quienes aterrorizaron a los católicos en Irlanda.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Churchill retrasó la apertura del Segundo Frente en el Oeste contra los nazis. Envió tropas británicas a Grecia para instalar un rey fascista, después de que éste país fuese liberado de los nazis por partidarios dirigidos por los comunistas. Churchill sirvió bien a la clase gobernante británica, pero las masas en Asia y África acabaron con el dominio colonial británico poco después de la guerra.
Mentira n. ° 4: Japón fue derrotado por EE. UU.
El Ejército Rojo chino destruyó más de 1,7 millones de tropas fascistas y sus títeres. Esto fue mucho más que la cantidad de soldados japoneses destruidos por los ejércitos británicos, de los EE. UU. y del Kuomintang (los nacionalistas chinos) combinados. Las dos principales campañas de guerra contra los EE. UU. involucraron a menos de una quinta parte de las fuerzas japonesas que luchaban contra los comunistas en China.
Mentira n. ° 5: se necesitaron bombas atómicas para poner fin a la guerra japonesa rápidamente
Stalin, Roosevelt y Churchill habían acordado que el Ejército Rojo soviético, después de derrotar a los nazis, atacaría a las fuerzas japonesas en China, supuestamente para evitar las altas bajas que resultarían de una invasión de Japón. Pero EE. UU. ya había probado la bomba atómica y la había arrojado el 6 de agosto, dos días antes del ataque soviético previsto. EE. UU. pudo reclamar el reconocimiento de la rendición japonesa y obtener el control total de Japón después de la guerra.
Las bombas atómicas se utilizaron para advertir a la Unión Soviética y a los trabajadores del mundo que luchaban por la revolución de que un poder capitalista poseía una súper arma y la usaría para mantener el dominio. Hasta los eruditos capitalistas ahora admiten que EE. UU. mintió sobre la Bomba salvando entre 500.000 y 700.000 vidas estadounidenses que según Truman se habrían perdido en una invasión a gran escala (el gobierno japonés había enviado propuestas de rendición durante meses).
Mentira No. 6: Hitler fue la causa de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto
La causa fundamental de la guerra es la necesidad continua de la clase dominante de amasar capital y explotar a los trabajadores y los recursos naturales. Las clases capitalistas europeas lucharon guerras coloniales por el control del trabajo y los recursos. Los EE. UU. invadio Panamá para asegurar el Canal y lanzaron la Guerra del Golfo para controlar el petróleo del Medio Oriente.
El holocausto suele atribuirse a la “mentalidad nazi”. La mentalidad nazi es realmente capitalista en su forma más oprobiosa. El capitalismo se nutre del racismo. Aunque el asesinato de decenas de millones en unos pocos años no tiene precedentes en la historia humana, hay muchos otros ejemplos de asesinatos masivos racistas, incluido el tráfico de esclavos desde África y la matanza de pueblos originarios en las Américas.
Mentira n. ° 7: el partido nazi, no la clase capitalista, hizo fascista a Alemania
La clase capitalista alemana forzó el fascismo en Alemania. Esta clase de banqueros y hombres de negocios financiaron a Hitler. Le dio dinero para organizar a los soldados de asalto que aterrorizaban a la clase trabajadora. Hitler prohibió las huelgas y colocó a los comunistas y activistas sindicales en campos de concentración. Entre 1934 y 1938, mientras los salarios reales cayeron, las ganancias de los capitalistas aumentaron en un 50 por ciento. Los capitalistas alemanes obtuvieron grandes ganancias de la guerra del trabajo esclavo.
Mentira n. ° 8: Las Fuerzas Soviéticas eran antisemitas
Una gran mentira es que las fuerzas soviéticas eran antisemitas. De hecho, una de las primeras órdenes que Stalin le dio al Ejército Rojo fue evacuar a los judíos del este hacia la seguridad de la retaguardia soviética, fuera del alcance del avance del ejército nazi. Cientos de miles de judíos lucharon en el Ejército Rojo y como partidarios en la Unión Soviética y Europa. A fines de 1941, se enviaron agentes especiales desde Moscú para luchar contra cualquier antisemitismo. Por el contrario, en la República Federal de Alemania anticomunista (FRG), donde la sentencia promedio de cárcel por crímenes de guerra fue de diez minutos por cada víctima asesinada, la mayoría de los asesinos nazis retuvieron sus trabajos.
Mentira n. ° 9: la democracia liberal es lo opuesto al fascismo
Cada estado capitalista, liberal o fascista, es una dictadura sobre la clase trabajadora para crear y mantener las condiciones para la explotación de los trabajadores. Cualquier trabajador en huelga fácilmente obtiene experiencia de primera mano de esta realidad. Cuando la economía está creciendo y la oposición de los trabajadores no es militante, el estado capitalista puede permitir algo de libertad de expresión. Pero cuando suceden las crisis, el Estado capitalista revela su verdadera naturaleza. El fascismo es la forma lógica del poder estatal capitalista.
A medida que la Gran Depresión de la década de 1930 se apoderó del mundo, el fascismo se extendió por todo el mundo. La Unión Soviética, luego dirigida por los comunistas y una fuente de inspiración para los trabajadores del mundo, era su principal objetivo. El comunismo, no la democracia liberal, es lo opuesto del fascismo.
Mentira n. ° 10: los judíos permitieron que los nazis los masacraran
El asesinato de millones de judíos, gitanos y otros que fueron considerados “untermenschen” (en alemán, “subhumanos”) por los nazis es uno de los actos más bárbaros en la historia moderna. A pesar de que aceptan la existencia del holocausto, los medios de los patrones han difundido una serie de mentiras.
Películas como “La lista de Schindler” implican que los judíos fueron como corderos al matadero. En realidad, hubo una resistencia generalizada a los nazis en los guetos y los campamentos. A principios de 1943, 50.000 judíos en el Gueto de Varsovia, organizados por el Partido Comunista y otros grupos antinazis, lucharon durante semanas contra una división de las SS.
Los incendios de la revuelta ardieron incluso dentro de las fábricas de muerte nazis. Los presos de Auschwitz volaron un crematorio con la ayuda de la dinamita de contrabando. En Sobibor, una audaz revuelta organizada con el liderazgo de un oficial del Ejército Rojo mató a 50 guardias de las SS con 300 prisioneros escapando a la libertad. Los comunistas en los guetos lucharon contra los “líderes” vendidos que sirvieron a los nazis llevando a cabo sus órdenes y diciéndole a la gente que no se defendieran.
¿Por qué la cultura capitalista miente sobre estos eventos? Una de sus funciones importantes es difundir la pasividad frente a la opresión. Además, es un hecho que la mayor parte de la lucha judía contra los nazis fue liderada por los comunistas, y era fundamentalmente antirracista. Entonces, los capitalistas racistas y anticomunistas esconden la verdad de la resistencia judía.
Si bien la victoria sobre el fascismo es parte del legado de la clase obrera mundial, no debemos pasar por alto los errores de su liderazgo comunista. En la Unión Soviética, se hicieron concesiones al nacionalismo. Los rangos militares se introdujeron en 1937, en contra del espíritu proletario. Los comunistas desarrollaron coaliciones con capitalistas “antifascistas” (por ejemplo, Gran Bretaña y EE. UU.) bajo la apariencia de luchar contra el fascismo. Estos errores ayudaron a mantener el capitalismo en Europa occidental y restablecieron el capitalismo por completo después de la muerte de Stalin.
Hoy, con las crisis cada vez más profundas y la rivalidad imperialista, las nubes fascistas se están reuniendo rápidamente. Es esencial para el PLP liderar a la clase obrera en otra lucha contra el capitalismo y sus monstruos del fascismo y la guerra. La lucha es más difícil porque ahora no hay un centro de poder de la clase trabajadora como lo era entonces la URSS. Pero si aprendemos de la historia, no iremos a mitad de camino; lucharemos por el comunismo y la verdadera emancipación de la clase trabajadora.