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Una historia breve de rojos en el tablero

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01 Septiembre 2017 33 visitas

Ya que la escuela comienza para los padres, estudiantes, y maestros por el hemisferio norte, lectores del DESAFIO y millones más proponen de hacer la lucha contra el racismo una parte central en este año que viene. El abrazo de Donald Trump, a los racistas Nazi y KKK después de lo que paso el Charlottesville, es la más obvia muestra de apoyo por el racismo de la casa blanca desde un presidente anterior, Woodrow Wilson quien proyecto la película pro-Klan, “El Nacimiento de una Nación”, hace más de cien años.
Maestros son trabajadores de educación
Maestros y otros decididos a llevar la lucha contra el racismo a las escuelas hoy en día tienen mucho que aprender de los esfuerzos de los maestros comunistas en la Ciudad de Nueva York (NYC) en los 1930s-1950s.
El sistema escolar de NYC se expandió a ritmo increíble al principio del siglo veinte, mientras la clase gobernante de NYC absorbió millones de refugiados económicos migrando de Europa del sur y este, y después, migrantes negros de los EEUU del sur.
En cambio a la mayoría de sus estudiantes que se enfrentaban al desempleo masivo racista, subempleo, encarcelación, o el militar, los salarios de los maestros proporciono un nivel de vida adecuada.
Independientemente de salarios, sin embargo, los maestros siguieron, y siguen siendo, trabajadores explotados, junto con sus estudiantes y los demás de los trabajadores. Los maestros en los 1930’s lucharon de este modo, y al hacer esto, sucedió dos tendencias muy significativos en el sindicalismo de los maestros. Una tendencia en el sindicalismo de maestros exigió organizando a los maestros como profesionales y prosiguiendo relaciones colaborativos con los administradores y la Mesa Educativa, con el fin de lograr que los patrones de educación hagan mejoras graduales a las condiciones de trabajo para los maestros. Se sostuvo que el efecto de propagación de estas mejoras también serviría los intereses de los estudiantes. Esta tendencia sigue viviendo en el liderato de los dos mayores sindicales de maestros: la Federación Americana de Maestros (AFT) y la Asociación Nacional Educativa (NEA).
La otra tendencia en el sindicalismo de maestros fue dirigido por los comunistas para organizar a los maestros como trabajadores. Los maestros lucharían por mejora escolares al lado de los estudiantes y padres, y organizar barrios enteros para sentir la fuerza de acción colectiva en exigiendo cambios en sus escuelas locales. Arraigada en las masas de clase trabajadora, creció un movimiento sindicalista de maestros en toda la ciudad de maestros: el sindical de maestros de la Ciudad de Nueva York (TU).
Desde su principio, el TU lanzo unas campañas masivas anti-racistas en Harlem, Bedford-Stuyvesant, Williamsburg y el Bronx del Sur contra directores escolares abusivos, para reparaciones a los edificios escolares deteriorados, y por la dotación de personal en las escuelas negras y latinas con maestros con experiencia.
Una llamada comunista a los maestros: servir a la gente
En los 1930s-1940s, el sindicato dirigido por los comunistas (TU) era la organización principal de maestros en la ciudad. Los patrones de la ciudad fueron cuidadosos de nunca reconocer a este sindicato como el representante negociadora oficial de los maestros de la ciudad. No obstante, el TU lanzo las luchas para reducir el tamaño de clase y prohibir la discriminación género en prácticas de contratación (gano y perdió luchas para hacer ilegal el establecido segregación racial en el estado de Nueva York), el proceso adecuado para maestros provisionales y licenciados, y el establecimiento de guarderías bajo existentes mesas directivas por todo el estado.
 El TU lucho para ganar a los maestros a que se unieran a los comités contra la guerra, anti-fascista, social y desempleo. Más allá de archivar penas, lucharon a que los maestros se unieran a los comités de historia laboral, la libertad académico, póliza educacional y financias. Todos los esfuerzos dirigidos por los comunistas afecto para profundizar el compromiso de los maestros a la clase trabajadora en general y a la clase trabajadora negra el particular.
Una columna regular del profesor Doxey Wilkerson de la Universidad Howard en la edición de marzo, 1938 del periódico TU, New York Teacher (Maestro/a de Nueva York), diseño los intereses de la lucha contra la escolarización segregada en la Ciudad de Nueva York.
Doxey Wilkerson alego que el sistema educacional de NYC aseguraba que los negros seguirían bloqueados en la jerarquía de casta americana. A pesar de la ausencia de la discriminación racial de jure en el norte, sin embargo, el racismo todavía era una realidad, y la institución donde el racismo ha mostrado más alto su feo rostro era el sistema escolar…Wilkerson declaro que “una crucificacion mental” intencional se estaba llevando acabo. En las escuelas de Harlem, a los estudiantes negros no les permitían usar las albercas, fueron asignados asientos atrás del aula, y fueron excluidos de actividades extracurriculares y eventos sociales. Así, el niño negro, a fuerza, realizo que no era parte integral del grupo social en que estaba arrojado, sino que él era algo aparte, aislado, condenado al ostracismo, de alguna manera no era igual a sus compañeros. (Reds at the Blackboard, autor).
Al aproximarse la Segunda Guerra Mundial, el TU caracterizo el Jim Crow Norteño como el Nazismo Americano y los actos visibles del racismo como acciones de una quinta columna – una fuerza domestica comprometida a la victoria del Alemania de Hitler.
Los fascistas enciendan los fuegos; los liberales entregan los combustibles
Desde el momento en que la Revolución Bolchevique del 1917 logro la victoria comunista, la clase gobernante EE.UU. lanzo con exageración una larga tradición de guerra viciosa anti-laboral que incluyo repetidas matanzas dirigidos por el estado contra los trabajadores en huelga. Leyes de Extranjeros y de Sedición revocaron las protecciones legales de sospechosos revolucionarios. La decisión Schenck v. U.S. Supreme Court legalizando el encarcelamiento de oradores de calle contra el imperialismo y las redadas organizado por el abogado general A. Mitchell Palmer, resulto en la más grande deportación masiva de radicales políticos en la historia de los Estados Unidos.
Esta cruzada anticomunista continúo en las escuelas de NYC, cruzando los gobiernos demócratas y republicanos de la ciudad y alcanzo su máximo en los 1950s. Juramentos de fealdad para los maestros impuestos durante la Primera Guerra Mundial fueron actualizados con lenguaje anti-comunista. Los principios de los 40’s trajo el asalto del comité estatal NY Rapp-Coudert, encargado de sacar a los maestros comunistas, resultando en el despido de más de 40 profesores del colegio CUNY el Manhattan. Envalentonados, el 1948 los patrones emigraron sus depuraciones a las escuelas públicas de NYC, y ampliaron la investigación documentada de más de 1,100 maestros con más de 400 siendo despedidos/jubilados/resignando para mediados de los 50’s. El sindicato de maestro (TU) seguiría, con su membresía e influencia disminuyendo hasta su disolución en 1964.
Ni un solo maestro con cargos fue encontrado de ser ineficaz en el aula o de adoctrinar a los estudiantes. Al contrario, estos maestros fueron considerados alto respeto por las colegas y padres, dedicados especialmente a la misión de educación de calidad para todos. Los padres, maestros y grupos comunitarios protestaron los primeros ocho suspensiones de los maestros comunistas en 1948 con cartas y reuniones. Cuarenta y ocho maestros en la escuela de Alice Citron en Harlem escribieron a Jansen que Alice Citron había “trabajado incansablemente a favor de los niños”; un desfile de madres de Harlem era un testigo al mismo efecto durante el subsiguiente juicio de Citron y los siete más maestros.
El liderato sindical nacional del AFT asistió a la clase gobernante en las depuraciones de maestros comunistas dentro el sistema escolar en cada fase. Hasta lanzaron su propio esfuerzo de seis años para despojar la carta del TU por el delito de elegir comunistas al liderato sindical, imponiéndolo en 1941, contra los deseos de miles de maestros de NYC quienes votaron por un liderato comunista. La inactividad del AFT en la campana para cambiar maestros a informantes unos contra otros mediante los 40’s y 50’s el NYC estableció la base para el advenimiento del UFT el 1960-61.
A pesar de esta situación debilitante, el Sindicato de Maestros (TU) no se disolvió inmediatamente. Al contrario, el sindicato lanzo campanas para eliminar libros de texto racistas e intolerantes de las aulas, contratar a más maestros negros y promover el Mes de la Historia Negra. El TU se convirtió a una voz principal en el movimiento de derechos civiles en NYC, en desafiando las pólizas raciales discriminatorias de la Mesa Directiva de Educación.
Debilidades en el trabajo del CPUSA en las escuelas
Después de la Segunda Guerra Mundial, una noción letal surgió que la clase trabajadora ya no necesitaba un partido comunista revolucionario; que podía existir “la coexistencia pacífica” entre la Unión Soviética y el imperialismo EE.UU. Las razones por este retiro están discutidas en numerosos documentos del PLP, incluyendo El Camino a la Revolución, I-IV.
Los patrones EE.UU. fueron animados por el retiro comunista, y lanzaron otra onda de ataques anti-comunistas en los 1950’s. Aunque los maestros comunistas nunca dejaron que estas depuraciones afectaran la organización masiva anti-racista, estos comunistas siguieron el liderato del movimiento internacional y se retiraron más lejos todavía de la revolución. Por todo el mundo, el colapse del movimiento comunista internacional ya se encontraba en pleno desarrollo.
Por otra parte, comunistas revolucionarios formaron el Partido Laboral Progresista (PLP) y surgieron para heredar las fortalezas del viejo partido comunista USA (CPUSA); ¡esta vez, para luchar todo el camino por el comunismo! Los PListas sabían a ese entonces y las nueva generaciones saben ya que nunca puede haber ninguna “coexistencia pacífica” con el capitalismo. Como en el pasado, los comunistas de hoy están trabajando para organizar una lucha inflexible contra el racismo y la segregación en las escuelas de NYC. Mientras el Departamento Educativo de NYC persigue un nuevo esfuerzo para depurar a los comunistas de las escuelas, la clausura del pasaje del Manifesto de Marx de 1948 sigue siendo nuestra guía: “Los comunistas niegan de ocultar sus propósitos y objetivos. Que las clases gobernantes tiemblen por la revolución comunista. Los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas.”
Los amigos del PLP tal vez vean los ataques de la clase gobernante sobre el comunismo como un retroceso absurdo de los 1950’s. Pero los fracasos capitalistas son endémicas: el impulso hacia la guerra, agravando la desigualdad, el crecimiento del racismo y el fascismo – estas crisis exigen una solución, y millones buscan una salida. El comunismo es esa salida. Los gobernantes saben que el comunismo sigue siendo una amenaza, no importa que pequeño el número de comunistas sea. ¡Ayuden a dar liderato a la sociedad hacia el día cuando los trabajadores como los valientes miembros del sindicato de maestros (TU), estén en poder – respondan a los ataques patronales uniéndose al partido comunista revolucionario, el Partido Laboral Progresista!