Desde Nigeria, Sudán del Sur, y Somalia a Yemen, y cruzando el Mar Rojo, las hambrunas amenazan la vida de decenas de millones de trabajadores. La inanición masiva en África y el Medio oriente ha sido desencadenada por el cambio climático (incluyendo sequias mas intensas y extensas) y, aun mas significativo, por las guerras cada vez mas brutales. La raíz de este desastre genocida es la agudización de la rivalidad entre el imperialismo estadounidense y los patrones capitalistas en China. Como dice el vocero de los gobernantes estadounidenses, el New York Times, “cada país que se enfrenta a la hambruna esta en guerra, o en el caso de Somalia, recuperándose de décadas de conflicto” (NYT, 22/2).
La mitad de los 20 millones amenazados con inanición son niños, de los cuales 1.4 “están en peligro de muerte”(NYT, 22/2). ¿Cómo el imperialismo lleva a este desastre de inanición? Mas importante aun, es ¿Cómo respondemos? Las Naciones Unidas, controlada por los poderes imperialistas dominantes, no ofrecen una verdadera solución. Mientras sus jefes van por todo el planeta rogando por miles de millones de dólares en alimentos a los mismos imperialistas que causan las guerras que crearon las hambrunas, la institución ya goza de una fama letal en desastres similares (NYT, 27/3).
Imperialismo, origen de la hambruna
La hambruna en el sur de Sudan muestra como el imperialismo y sus guerras asesinas llevaron la miseria masiva directamente a los trabajadores. China controla el 75% del petróleo de Sudan, y ha invertido miles de millones de dólares en infraestructura en el país (Sudan Tribune, 3/8/16). En el petrolero Sur, los intereses de los patrones chinos son amenazados por grupos rebeldes patrocinados por EE.UU. Esto llevo a la creación, en 2012 de Sudán del Sur. La guerra civil recluto a miles de soldados niños, además de otras atrocidades (TeleSur, 21/2/15). Mientras tanto, China ha maniobrado con los patrones de Sudán del Sur para recuperar acceso al petróleo (Huffington Post, 23/6/16), y hasta instigar ataques contra trabadores de auxilio estadounidenses (Foreign Policy, 16/8/16).
Al igual que con los ladrones, los capitalistas tampoco tiene honor. EE.UU. y China siguen financiando cualquier fuerza suplente que pueda beneficiarlos, no importa el costo. Mas de 250,000 trabajadores han sido forzados a abandonar sus cosechas para salvar sus vidas. La hambruna es el resultado inevitable. Como dijo Stephen O’Brien, jefe de asuntos humanitarios de las NU, “La hambruna en Sudán del Sur fue hecha por el hombre, quienes están en conflicto son responsables de la hambruna – así como quienes no intervienen para parar el conflicto” (Al Jazeera, 11/3). Como era de esperarse, O’Brien evito una critica directa a los dos súper poderes imperialistas responsables por esta catástrofe.
La noche obscura tendrá su fin
La clase trabajadora internacional, para aplastar este sistema capitalista, sus fronteras racistas, sus guerras imperialistas y sus hambrunas, tiene que construir un movimiento masivo anti-imperialista y organizar un partido comunista revolucionario. El comunismo significa un mundo donde los trabajadores se unan para usar la tecnología y liberarnos del hambre y la depravación material, para que compartamos lo que tenemos, sea en abundancia o escases. Necesitamos que todos los trabajadores, estudiantes, soldados, y – Tú – se unan al Partido Laboral Progresista para luchar convertir el comunismo en una realidad.