La marcha hacia la Tercera Guerra Mundial se ha acelerado con el anuncio de los planes del Presidente Donald Trump de imponer aranceles en las importaciones de acero y aluminio. El desacuerdo publico de los patrones sobre los planes de Trump refleja el desorden de sus rangos, una debilidad que limita su habilidad de frenar el crecimiento de China, su rival principal imperialista. Lo mas probable, esta debilidad tambien llevara a mas fascismo – para ambos los patrones y la clase obrera- en el sendero a un conflicto global mas amplio.
Mientras los medios capitalistas mundiales criticaron los aranceles y advirtieron de la posibilidad de una nueva guerra comercial, la historia ha mostrado que las guerras de comercio son constantes e inevitables bajo el capitalismo – y que sirven como preludio a la guerra mundial. El Partido Laboral Progresista le hace una llamado a los obreros a que estén listos a voltear la guerra inter-imperialista en a una revolución comunista. Entender como funciona el sistema de los patrones es necesario para defender nuestra clase en contra de los ataques fascistas y para prepara los obreros para la revolución.
Desorden en la clase gobernante de EE.UU.
La mayoría del ala principal de los patrones de EE.UU., representando el capital financiero, se preocupan que los aranceles de Trump, junto con su retiro de la Alianza TransPacifica (TPP) y su amenaza de renegociar NAFTA (Tratado de Libre Comercio de America del Norte), aislara EE.UU. en la escena mundial. Mientras los aranceles propuestos realmente lastimarían a los aliados de EE.UU. mas que a China, Trump se ha enfocado en la “amenaza a la seguridad nacional” puesta por el acero estatal subsidiado de bajo precio de China. Tras apelación, Mexico y Canada fueron sacadas tentativamente de la lista de naciones sometidas a aranceles, presumiblemente a darle a Trump mas influencia en las charlas de NAFTA. Sin embargo, estos aliados prodian empezar a pensar en saltar hacia otros socios mas fiables.
Mas que en cualquier momento en la memoria reciente, la clase capitalista de EE.UU. esta plagada en una lucha interna feroz. Las reacciones a los aranceles de Trump refleja una mentalidad miope, oportunista, de cada persona por si mismo entre los patrones y sus lacayos políticos en Washington. El liderazgo republicano por su mayoría se ha opuesto a la movida del presidente, igual que los medios principales pro-imperialistas y el ala de grupo de expertos, notablemente el Consejo de Relaciones Extranjeras (CFR). Entienden que el “mercado libre” es una bonanza para toda la clase capitalista, y que maximiza la habilidad de los patrones de explotar la clase obrera. Pero un numero de la Camara de Representantes Democratas, particularmente en los estados del Cinturon del acero derrotados por Trump en la elección del 2016, han salido a apoyar los aranceles en un esfuerzo de expander la industria de acero disminuida en EE.UU. y la base de Trump de “Estados Unidos Primero”.
El 6 de marzo, antiguos alumnos de Goldman Sachs y el jefe del consejo económico Gary Cohn dejo su puesto despues de perder una lucha interna de anular los aranceles. Una semana despues, Trump despidió el Secretario del Estado y ex Presidente de ExxonMobil Rex Tillerson. El Consejero de Seguridad Nacional H.R. McMaster, un miembro del CFR, tal vez sea el próximo. Los tres se consideraron fiables en el área principal del impredicible Trump interesado solo en si mismo.
Con los disturbios de la Clase gobernante de EE.UU., el Presidente Xi Jin ping – ahora libre de limite de periodo presidencial – está posicionado a liderar el imperialismo Chino y su plan de “ Un Cinturon, Un Camino” para supremacía global para el futuro previsible. El Presidente Ruso Vladimir Putin, quien ha superado en maniobra a Obama y Trump en la guerra de Siria, acabo de ganarse su cuarto termino de seis años en el cargo. El capitalismo estatal en China y Rusia, mientras traiciona las dos revoluciones obreras mas grandes de la historia, es un sistema mas eficiente para el fascismo que la “democracia” de los patrones liberales de EE.UU. Estos rivales imperialistas estan mejor equipadas para mantener su propia clase capitalista en línea mientras subyuga los obreros y desalientan la rebelión. Usando una gama de tácticas de terror, de largos términos de prisión a matanzas, ambas China y Rusia han podido controlar enfrentamientos internos que han subestimado la clase gobernante de EE.UU.
Los Aranceles escalan confrontacion con China
Desde 1995, los capitalistas de EE.UU. y sus aliados han manejado el mercadeo internacional por medio de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Algunos temen que los aranceles de Trump destruirían la organización. Realmente, sin embargo, es la competencia capitalista que amenaza la OMC.
Insistiendo en la deficiencia de mercadeo de EE.UU. en productos y servicios, que totalizo $566 billones en el 2017, el mas grande en nueve años (Wall Street Journal 2/6/18), Trump invoco el articulo 21 de la OMC, que dice que una nación puede imponer aranceles si las considera “necesarios para la protección esencial de los intereses de seguridad”. Citando el Articulo 21 sube la apuesta nacionalista y forza a otros países – ambos los aliados y adversarios – a defenderse por si mismos. “Invocando el Articulo [21] le permite hacer como quiera y entonces amenaza todo el sistema – por lo cual… casi nunca se invoca. La opción no es clara” (Economist, 3/8).
Desde que se unio a la OMC, China ha ganado control sobre mitad del mercado internacional del acero y aluminio. Semanas antes que Trump tomara su cargo, la administración de Obama presentaron una queja el la OMC contra China por subsidiar sus productores de aluminio. Lo mas importante, China ha podido obligar a companias de EE.UU a “voluntariamente” proveer inteligencia de tecnología si quieren aceder los mercados de China. Como explico el economista Martin Feldstein del CFR y la Comision Trilateral, “negociadores de EE.UU. usaran la amenaza de imponer aranceles a productores Chinos una manera de persuadir el gobierno de China a abandonar la ley de transferencia de tecnología voluntaria” (Project Syndicate , 3/15).
Minetras los poderes capitalistas escalan su lucha por ganancias de mercadeo, los obreros en estos países se van a llevar la peor parte de la competencia por medio de bienes mas caros y desempleos mas altos mientras se abandonan las exportaciones.
Las guerras de mercadeo llevan a guerras de tiros
La ruptura de organizaciones de mercado como la OMC es inevitable como rivales imperialistas se mueve hacia la guerra. Mientras los civiles continúan siendo asesinados en el Medio Oriente, y el mundo mira la Peninsula Coreana como punto álgido potencial, la ruptura de la organizacion de mercado hacen que una guerra completa sea mas probable. En la publicación actual de Foreign Affairs (marzo/abril 2018), Adam S. Posen nota como los combates económicos entre los capitalistas pueden explotar en un conflicto militar:
Sin reglas acordadas, incluso disputas menores económicas tienen el potencial de desencadenar contrataques aumentantes. Si la norma de separación entre confrontaciones económicas y militares se rompe, fricciones económicas, como robo de propiedad intelectual china a restricciones en mercados con Iran y Corea del Norte potencias nucleares, se podría convertir en un conflicto completo.
Esta seria la primera vez que una guerra de mercado a cimentado el sendero a una guerra mundial. En el periodo previo a la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, competencia económica aguda señalo la intensificación de rivalidad inter-imperialista. Si EE.UU. espera encarar la fuerza creciente del imperialismo Chino y el imperialismo Ruso resurgiente, necesita comenzar a poner un lazo mas apretado a su propia clase. Eso significa mas fascismo.
Aranceles promueven el nacionalismo – los obreros necesitan internacionalismo
Economicamente, los aranceles se usan para asegurar industrias y manufactura en casa. Ellos hincan nacionalismo hacia los obreros. Diciendole a los obreros en un país que sus enemigos son los obreros produciendo los mismo bienes a un precio mas barato en otro país, los patrones no solo esconden la verdadera naturaleza del capitalismo pero preparan los obreros para la guerra
Los jefes de los sindicatos de EE.UU. trabajan tiempo extra para perpetuar este mito. El AFL-CIO (la Federacion Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales) han aplaudido los aranceles de Trump incluso cuando lastimaran mas los obreros en sindicatos que ayudarlos. Empujar el nacionalismo, escribieron, “es una manera inteligente de asegurar un economia justa que proteje nuestras libertades… Los aranceles de [Trump] de acero y alumino… son buenas para la gente obrera por que castigan…los países que usan reglas de uso suaves para lastimar companias estadounidenses y la gente obrera” (usw.org). Este es el mismo AFL-CIO que ha trabajado con la clase gobernante de EE.UU. para derrocar gobiernos alrededor del mundo para proteger las super ganancias de la mano de obra barata y condiciones asesinas en el trabajo.
Nosotros en el PLP luchamos con los obreros para desarrollar una perspectiva internacional comunista. Los verdaderos enemigos son los patrones que hacen ganancias del trabajo de nuestra clase y despiden obreros por miles para maximizar sus ganancias. Nuestra habilidad de entrar a los sindicatos de los patrones y luchar por ideas internacionales, comunistas es esencial para hacer una revolución comunista. Solo construyendo el PLP podemos formar un partido internacional que convertirá las guerras de los patrones en revolución comunista.
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Lucha de aranceles preludio de la guerra y el fascismo
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- 23 Marzo 2018 95 visitas