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Fascismo en guerra División en los EE. UU. Corte profundo

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02 Octubre 2018 41 visitas

El ala principal de la clase dominante estadounidense esta empecinada en contener la amenaza al orden mundial liberal que representa el Presidente Donald Trump, ese sistema militar, político y económico que, desde la Segunda Guerra Mundial, ha preservado el dominio – y ganancias – de los patrones estadounidenses. Se que Trump sera enjuiciado o condenado, el caos que rodea la Casa Blanca es una firme señal del declive del imperio estadounidense.
El 21 de agosto, Robert Mueller, asesor especial y antiguo director del FBI logro una condena por ocho cargos en fraude financiero para Paul Manafort, antiguo gerente de campaña de Trump.  Minutos antes, Micheal Cohen, anterior abogado de Trump, se declaro culpable de fraude bancario y de impuestos, implicando a Trump directamente de una violación financiera de campaña. El 5 de septiembre, el New York Times, principal vocero del ala principal publico un articulo de opinión de un “empleado de alto rango anónimo dentro de la administración de Trump”. El autor reconoce que operativos del ala principal alrededor de la Casa Blanca “trabajan diligentemente desde adentro para frustrar partes de la agenda [de Trump] y sus peores inclinaciones…para conservar nuestras instituciones democráticas mientras frustramos los impulsos mas desviados del Sr. Trump, hasta que deje de ser presidente”. El articulo, en particular, cito su “preferencia” por el presidente ruso Vladimir Putin, imperialista archirrival del ala principal, y por Kim Jong-un de Corea del Norte, una tendencia que podría impedir la presencia militar estadounidense en Corea del Sur y la capacidad de detener o atacar a China.
El 7 de septiembre, el expresidente Barack Obama rompió con la tradición y abiertamente embistió contra la “amenaza a nuestra democracia” de su sucesor – en otras palabras, la dictadura capitalista. El 11 de septiembre Simon & Schuster publicaron el libro Fear, (Miedo) de Bob Woodward, “una Casa Blanca disfuncional en donde algunos de los mismos empleados de Trump piensan que es una amenaza para la seguridad nacional”. (cnn.com, 12/9/) Woodward es el editor del Washington Post que alguna vez ayudo a derrocar a Richard Nixon, otro presidente que se gano la desconfianza del ala principal. Miedo vendió 750,000 copias en un día, convirtiéndose en uno de cinco mejores vendidos del 2018 de Amazon, junto a otros por Michael Wolff y antiguo director del FBI James Comey.
División de gobernantes se vuelve mas sangrienta
Acelerada por la erosión global de su influencia política y económica, la división dentro de la clase capitalista estadounidense crece, se aclara y es cada vez mas aguda. El capital financiero, representado por el partido demócrata y los republicanos tradicionales (ver recuadro), necesitan controlar a Trump y su base de supremacistas blancos para proteger instituciones como la OTAN y prepararse para la Tercera Guerra Mundial contra sus rivales inter imperialistas China y Rusia. Estos grandes fascistas tratan de amenazar a los capitalistas orientados al comercio domestico como los hermanos Koch y la familia Mercer. Por su parte los pequeños fascistas avanzan en su agenda de aislamiento de la “América en Fortaleza”; con el errático Trump, su creador de política, el “anti-globalista” Andrew Miller (antes fue Steve Bannon) y medios de prensa como el imperio Fox de Rupert Murdoch y Breitbart News.
Los eventos de las ultimas semanas muestran que los gobernantes del ala principal, aun estando debilitados, siguen controlando. Pero, no importa cuanto peleen los patrones, la clase trabajadora internacional siempre será atacada por el surgente fascismo, el racismo asesino, la crisis económica, y el conflicto global que podría asesinar millones. Solo un movimiento comunista masivo, antirracista, dirigido por el Partido Laboral Progresista, puede defender a nuestra clase contra los patrones y su creciente desesperación. Solo una revolución comunista puede acabar con el terrorífico aparato estatal capitalista y poner fin a la guerra imperialista.
Caída del Siglo Estadounidense
Como dijo Obama en su discurso en la universidad de Illinois, Trump “es el síntoma, no la causa” del desorden del capitalismo estadounidense. En 2016, cuando este inestable estafador exploto el racismo de alcantarilla y su débil oposición hasta llegar a la Casa Blanca, demostró que el ala principal perdía su dominio sobre su propia clase capitalista y la lealtad de los trabajadores.
El declive de los capitalistas financieros fue creado por dos fallos catastróficos. Primero, después de gastar $5.7 billones en la guerra en Irak, segundo proveedor de petróleo barato, el imperialismo estadounidense se encuentra debilitado en su posición en el Medio Oriente. El flujo de petróleo iraquí continua inseguro. Los aliados europeos buscan a Rusia para llenar sus necesidades energéticas, la cual también esta al mando en la devastada Siria.
Segundo, la crisis financiera del 2008 fue la codicia y falta de disciplina dentro de los poderes financieros del ala principal, como los hermanos Lehman y Golman Sachs. El rescate bancario y otras instituciones por Obama costo $17 billones. Para el 2014, según el Fondo Monetario Internacional, China había sobrepasado a EE.UU. como la tercera economía mas grande (bbc.com, 16/12/14). Para el 2050, la economía estadounidense se proyecta como la tercera en el mundo, detrás de China e India (fortune.com 9/2/17).
No es Trump – es el Fascismo
El mismo Trump es una figura histórica menor. Probablemente será neutralizado por las elecciones de mediados de periodo y probablemente será forzado a salir, de una forma u otra para el 2021.
Pero el fenómeno Trump es altamente significante como marcador del creciente fascismo mundialmente. Refleja la avanzada decadencia del orden post Segunda Guerra Mundial y la evidente incapacidad del sistema de ganancias de llenar las necesidades mas básicas de los trabajadores. La extrema inestabilidad del capitalismo a nivel mundial ha generado desempleo masivo, estancamiento de salarios, la erosión de la red de salvación europea, una epidemia de adicciones al opio y suicidio, y mas de 68 millones de refugiados, gente desplazada internamente y gente que busca asilo (www.unhcr.org).
Para desviar el descontento de los trabajadores de los fracasos del capitalismo, los patrones culpan a las victimas mas vulnerables – con ganas. Por eso la lluvia del racismo anti-inmigrante, lo cual ayudo a la victoria de Trump y de sus contrapartes europeos. Los fascistas han tomado el poder en Italia, Hungría, Polonia, y Turquía. Son una fuerza representativa de oposición en Alemania, Francia, Bretaña, y Grecia. El 9 de septiembre, las elecciones parlamentarias en Suecia, hasta hace poco promocionadas por la prensa patronal como el bastión de la ilustrada “social democracia”, los fascistas Democratas Suecos sacaron el 18% (rt.com, 9/9). El orden mundial liberal esta en retroceso.
Internacionalmente, la crisis actual de los patrones le presenta una gran oportunidad al PLP. Fortaleciendo nuestra lucha anti-nacionalista y antirracista, uniéndonos con trabajadores inmigrantes en donde quiera que estén activos, podemos crecer como una organización revolucionaria y poner al descubierto las contradicciones irresolubles del capitalismo.
Los Liberales son el principal peligro
Conforme se acercan las elecciones estadounidenses de medio termino en noviembre, los grandes fascistas se posicionan como defensores de la “democracia”- una grotesca distorsión de su verdadera historia como racistas asesinos de masas. Los patrones esperan contrarrestar el cinismo de los trabajadores – y la alienación de jóvenes trabajadores negros y latinos, en particular – con sus falsos “socialistas” como Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, liberal que suena militante, y liderzuelos como Ayanna Pressley en Massachusetts, y los candidatos a la gobernación negros en Georgia y Florida. Todos ellos políticos del partido demócrata, quienes dependen y defienden el sistema capitalista. Al final de cuentas, siempre traicionaran a la clase trabajadora camino al fascismo y el genocidio.
Las grandes celebraciones de alabanzas al criminal de guerra John McCain, loado por Ocasio-Cortez por su “decencia humana”, fueron diseñadas para unir a capitalistas y trabajadores alrededor de un orden mundial liberal. Los encabezados de prensa de Obama junto a George W. Bush en el funeral del senador, reflejan un esfuerzo concertado bipartito de revivir el ala principal. Los lideres y secuaces del capital financiero están señalando el camino a una forma mas letal de fascismo que Trump y sus compinches jamás podrán ni imaginar.
Pero la lucha de la clase trabajadora continua también. Los trabajadores y estudiantes en muchas ciudades se enfrentan a los ataques a los inmigrantes por ICE y la base racista de Trump. Estas luchas son oportunidades para enraizar la conciencia de clase.  Con el liderato del PLP, la clase trabajadora tomara la única alternativa al fascismo, mucho o poco, – el camino hacia el comunismo igualitario.