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Los Uigures de Xinjiang Peones en un letal juego imperialista

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02 Octubre 2018 34 visitas

En este periodo de creciente competencia inter-imperialista, los capitalistas rivales en el mundo tomaran toda oportunidad para minimizar hasta la ultima amenaza a su sistema de ganancias; la clase trabajadora internacional unida.  Los patrones estadounidenses usan el racismo anti-musulmán para dirigir la rabia obrera por el contrario el decadente sistema económico y prepararlos para una tercera guerra mundial. En su brutal batalla por controlar el petróleo del Medio Oriente, los patrones estadounidenses y rusos aterrorizan a millones de trabajadores musulmanes con guerra, desde la devastada Siria hasta los bombardeos en Yemen. Mientras tanto, Washington y Moscú vigilan de cerca a los imperialistas chinos, quienes avanzan en el Medio Oriente por medio del comercio e inversiones desde Irán a Egipto e Israel. (theasiandialogue.com, 22/1)
Atrapados en la mitad están los Uigures, un grupo minoritario en China, quienes aparecen en el escenario recientemente. Según el reporte de agosto de la Comisión de las Naciones Unidas por la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD, siglas en ingles), hasta un millón de musulmanes en Xinjiang, casi todos uigures, han sido detenidos en “campos de re-educación” resguardado “bajo secreto” (Guardian, 30/8). Existen denuncias de tortura y de miles de niños llevados a orfanatos mientras sus padres son detenidos indefinidamente (Associated Press, 21/9).
Los patrones chinos han, como es de esperar, negado todas las denuncias sobre brutales represiones masivas; denuncias que no se pueden corroborar ya que Xinjiang esta cerrado para observadores y periodistas foráneos. Aunque los uigures son un grupo súper explotado y oprimido por los capitalistas chinos, también tienen una larga historia de ser peones del imperialismo estadounidense. Desde la década de 1970, cuando Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional de Jimmy Carter, crea una estrategia para utilizar a los desilusionados musulmanes para socavar la competencia imperialista en Asia Central y el Medio Oriente.
 En los 1980, nacionalistas uigures fueron reclutados para que se unan a Osama bin Laden en la guerra, dirigida por la CIA, contra la Unión Soviética en Afganistán. Para generar propaganda anti-china, el gobierno estadounidense financio redes de uigures a través de Radio Free Asia y el Congreso Mundial Uigur. El vocero de la CERD es un abogado llamado Gay McDougall, quien esta en el consejo de la Open Society Justice Initiative – una organización fundada por le multimillonario George Soros, el socio de la CIA que patrocino las “revoluciones de color” anti-rusas en Ucrania y Georgia, entre otros lugares.
Porque Xinjiang es Importante
Cuatro veces el tamaño de California, Xinjiang es una región “autónoma” situada estratégicamente en el noroeste de China, fronteriza a Rusia, Pakistán, India, Afganistán, y otros cuatro países. Xinjiang ha tenido un auge económico reciente, con grandes proyectos de desarrollo que llevan prosperidad a ciudades como Kashgar. La región cuenta con mas del 20% de gas natural, petróleo, y reservas de carbón de China (powermag.com1/1/16), cuenta con una significativa producción de algodón, tecnología y manufactura de textiles, además de oro y uranio.
Xinjiang es importante para la iniciativa de los patrones chinos; Cinturón y Ruta de Seda, proyecto que dominara el comercio de toda Asia hacia Europa y África. La región tiene 16 “puertos terrestres” clase A, a donde pueden llegar todos los productos (chin.org.cn). Ademas, Xinjiang tiene una densa red de gaseoductos, ferrocarriles, carreteras, y rutas aéreas entre China y Eurasia.  
Los uigures son musulmanes Sunní predominantemente, hablan turco y son étnicamente distintos a los gobernantes chinos de la dinastía Qing, que ha controlado la región desde el siglo 19. En los últimos 20 años, conforme crecen las oportunidades económicas, la región ha visto una afluencia de chinos Han, el principal grupo étnico en China, tantos que ya son casi la misma cantidad que los uigures en Xinjiang. Pero es ahí donde se acaba cualquier semblanza de equidad, según el articulo de opinión del Nueva York Times (18/3/14).
Los mejores empleos son para los chinos Han. Si uigures tienen la suerte de encontrar un empleo, por lo general es trabajo manual – en minas de carbón, plantas de cemento, y construcción. El desempleo entre jóvenes uigures es rampante…Con razón el descontento se ha extendido.  
Patrones chinos: traficantes de opio para las masas
La flagrante desigualdad en Xinjiang inevitablemente ha aumentado el racismo anti uigur, ha resurgido el separatismo uigur, los incidentes de violencia, y un ataque desde Beijing contra la practica uigur del Islam – o lo que le llaman “extremismo religioso”. Hace dos años el presidente Xi Jinping envío a Chen Quangou, anterior patrón en Tíbet, para establecer “campos para internar a musulmanes, sin juicio, y obligarlos a renunciar a su fe, además de jurar lealtad al [autollamado] Partido Comunista…quienes han sido detenidos dicen que te internan en los campos solo por leer el Corán o rezar regularmente…” (Associated Press, 21/9)
El capitalismo necesita del nacionalismo y la religión para dividir a los trabajadores y desviar su odio de clase contra el sistema capitalista, la verdadera fuente de la miseria de los trabajadores. Como escribió Marx, “la religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón del mundo sin corazón, y el alma de las condiciones desalmadas. Es el opio de las masas”. Después de la Revolución Comunista China de 1949, y la Gran Revolución Cultural Proletaria, a finales de 1960, los trabajadores se habían liberado de las cadenas de la religión que estrangularan la lucha de clases a favor de la vieja clase dominante.
Pero, los falsos “comunistas” que gobiernan China hoy, no tienen ningún problema con la religión – siempre y cuando ellos sigan siendo quienes promocionan ese opio. En agosto, el famoso monasterio budista chino Shaolin “izó la bandera nacional por primera vez en los 1500 años de su historia”(NYT, 24/9). Y el 22 de septiembre, Beijing y el Vaticano llegaron a un acuerdo para reconocer a los siete obispos nombrados por el gobierno chino y legalizar completamente la Iglesia Católica en China (NYT 22/9).
Los patrones estadounidenses: Lideres mundiales en racismo anti-musulmán
La agitación en Xinjiang le da otra oportunidad a los capitalistas para golpear la Revolucion Cultural, una victoria histórica de la clase trabajadora – aunque temporal – para poner en practica la ideas comunistas entre cientos de millones de trabajadores. Los patrones usan a los uigures nuevamente para promover su venenosa mitología anti-comunista. “Como en la Rusia estalinista, a los niños se les anima para que denuncien a sus padres” (Guardian, 15/9). Conforme la batalla comercial y arancelaria lleva a los patrones estadounidenses y chinos hacia “una nueva Guerra Fría económica” (NYT 19/9), 17 senadores y congresistas estadounidenses han pedido sanciones contra los oficiales chinos responsables de los reportados campos de detención.
Ahora, consideremos el record del racismo anti-musulmán estadounidense desde el 11/9: la tortura y rendición a regímenes asesinos de “sospechosos” terroristas, la indefinida detención sin cargos de individuos en Bahía de Guantánamo, los indiscriminados asesinatos por drones incrementados por el presidente Barack Obama, la propuesta “prohibición musulmana” del presidente Donald Trump.
Y consideremos también, los mas de 2 millones de trabajadores presos en Estados Unidos, la nación con el mas alto índice de encarcelamientos – mas de cuatro veces el índice en China (World Prison Brief, prisonstudies.org).
Aun con los estándares de la clase dominante estadounidense, la hipocresía es arrolladora.
Una alternativa mejor
Ni el nacionalismo étnico ni la religión pueden resolver los problemas de los trabajadores uigures.  Solo la clase trabajadora internacional, unida contra el racismo y el sexismo y dirigida por un partido comunista revolucionario puede aplastar el capitalismo y su opresión de los trabajadores en el mundo. ¡Únetenos!