“Cuando nuestros amigos de la escuela pública salieron para manifestarse contra la violencia con armas de fuego en la escuela, los organizadores de la manifestación a la que asistimos no nos dejaron hablar. Tomamos el micrófono y hablamos de todos modos”. Esto fue lo que dijo uno de los dos estudiantes de escuelas secundarias públicas que participaron en una caminata a nivel nacional en la escuela la primavera pasada. Vinieron a participar en un panel en un foro de la iglesia sobre violencia con armas de fuego, particularmente en escuelas y que afecta a jóvenes. Por casualidad, la fecha del foro fue el sábado de los asesinatos de la sinagoga en Pittsburgh. El foro comenzó con un momento de silencio por este horror causado por el racismo y el antisemitismo, así como por el asesinato de dos residentes negros de Kentucky a principios de la semana.
Un adulto joven de la iglesia estaba en el panel y habló sobre la necesidad de organizar y educar juntos para resolver los problemas del control de armas. Otros panelistas fueron oradores de Sandy Hook Promise, un grupo de reforma que está trabajando para poner fin a la violencia con armas de fuego en las escuelas, y una mujer afroamericana que era fiscal y trabajaba en delitos contra jóvenes. Ahora es asesora especial de un destacado cargo político en nuestra ciudad. La mujer de Sandy Hook Promise promovió soluciones de reforma normales, como votar, mientras que el ex fiscal creía que la organización de base también era una solución viable. Hubo un maestro que tomó el liderazgo de los estudiantes para apoyar su paro y alentar la unidad multirracial y la lucha como la manera de lograr el mayor cambio en la actualidad. Una pregunta del público sobre la naturaleza sistémica de la violencia con armas de fuego brindó la oportunidad de inyectar la política revolucionaria. Hubo una lucha en el panel después de que los estudiantes rechazaron la votación como la única solución viable, fomentaron la unidad multirracial y rechazaron otras formas de hacer que sus voces se escucharan.
Si bien el foro solo contó con dieciséis participantes, hubo una buena discusión sobre diferentes aspectos del tema. La declaración de apertura contó una historia relacionada con la iglesia por el ministro de Brown Memorial Baptist. La Asociación Nacional del Rifle contactó a la generación de su padre para que los negros del sur pudieran armarse contra el Klan y otros grupos racistas a fines de los años cuarenta y cincuenta. A medida que pasaba el tiempo, los fondos de cobertura empezaron a respaldar a la NRA y los convirtió para maximizar las ganancias y abogar por derogar las leyes de control de armas y avivar los temores de vender armas. Cuando se le preguntó acerca de la naturaleza sistémica de la violencia con armas de fuego, uno de los oradores afirmó que el impulso de lucro del capitalismo es la base para la venta de todas las armas. Un estudiante conectó los temores racistas magnificados por el capitalismo estadounidense para mantener a las personas divididas y las victorias de la clase trabajadora débiles. Una persona del público habló apasionadamente sobre cómo los rifles y pistolas de chispa que estaban disponibles cuando se creó la segunda enmienda no se pueden comparar con las armas de guerra de alta potencia que se venden hoy.
Recopilamos información de contacto y promovimos los próximos programas, así como también información sobre el grupo Sandy Hook Promise. Nuestra visión original fue crear un plan de acción durante la última parte de este foro. El moderador pidió sugerencias, pero en su lugar, la gente del público habló y habló bien. Un hombre describió las luchas en curso contra los asesinatos policiales de personas con enfermedades mentales, y otro sobre la formación de una coalición multirreligiosa para motivar a las congregaciones a movilizarse en temas de justicia social. Se discutió un plan de acción para protestar contra la NRA y organizar un mitin con otros grupos que asistieron al foro. Nuestro grupo de justicia social en la iglesia perseguirá eso. Aquellos de nosotros en el Partido Laborista Progresista apoyaremos estas acciones, vinculando la raíz de la violencia con armas de fuego a la alienación bajo el capitalismo, así como su lujuria por ganancias, y presionando la necesidad de la revolución comunista internacional como el único medio para convertir la violencia en una herramienta de liberación colectiva para las masas.