La estrategia de los capitalistas, basada en el sexismo, el individualismo, el nacionalismo, el racismo, básicamente todo lo que nos puede mantener divididos y oprimidos, se manifiesta en nuestra vida diaria. Sin darnos cuenta, caemos en esta trampa al tomar posiciones que retrasan la lucha revolucionaria por un mundo mejor. En el caso del racismo, se manifiesta en muchos trabajadores en Colombia, quienes, olvidando su miserable situación, miran y hablan despectivamente de los trabajadores de Venezuela que han emigrado a Colombia en estos días.
El sexismo y el racismo se manifiestan en comentarios frecuentes a estos proletarios, culpándolos por la actual ola de crimen, inseguridad y prostitución, así como a la reducción de salarios y al robo de trabajo. En el lugar donde trabajo, he discutido los problemas con mis compañeros de trabajo, haciéndoles ver que en el pasado muchos trabajadores de Colombia emigraron a Venezuela, tratando de escapar de la guerra de los patrones y buscando mejorar su situación económica y regresando con las manos vacías, de la misma manera que muchos que han buscado el “sueño americano”, solo para sufrir la esclavitud asalariada y la opresión racista. Por lo tanto, el capitalismo nos mantiene huyendo y tratando de escapar de su prisión buscando “mejores jefes”.
También hay compañeros conscientes que afirman que el nacionalismo solo sirve a los políticos capitalistas, que lo utilizan para dividirnos y explotarnos, y que solo unirse con la clase obrera y promover el internacionalismo proletario puede ayudarnos a mejorar nuestra situación. Es nuestro deber mantenernos sin mirar la nacionalidad. Pero es esencial que esta unidad internacional de la clase trabajadora esté orientada políticamente para luchar contra nuestros enemigos de clase, los capitalistas de todo el mundo.
Para eso, es necesario difundir la política revolucionaria del Partido Laborista Progresista y su periódico DESAFÍO, como un arma ideológica que nos permite iniciar la lucha de manera organizada, por la destrucción del belicismo, la opresión y el imperialismo antinatural, y por la construcción del comunismo. El comunismo es nuestra forma más natural de vivir de una manera digna, lejos de todos los azotes capitalistas, las crisis económicas y los ataques contra los trabajadores. Las luchas contra los patrones por parte de los trabajadores nos brindan grandes oportunidades para unirnos para derrotar al nacionalismo, el racismo, el sexismo y el individualismo mientras construimos una base de la clase trabajadora internacional para la revolución comunista.
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Colombia: los refugiados de Venezuela enfrentan miseria racista y sexista
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- 15 Marzo 2019 95 visitas